Blanca, roja, verde o marrón. Sea cual sea su color, las arcillas Loelle tienen algo que nos encandila. Quizá sea porque es uno de los productos de belleza más antiguos (y usados) del mundo. Quizá sea por sus miles de usos. Tal vez por su suavidad y sus preciosos tonos.
Sea como fuere, las arcillas Loelle, distribuidas en España por Etiqueta Bio, son un tratamiento para la piel de primer orden (también se pueden tomar por vía interna, pero en de esos menesteres no hablaremos hoy).
Hoy os vamos a hablar un poco más de cada una de ellas y sus usos, porque cada una está indicada para un tipo de piel y tiene unos efectos diferentes.
Las arcillas son, ni más ni menos, que rocas sedimentarias descompuestas. Se extraen en minas a cielo abierto y se dejan secar al sol. Posteriormente se muelen.
Puede parecer un proceso sencillo ya que las arcillas, además de ser usadas para centenares de tipos de cosméticos, se pueden adquirir en polvo, como estas de la marca danesa Loelle, para que las elabores tú.
Porque las arcillas al mezclarse con agua, hidrolatos o aceites adquieren plasticidad y las hace idóneas para su uso como mascarillas. Pero no solo eso. Su elevado contenido en minerales y sus propiedades terapéuticas las hacen idóneas para baños de asiento, emplastos, vendajes y mil y un usos más.
Algunos de los mineras que contienen (en diferentes proporciones, dependiendo del tipo de arcilla) son:
Magnesio: además de estimular la síntesis de colágeno y elástina de la piel, es un elemento clave para la elasticidad del tejido conjuntivo. Diversos estudios avalan la suplementación de este mineral para la mejora de la presión y del tono muscular y, en concreto, este artículo habla de la absorción del magnesio por vía dérmica para mejorar nuestra piel y nuestro organismo. Y que luego digan que la piel no absorbe nada…
Además, las pieles con dermatitis mejoran a través de la suplementación con magnesio, un mineral que está presente de forma natural en las arcillas,
Potasio: Ayuda a mantener el balance hídrico de las piel, además de ser vital para el mantenimiento de músculos y tendones.
Calcio: no solo está presente en los huesos, sino que el calcio es vital para la piel, ya que mantiene el pH en condiciones óptimas. El descenso de los niveles de calcio en la piel con la edad, un descenso que se aprecia también en pieles con dermatitis atópica y psoriasis y su incremento afecta de forma positiva a la barrera cutánea.
Zinc: es un oligoelemento vital para el desarrollo de nuevas células y del ADN, además de reforzar el sistema inmunitario de la piel. Por eso no es de extrañar que muchas de las cremas de pañal o para la dermatitis atópica contengan óxido de zinc.
Silicio: uno de los elementos fundamentales de la piel y decisivo para la formación de colágeno, del cabello y las uñas, para tener el tejido conjuntivo sano, sobre todo las fibras musculares. Su aporte mitiga el daño en enfermedades como artrosis y artritis, además de suavizar la piel.
Selenio: Junto con el zinc contribuye al buen funcionamiento de sistema inmune. Quizá por eso diversos estudios han probado los excelentes resultados de las arcillas para reducir las dolencias de rosácea, dermatitis, eccema, acné y otros problemas dermatológicos.
Por todas sus virtudes y aportes minerales, las arcillas son ampliamente usadas en cosmética tanto en la elaboración de mascarillas como en cremas faciales, solares, champús, dentífricos…
Pero vamos a hablaros ya de cada una de las variedades de las arcillas Loelle y cómo podemos usarlas.
Arcilla verde, Montmorillonite o Bentonite
Esta arcilla es la más joven de todas y la más activa, ya que el estadio evolutivo del mineral está menos avanzado. Esta arcilla tiene un alto poder de absorción y adsorción (la capacidad quelante y detoxicante de las arcillas es ampliamente conocida, incluso se perfilan como potentes tratamientos para depurar el agua) y es muy rica en magnesio.
Su alta capacidad de absorción la hace idónea para pieles con acné y grasas, ya que a esta capacidad de retirar la grasa se le añade la de los minerales como el magnesio, zinc y selenio para mejorar la piel.
Es la arcilla más todoterreno y es la que te recomendamos a no ser que tengas la piel seca o muy sensible. Entre las propiedades de la bentonita destacan la capacidad antiséptica, remineralizante, seborreguladora (además de eliminar espinillas y puntos negros) y cicatrizante.
En este sentido cabe destacar un estudio comparativo entre la caléndula y la arcilla verde en la dermatitis de pañal. La caléndula es una de las plantas más importantes para calmar y tratar las pieles dañadas y está presente en casi todas las cremas de pañal naturales.
En este estudio se demostró la superioridad de la bentonita para tratar las dermatitis de pañal. Así el 88% de las lesiones mejoraron en las primeras seis horas en el grupo de bebés tratados con arcilla, mientras que en el grupo de la caléndula lo hicieron el 54%.
En los primeros tres días de tratamiento el 86% de los bebés del grupo tratado con arcilla verde se recuperó completamente, mientras que con la caléndula lo hicieron poco más de la mitad de los peques (concretamente el 52%).
Puedes encontrar esta arcilla en Idun Nature por 14,95 euros el bote de 150ml.
Arcilla blanca o caolín
De todas las arcillas Loelle es la más suave. Perfecta para ti si tienes la piel seca o madura ya que tiene un pH ácido (5.0) muy compatible con la piel, en comparación con la alcalinidad de la arcilla verde (con un pH de 7).
Estructuralmente es similar a la arcilla verde, pero no contiene ni fósforo, ni cloro ni zinc.
Se usa mucho en exfoliantes, dentífricos, mascarillas…
Tiene un efecto suavizante y calmante notable y las pieles delicadas agradecen su uso. Con ella también puedes elaborar tu propio desodorante añadiendo unas gotas de aceite vegetal y esencial ¡funciona muy bien!
Esta arcilla blanca en envase de 150ml la tienes en Idun Nature por 14,95 euros.
Arcilla roja o kaolinite
El color de la arcilla roja se debe a su alto contenido en hematita y a los óxido de hierro y cobre que contiene.
Es una arcilla bastante grasa, con escasa capacidad absorbente y absorbente y, sin embargo, tiene muchas propiedades para las pieles con dolencias como psoriasis, comezón, rosácea… Es nuestra preferida.
Esto es porque tiene las propiedades curativas de la arcilla verde pero sin su alto poder secante, por lo que es adecuada para pieles sensibles que sufren o para pieles que ya no son tan grasas como la nuestra.
Eso sí, a pesar de ser un potente remedio debemos usarlo cuando no estemos en época de brote.
Nosotras las hemos usado las tres poniéndolas en un recipiente de cerámica o cristal (nunca metálico para que los minerales que contienen las arcillas no reaccionen) con agua hirviendo. La removemos con una cuchara de cerámica o madera hasta que adquiera la consistencia deseada y la dejamos atemperar o enfriar, según queramos.
Podemos elaborarla con agua y después añadir un hidrolato sin calentar hasta conseguir la textura deseada.
Puedes añadir aceites esenciales y vegetales para incrementar su poder, como el aceite de higo chumbo de Loelle que es conocido como el bótox natural o el de rosa mosqueta de la misma marca.
El precio de esta arcilla roja tan bien presentada es de 14,95 euros.
Por último os queremos hablar de otra arcilla, la más famosa de todo Marruecos.
Rhassoul o Ghassoul
Se trata de una arcilla volcánica originaria del Atlas y sus propiedades son maravillosas, ya que tiene mayor concentración de minerales. Tiene mucha capacidad detergente, por lo que no solo se usa como mascarilla, sino como champú.
Deja el cabello muy limpio (eso sí, recomendamos usar acondicionador después y el último enjuagado con vinagre de manzana). Es ideal para llevar de viaje, para personas con SQM, con dermatitis y para afecciones dermatológicas severas causadas por bacterias, ya que tiene un alto poder bactericida.
Durante milenios se ha utilizado este polvo para limpiar, desinfectar y sanar la piel y el cabello y sus usos cosméticos son enormes. Con este bote de arcilla Loelle podrás limpiar tu cabello, hacerte mascarillas para eliminar impurezas y puntos negros y tener la piel fantástica.
Y al estar en polvo y ser tierra te durará toda la vida.
¡Ah! y ahora que decimos lo de la tierra. Es cierto que la arcilla es arcilla al fin y al cabo, pero el origen y la forma de extracción de la misma es muy importante. Las arcillas Loelle son 100% libres de metales pesados, dioxinas y otros tóxicos, han sido secadas al sol garantizando los procesos naturales y no han sido ionizadas, demás de haber pasado un riguroso control. Así que no todas las arcillas son iguales…
El precio de este Rhassoul de 220 ml es de 11,95 euros en Idun Nature.
y tú ¿conocías todas las propiedades de las arcillas?