Según la OMS cada español consume 110 gramos de azúcares libres al cabo del día. Y el máximo fijado por este organismo, que no se caracteriza precisamente por ser radical en sus recomendaciones, es de 25 gramos diarios. No, no estás teniendo un déjà vu. Es que queremos que os quede grabado a fuego. Aunque hoy os demos 15 alternativas más saludables que el azúcar blanquilla tomar 110 gramos de azúcar del tipo que sea es un suicidio para nuestro organismo.
Porque toda esa ingente cantidad de glucosa circulando por nuestro organismo y convirtiéndose en grasa agota nuestro organismo y obtura nuestras arterias, hace que nuestro hígado sea como el de una oca alimentada para hacer foie. De hecho, el respecto con el que nos tratan las marcas y grandes lobbies del sector de la ¿alimentación? nos recuerda bastante a la forma en la que se embute a estos preciosos animales, pero a los humanos el único tubo que nos meten en la garganta es el catódico… Por eso si quieres reducir el consumo del azúcar para no engordar o para que a tus pequeños no le salgan caries, te recomendamos que leas nuestros anteriores artículos, porque esos dos, son los males menores.
Una vez hemos constatado que el azúcar está en el 70% de lo que hay en un supermercado, y que el azúcar, por mucho que quieran, no es un alimento sano ni natural, nos encontramos ante una terrible realidad: somos adictos al azúcar. Hasta tal punto que no concebimos una vida sin él.
En el movimiento de la cocina consciente hay personas que abogan por no consumir ningún tipo de azúcar. No ya azúcares añadidos, sino tampoco los contenidos en las frutas con una carga glucémica más alta. Ni la pasta, ni el pan.
Nosotras no estamos de acuerdo con esta tendencia (pero es nuestra opinión sólo). Primero porque nuestro organismo necesita glucosa para vivir y los cereales y las frutas son la mejor fuente de ellos (frutas enteras y cereales integrales). Y segundo porque deshacernos de una adicción es importante, pero otra muy diferente es no poder disfrutar nunca del sabor dulce en nuestro paladar una idea sin la que la vida se nos queda en blanco y negro. En Orgànics Magazine somos partidarias de tomar cero azúcares añadidos en la comidas y cenas, pero sí permitirlo (lo cogemos con pinzas y luego lo explicamos) en el desayuno, por ejemplo, y en casos puntuales (una tarta, un helado, unas galletas especiales…).
Por suerte, para esos desayunos y esos momentos puntuales cada vez tenemos más alternativas al azúcar blanquilla de toda la vida. Alternativas que si bien no nos permiten en ningún momento sustituir al cien por cien esos 110 gramos de azúcares libres, sí suponen una diferencia importante respecto al blanco endulzante.
Si en nuestro pasado artículo os hablamos de la stevia, la miel y el xilitol como nuestros endulzantes preferidos, hoy os presentamos una lista de 15 alternativas más saludables que el azúcar blanquilla ordenadas de mejor a peor ¡Ojo! Este es un criterio nuestro, basado en lo que hemos leído de estos productos, su composición, su riqueza de nutrientes, la forma en la que se asimila, sus características y su sabor.
Los más exóticos, los mejores
–Monk Fruit o la Fruta de Monje. Después del Top Three de la semana pasada, tenemos este exótico producto del que tuvimos conocimiento en Biocultura Madrid cuando visitamos el stand de Salud Viva Superalimentos y nos quedamos alucinadas con sus propiedades.
Se extrae da la pulpa de los frutos en forma de mini calabaza verde de Siraitia grosvenorii una trepadora prima hermana de nuestras calabazas, sandías o pepinos que crece en China y Tailandia y de cuyo cultivo se encargaban principalmente los monjes budistas y por ello también se le conoce como Fruta de Buda. El zumo de este fruto es 300 veces más dulce que el de la caña de azúcar pero con muchas menos calorías.
Este dulzor se debe en parte a los mogrósidos, unos glucósidos a los que se les atribuye propiedades anti cáncer, antivíricas, controlan la diabetes, disminuyen el colesterol… Es más, el dulzor de las calabazas que tomamos en casa también se debe en parte a los mogrósidos pero los tienen en menor medida. En la medicina tradicional china los frutos secos se usan para hacer sopas y tisanas para reducir la fiebre, combatir resfriados y alergias y aumentar la longevidad.
Además de todo eso, la fruta del monje no incrementa la glucosa en el torrente sanguíneo ni causa caries en los dientes, por lo que puede ser usado por diabéticos y su efecto en nuestro sistema es mucho más suave que el de otros endulzantes que sí incrementan los niveles de azúcar. Este paquete de 125 gramos lo encontramos en saludviva.es por 7,50 euros y con una puntita de producto es suficiente para endulzar una tisana o un café con leche.
Su sabor nos recuerda un poco a la regaliz y a ese regusto dulce que nos queda cuando la tomamos. Es perfecta para infusiones, bizcochos (pero usadlo con cuidado, endulza mucho), para hacer nuestra propia pasta de dientes (mezclada con aceite de coco y carbón activo)… Sin duda todo un descubrimiento.
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–Amazake: Otra de las sorpresas de este especial. Se trata de un endulzante de origen japonés que se obtiene a partir de la fermentación del arroz, o de otros cereales como el mijo, antes de que aparezca el alcohol y se convierta en sake. Tiene varia propiedades derivadas de la fermentación como ser probiotico, rico en enzimas buenas para nuestro intestino y, por lo tanto, una ayuda a la digestión que refuerza eñ sistema inmunitario, por lo que su función como edulcorante casi podríamos decir que es secundaria. Perfecto para los desayunos de los peques. Se puede tomar en forma de tisana con agua caliente y un poco de jengibre o para endulzar suavemente postres e ir rebajando paulatinamente su umbral del dulzor. Este tarro de 370 gramos de amazake de mijo de Terrasana lo encontramos en conasi.eu por 5,75 euros.
En la parte menos práctica tenemos que es un producto natural y vivo, por lo que tras su apertura hay que consumirlo rápidamente, por lo que no nos sirve como ‘fondo de armario’ dulce. Eso sí, por su textura se puede usar como sustituto de la leche o la mantequilla en recetas veganas. Pero, sin duda, con el amazake nos encontramos ante algo más que un mero sustituto del azúcar, del que ya hemos destacado su papel como probiótico, y nos parece una de las mejores alternativas para aquellos papás que desean que sus peques dejen de tomar azúcar blanquilla, ingrediente que potencia el crecimiento de la microbiota intestinal mala (al igual que la glucosa es el alimento de las células cancerígenas, es el responsable junto con nuestro estilo de vida, medicamentos y comida basura del desequilibrio en nuestra microbiota intestinal, un interesante tema al que sólo ahora se le está empezando a dar la importancia en la salud humana que merece).
Y respecto al sabor os diremos que ¡¡sabe a papilla de cereales!! Está riquísimo y tiene una textura cremosa deliciosa. Prometemos receta de magdalenas healthy y veganas con amazake.
– Sirope de dátil medjool: se trata de un líquido espeso y muy dulce derivado de los dátiles. Es un sirope rico en compuestos fenólicos que le confieren propiedades antibacterianas. Este envase de 350 gramos lo encontramos en saludviva.es por 7,75 euros. Si los dátiles son uno de los mejores endulzantes naturales del mundo, su derivado ecológico el sirope de dátil (ecológico y lo menos manipulado posible) no lo es menos. Con una elevada cantidad de elementos fenólicos similares a la miel, este sirope tiene un altísimo poder antibacteriano que se iguala al de la miel de manuka, la mejor del mundo, y que ha sido ampliamente estudiado por el doctor Ara Kenekanian de la Universidad de Cardiff, en Reino Unido, quien asegura que este sirope de dátil inhibe el crecimiento de varias bacterias. Por eso, de todos los que hemos probado, es nuestro sirope preferido.
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Azúcares de Palmeras
Despues de nuestros seis magníficos (por orden: stevia, miel, xilitol, monk fruit, amazake y sirope de dátil) os hablamos de los azúcares de palmeras. Todos ellos nos gustan por igual y tienen sabores muy parecidos con ligeros matices…
–Azúcar de Arenga: Se obtiene de una palmera no muy alta y a que le gusta crecer al cobijo de otros árboles más altos de las selvas tropicales de Asia Oriental, con lo cual no se planta como monocultivo y no se deforestan selvas para su plantación ¡esto es muy importante! La savia de esta palmera se recolecta a mano, se calienta para evaporar el agua quedando un fino polvo dulce. Este azúcar es rico en hierro, ¡más que un filete!, cobre, potasio, vitamina C y vitamina B. Este paquete de 250 gramos lo encontramos en saludviva.es por 3,75 euros.
Su sabor es fino y algo tostado, muy parecido al del azúcar de coco o a la panela, pero con un toque de caramelo que nos ha conquistado realmente, su granulometría es similar a la de la panela. Es un azúcar para el café con leche matutino y para la repostería.
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–Azúcar de coco: uno de los más famosos dentro de la cocina consciente. Se obtiene del néctar de las flores de los cocoteros y no del coco en sí. Este néctar se calienta hasta obtener un sirope que al enfriarse con constante removido da lugar al azúcar de coco. Es un azúcar rico en minerales como el hierro, el zinc, el potasio y el calcio, también contiene ácidos grasos de cadena corta, polifenoles, antioxidantes y pequeñas cantidades de aminoácidos. Sus 35 gramos de fructosa por 100 gramos hace que sea un azúcar con bajo índice glucémico perfecto para endulzar postres y bollería.
Eso sí, ese sabor caramelizado distrae un poco del sabor real de los productos, por lo que nos gusta usarlo combinado. Este paquete de 250 gramos lo encontramos en ecorganic.es por 4,95 euros. Sin duda este de Aiswari es uno de los más suaves que hemos probado. Otro de los azúcares de coco que hemos probado y nos gusta mucho es el de la marca Drasanvi.
–Azúcar de Palmyra Ayurveda: El azúcar de palmyra se obtiene de los frutos de la palmera Borasus flabellifer L una palmera con hojas en forma de abanico como los palmitos de nuestros bosques mediterráneos. El fino azúcar de Palmyra Ayuverda, por sus propiedades forma parte de la milenaria medicina ayurvédica y es muy rico en minerales esenciales como hierro, potasio y magnesio y en vitaminas sobretodo del grupo B siendo la única fuente vegetal de vitamina B12. Como sólo tiene 3,1 gramos fructosa por cada 100 gramos por lo que es apto para diabéticos dado que incrementa muy poco los niveles de glucosa en sangre. Este paquete de 250 gramos lo encontramos en saludviva.es por 10,85 euros.
Su sabor es muy similar al del azúcar del resto de palmeras, además tanto este como el azúcar de arenga tienen muchas vitaminas y minerales, cosa anecdótica en el caso de que lo usemos para endulzar el desayuno, pero no tanto si lo hacemos para endulzar un bizcocho, ya que en ese caso se usa más cantidad de azúcar.
Mientras que el azúcar blanquilla tiene 0% de vitaminas, minerales, fibra, etc. Este azúcar tiene un alto contenido en vitaminas del grupo B, siendo uno de los pocos vegetales del mundo con tan alto contenido en este tipo de vitaminas, lo que hace de este azúcar especialmente interesante para los niños veganos, junto con la correcta suplementación de vitamina B12, tema muy importante del que os dejamos una sensacional entrevista de Juan Llorca a Lucía Martínez en su im-pres-cin-di-ble canal de youtube (recetas sencillas, buenas, bien explicadas y con un sentido del humor que nos encanta, si no estás suscrit@ deberías, ya que sus vídeos son de lo mejor que hemos visto en youtube en cocina consciente –además de otras imprescindibles como nuestra queridísima Elka Mocker, Venu Sanz, Carla Zaplana, Mireia Anglada o Nuria Roura, entre otros muchos cocineros a los que deberíais serguir sí o sí. ¿Queréis que os hagamos un artículo sobre nuestros top 10 chefs conscientes?).
Sin duda, los azúcares de palmera (los tres) serían nuestra séptima opción endulzante para sustituir el azúcar blanquilla (porque nos gustan los tres por igual).
–Azúcar Panela ecológico: se extrae de la caña de azúcar. La caña madura se prensa y se extrae un jugo que se calienta a altas temperaturas hasta convertirlo en una melaza que se deja secar dentro de unos moldes, y que posteriormente puede ser molido o no. Es un alimento rico en glucosa, fructosa, proteínas, minerales (como calcio, hierro, cobre y fósforo) y vitaminas como el ácido ascórbico y complejo B. Es lo que realmente debería ser el azúcar, un producto escasamente refinado, sin tóxicos ni químicos añadidos y con todas sus propiedades (que aunque sean escasas no son nulas). Eso sí, lo que recalcamos. Si lo quieres para sustituir los 110 gramos de azúcar blanquilla… como que no te va a servir de nada. Nosotras tenemos el Azúcar Panela Tierra Madre y nos encanta su tacto suave y terroso, cómo se apelmaza… Su precio es de 4,40 euros el kilo en los supermercados Ecorganic.
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Siropes:
Los siropes son otra buena opción para rebajar el nivel de dulzor en nuestra vida, y en la de nuestros hijos, por dos motivos: el primero es por su altísimo poder de endulzar. Su concentrado sabor hace que con poco sea suficiente (en el caso del yacón o del concentrado de uvas y remolacha), por lo que la cantidad de azúcares que tomarán será mucho menor.
Otros siropes como el de ágave (uno de los más usados porque se ha puesto de moda, por favor, mirad que sea ecológico y crudo, si no es de bajísima calidad) o el de arroz (el más delicioso de los que hemos probado, de más lenta asimilación que el de ágave y con un sabor similar al del algodón de azúcar que nos vuelve locas), también son buenas opciones, siempre teniendo en cuenta todas las que tenemos por encima.
– Sirope de yacón: se obtiene del tubérculo Smallanthus sonchifolius que se cultiva en los Andes. Es un alimento prebiótico ya que es rico en en frutooligosacaridos que se almacenan en forma de inulina que no es digerida en el estómago y llegan intactos al intestino donde sirven de alimento de calidad a las bifidobacterias del colon, por lo que de todos los siropes sería el más saludable. Por su bajo índice glucémico (sólo 1 IG) es apto para diabéticos y su intenso sabor a caramelo líquido (como el caramelo de hacer flanes) hace que con poco sea suficiente. Además tiene un práctico dosificador para usarlo cómodamente y que nos pongamos perdidos cuando lo usemos. Este envase de 385 gramos de la marca SaludViva lo encontramos en conasi.eu por 19,95 euros.
– Sirope de agave: Se obtiene de las piñas del ágave, que como mínimo tiene que tener siete años, justo antes de la floración se quitan las hojas y la piña que queda se parte en trozos que se cuecen para que suelten un jugo que por calor evaporará parte del agua quedándose un jarabe o sirope. Debido al proceso de calentamiento el sirope de agave tiene pocas características nutritivas en comparación con su piña que es rica en la fibra inulina y en fructoolisacaridos que son prebióticos muy buenos para el intestino, por lo que tenemos un sirope más o menos trasformado dependiendo de dónde lo compremos y de dónde proceda. El que nosotras tenemos es ecológico y proviene del llamado ágave azul, el de mejor calidad y, por supuesto, ecológico. Este envase de 700 gramos lo encontramos en Ecorganic por 6,25 euros.
Su sabor es excelente, todo y que a veces se queda en la garganta pegado, como cuando tomas miel o la parte amarilla del melón, y su intensidad de sabor hace que con menos producto obtengas más dulzor, por no hablar de su índice glucémico y carga glucémica que lo hacen perfecto para evitar subidas glucémicas rápidas y altas. Para diabéticos aunque lo pueden consumir perfectamente por su bajísmo IG (10-15), preferimos otros endulzantes con aún menos incidencia en el metabolismo, como el xilitol (IG 1), el yacón (IG 1) o nuestras preferida: la stevia.
– Sirope de arroz : se obtiene de la cocción del arroz integral y posterior fermentación añadiéndole enzimas naturales. Contiene algunos oligoelementos como el magnesio, manganeso y zinc y tiene cierto poder probiótico, además de un IG bajo y un sabor realmente maravilloso. Si empiezas por cambiar el azúcar de casa por este sirope tus hijos ni lo notarán, de hecho ¡les encantará!. Eso sí, no sirve para hornear como único endulzante ya que se endurece con el calor. Este tarro de 425 gramos lo encontramos en ecorganic por 4,40 euros.
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– Sirope de flor de coco: Este edulcorante es también un superalimento ya que es rico en vitamina C, B1, potasio, magnesio y hierro. Se extrae del néctar de la flor del coco que se deja evaporar el agua que contiene hasta que queda una melaza. Es la versión líquida de nuestro querido azúcar de coco. Este envase de 385gramos lo encontramos en la web de la marca por 8,15 euros.
– Sirope de remolacha: consiste en el zumo de la remolacha concentrado en forma de melaza que hace que tenga una apariencia de miel negra. Su sabor es parecido al de la miel pero con un amargor final. Su uso es bastante versátil en tostadas como si fuera mermelada, sobre postres como sustituto del caramelo… Rico en potasio, magnesio, hierro, calcio y vitamina B6. Este tarro 390 gramos lo encontramos en saludviva.es por 6,60 euros.
–Sirope de arce: se extrae de la savia de los arces a los que se les insertan unas cánulas en su tronco, que mínimo ha de tener un grosor de 25 cm, para cortar los vasos leñosos que empiezan a gotear savia que se recoge en un cubito. Esta savia se cuece poco a poco para evaporar agua y dejarla en forma de jarabe y luego se filtra para eliminar impurezas.
Es muy conocida la dieta del sirope de arce con espectaculares resultados para personas que roncan, ya que depura mucho e instaura el silencio en casa. Eso sí, hay que gozar de muy buena salud para hacerla ya que es un poco salvaje, por lo que la pérdida de peso también es notoria. Nosotras no somos partidarias de este tipo de dietas, odiamos las dietas. Hay que cambiar a forma de alimentarnos, no estar a dieta o régimen constantemente ¡eso es un tremendo error! Pero os comentamos lo de esta dieta depurativa por los resultados que hemos comprobado en vivo y en directo.
–Concentrado de uva: sumamente concentrado, este endulzante ecológico es una opción similar a la del sirope de remolacha y de todos los endulzantes líquidos los más sencillos, en el sentido de que no tienen características más allá de ser endulzantes más saludables que el azúcar pero sin aportar más beneficios que su delicioso sabor. Este que hemos probado se realiza con uva blanca de BioMacatela de Explotaciones Hermanos Delgado lo encontramos en store.bio-ehd.com por 6,95 euros.
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Azúcares de caña:
Y seguimos bajando en nuestras recomendaciones.El azúcar Panela lo hemos dejado un poquito más arriba, antes de los siropes, pero realmente todos están muy seguiditos…
–Azúcar Mascovado: la melaza de la caña de azúcar en vez de dejarla secar para hacer panela se filtra primero para quitarle posibles impurezas y luego se seca y tritura. Conserva las proteínas, minerales y vitaminas de la caña de azúcar, pero vamos un paso más allá en el refinamiento del producto. No es mala opción pero ¡mirad si tenemos otras muchas antes de esta!
–Azúcar integral de caña: De todas las opciones alternativas es la que menos nos gusta, ya que está mucho más tratado que el azúcar panela. Aquí el jugo de la caña de azúcar se le añade agua y se calienta para que se formen los cristales y luego se deja secar para poder envasarlos. Es un azúcar que conserva parte de los nutrientes de la caña de azúcar, rico en minerales y vitaminas, pero ya está muy manipulado, incluso siendo ecológico.
¡Ojo! No confundamos un azúcar integral ecológico con el azúcar moreno de Azucarera Española que no es más que azúcar blanco pintado con la melaza del azúcar, un paso más en el engaño al consumidor que cree que se trata de azúcar integral, cuando no es más que azúcar blanco maquillado. Tan malo como el blanquilla pero, además, más caro por ir disfrazado…
Y después de todos estos azúcares os hablamos de las que para nosotras son las peores opciones para sustituir el azúcar y que, sin duda, deberíamos desterrar de nuestra vida. Si eres diabético tienes opciones con IG bajísimos. Si no quieres engordar, tienes sustitutos poco calóricos (stevia, xilitol). No hay nada, para nosotras, que justifique el uso de estos edulcorantes sintéticos, algunos de ellos prohibidos en otros países. Os ponemos algo de ellos y su nombre para que los podáis distinguir en la composición de los alimentos. Nosotras sólo por llevarlos ya los descartamos de la cesta de la compra.
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Edulcorantes sintéticos
La peor alternativa al azúcar. De hecho en nuestro ranking estaría en esta posición el azúcar blanquilla y quizá por encima de ella ligeramente el eritritiol del que os hablamos más abajo. En este caso los ordenamos alfabéticamente porque ninguno de ellos nos parece una buena alternativa. Ni para los diabéticos. Pero, repetimos, es nuestro ranking.
–Acesulfamo K o E-950: La K es por el potasio de su fórmula Acesulfamo Potásico. Lo descubrió por casualidad una empresa alemana. Es un compuesto muy estable con unas características que lo hacen muy versátil en la industria alimentaria ya que se disuelve fácilmente en agua con lo cual se usa para edulcorar desde refrescos a zumos y toda clase de bollería industrial, ya que también aguanta temperaturas elevadas. Todo el Acesulfamo K que se consume es excretado por los riñones ya que no se metaboliza y por lo tanto no se acumula en el organismo. Tampoco lo metabolizan las bacterias de la boca con lo cual no provoca caries. Tiene un retrogusto algo amargo y por ello es mezclado con otros edulcorantes que ven potenciado su dulzor. En España la ingesta máxima diaria es de 9 miligramos por kilo de peso, pero si no es metabolizado ¿por qué hay dosis máxima? Pues porque a largo plazo podría ser cancerígeno y causante de diabetes está solo aprobado desde 1980 y hay pocos estudios.
–Aspartamo o E-951: Este edulcorante se descubrió también por casualidad en un laboratorio farmacéutico americano allá por los sesenta del siglo pasado y enseguida se hizo ver como el “sustituto ideal” para los peligrosos ciclamatos. Se ha hecho omnipresente en los últimos 30 años en todos aquellos productos bajos en calorías o sin azúcar, aunque detrás de él hay mucha controversia ya que tras muchos estudios, y muchas puertas giratorias, hay bastantes dudas razonables de ser el causante de tumores cerebrales, cáncer, leucemias, TDAH, alzheimer y otras enfermedades hoy en día tristemente cotidianas. Y es que la ingesta de aspartamo produce unas dosis elevadas de metanol tóxico al ser metabolizado. Si en una etiqueta ves el obligatorio “contiene una fuente de fenilalanina” seguro que se trata del aspartamo. Así que si crees que tomar colas zero son mejores para tu organismo, una vez más te engañaron.
–Ciclamato o E-952: Descubierto en 1937 en la universidad de Illinois no se usó como sustituto sin calorías del azúcar hasta 1950. Pero tras el descubrimiento del aspartamo, y todos los intereses políticos y económicos creados a su alrededor, fue prohibido en Estados Unidos como posible causante de cáncer. También está prohibido Japón, México, Venezuela y Chile. En cambio está permitido en la Unión Europea y la OMS no lo tiene catalogado como cancerígeno. En España se aconseja una ingesta máxima diaria de 7 miligramos por kilo de peso. Muchas bebidas light se endulzan con este ingrediente.
–Eritritol o E-968: Se trata de un polialcohol o azúcar alcohol, como el xilitol. En las frutas y verduras maduras que se apochan y fermentan aparece de forma natural, industrialmente es el resultado de la fermentación de los azúcares del maíz y trigo por las levaduras Moniella pollinis. El organismo tarda mucho en convertir el eritritol en glucosa con lo cual es apto para diabéticos, aunque en personas sensibles puede producir efectos laxantes y molestias intestinales. De todos los edulcorantes nos parece el más pasable.
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–Isomaltitol o E-953: Es un azúcar doble, dos glucosas, que de manera natural se produce en los granos de cebada germinada, pero sintéticamente se obtiene de la hidrolisis del almidón. No es digerible con lo cual es apto para diabéticos, no provoca caries. Últimamente se usa mucho en repostería, y en Masterchef, ya que aguanta más calor que el azúcar normal y al fundirse queda transparente y brillante y no absorbe humedad (el isomalt es ese azúcar que estiran y soplan como si fuera vidrio). Tiene la mitad de calorías que la sacarosa y es probiotico. Junto con el eritritiol nos parece de los menos malos, pero nunca es una opción alternativa al azúcar blanquilla.
–Maltitol o E-965: Otro polialcohol obtenido de la hidrogenación del azúcar maltosa del almidón. Este edulcorante es más aceptado que otros polialcoholes por que no tiene un efecto mentolado y no varía el gusto de los alimentos. Tiene la mitad de calorías que el azúcar, también se metaboliza lentamente con lo cual es apto para diabéticos, no provoca caries ya que no es metabolizado por las bacterias de la boca. Puede producir efectos laxantes ya que por osmosis tiende a absorber agua. Se incluye en muchos productos industrializados y confunde al consumidor ¡quien va a pensar algo malo de un ingrediente que nos recuerda a la malta, el café de nuestras abuelas!
–Manitol o E-421: Un polialcohol más, este obtenido de la hidrogenación del azúcar manosa. No solo se usa en la industria alimentaria como edulcorante bajo en calorías sino también en medicina ya que por su gran efecto diurético ayuda a rebajar la presión en casos de cólicos de riñón, tensión craneal… este efecto también es peligroso si no se tiene bajo control pues puede producir deshidratación y acidificación.
–Neohespiridina Dihidrocalcona NHDC o E-959: Este edulcorante sintético con ligero sabor a regaliz se obtiene a partir de la neohespiridina presente en las naranjas amargas, se suele utilizar con otros edulcorantes que tienen un regusto amargo al final. Principalmente se usa en salsas como de tomate o mayonesas. Puede producir náuseas y dolor de cabeza si se abusa.
–Neotamo o E-961: Es un edulcorante de última generación resultante de la reacción del aspartamo con dimetilbutil (la Bomba H de los edulcorantes artificiales). De gran poder edulcorante 1300 veces más que la sacarosa y casi 30 veces más que el aspartamo y mucho más resistente a las altas temperaturas que éste último con lo cual lo hace más versatil. Al metabolizarse no produce tanta fenilalanina como el aspartamo con lo cual no tiene la obligación de poner “contiene una fuente de fenilalanina” pero sigue teniendo el resto de contraindicaciones del aspartamo.
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–Sacarina o E-954i: Su origen está en el tolueno y otros derivados del petróleo. Petróleo. Al tener un regusto amargo se combina con otros edulcorantes. Está presente en toda clase de productos tanto alimentarios como refrescos, yogures, productos de dietética y aptos para diabéticos, a granel para endulzar cafés y tisanas… y en productos de higiene como pastas de dientes y colutorios. Por su origen puede provocar alergias y produce cáncer de vejiga en ratones pero no se ha podido demostrar que también lo provoque en humanos.
–Sorbitol o E-420: Se obtiene al reducir la glucosa del sirope de maíz y de otras frutas dulces como peras o melocotones. Se usa en muchos productos desde golosinas y chicles a productos de panadería y alimentos aptos para diabéticos. No provoca caries, pero si tiene efectos a nivel intestinal provocando flatulencias y diarreas que pueden ser graves y por ello no está permitido su uso en alimentación para menores de un año.
–Sucralosa o E-995: Se obtiene de manera sintética del azúcar de caña que es sometido a una halogenación (se sustituyen átomos de carbono por átomos de cloro) siendo 600 veces más dulce que la sucrosa pero con apenas calorías. El organismo no la reconoce como carbohidrato con lo cual no se metaboliza y por tanto no pasa al torrente sanguíneo ni aumenta el azúcar en sangre y por ello es apta para diabéticos. Los ingredientes halogenados son cancerígenos y a pesar de no metabolizarse, no está exento de polémica su uso.
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Y después de todo lo dicho RESUMIMOS:
– No hay alternativa buena a los 110 gramos de azúcar que como media consume un español medio. No y punto.
– La mejor forma de endulzar es usar fruta entera sin glasificar. Dátiles y orejones secos son nuestros preferidos (si quieres una receta de caramelo de dátil, Lala Kitchen tiene una que quita el sentío). Y el plátano sirve para hacer cremas y helados maravillosos.
– Si lo que quieres es hacer una sustitución más saludable del azúcar sin llegar a esos 110 gramos, nuestras mejores tres opciones son la stevia, la miel y el xilitol, seguidos de cerca del amazake y el sirope de dátil y un poquito más alejados los azúcares de palmera (coco, palmyra, arenga), así como el de panela. Pegadito a ellas los siropes de yacón, ágave y arroz. Un pasito por detrás el sirope de arce, el de remolacha y el concentrado de uva. Y por último el azúcar mascovado y el azúcar integral de caña.
– Por detrás de todos ellos los edulcorantes artificales. Nosotras no se los daríamos ni a nuestro peor enemigo.
¿Cómo reduzco el nivel de azúcar de mis hijos?
Vale. Las personas somos muy extremistas. Si estás dentro de esta ola de la Green Attitude, quieres llevar una vida más sana y ecológica y lees este artículo, es muy probable que te reafirme lo que ya llevas tiempo rumiando: que el azúcar es bastante más malo de lo que nos cuentan y es imperioso reducir su consumo. Y si tienes hijos puedes ver día a día como la adicción por el dulce les gana todas las partidas. Y te preguntas ¿Cómo lo hago? ¿Cómo reduzco su consumo de azúcar en casa? ¿Y en el cole? ¿Y qué le digo a mi familia para que no le compre mier** para merendar? Todo eso os lo respondemos en la última entrega de este especial sobre el azúcar.