Caja de Navidad ecológica, la ilusión navideña de MeetBio

Una de las cosas que recuerdo con más emoción de mi infancia era cuando mi padre llegaba con la caja de Navidad. Así que no os imagináis la ilusión que me hizo que desde MeetBio me propusieran crear mi propia caja de Navidad y ver cómo Leo la recibía con la misma ilusión que yo hace décadas.

Pero, claro, las cajas de Navidad de mi época, nada tenían que ver con estas que nos propone MeetBio, ya que en esta tienda ecológica no solo apuestan por los productos certificados ecológicos (donde lo importante no es lo que llevan, sino lo que no contienen), sino que apuestan por familias, historias y tradiciones con nombre y rostro.

Porque no cualquier marca ecológica está en MeetBio. Mari y Meri seleccionan con sumo cuidado cada uno de los productos donde no solo cuenta la certificación, el sabor o los resultados, sino que pesa mucho en su elección las historias que hay detrás de cada uno de esos proyectos, de cada una de esas marcas, de cada uno de esos alimentos, cosméticos o accesorios.

Por eso, cuando elegí estos productos para hacer esta caja de Navidad, no solo busque el sabor o las combinaciones que me gustaran, sino también opté por empresas que, gracias a MeetBio, conocía sus historias. Historias que merece la pena conocer y apoyar (amén de que hace unos productos deliciosos en los que a cada bocado se puede saborear el alma que ponen quienes la elaboran).

Una cajita dulce y salada para regalar (te) estas fiestas por menos de 50 euros donde hay un poco de mí, de mi historia, de mi vida. Os cuento por qué he elegido estos productos para mi familia y la tuya.

Caja de Navidad MeetBio Sweet & Salty by Nina Benito

Ocho productos componen esta caja de navidad ecológica que he llamado Sweet & Salty porque lleva un poco de todo, un poco de dulce, un poco de salado…

Los tres productos salados que he elegido son:

Aceitunas negras del Bajo Aragón de Casa Amella, con hierbas aromáticas que le dan un toque diferente a estas increíbles aceitunas que nunca faltan en casa. Podría comerme dos botes al día sin pestañear.

Como sabes, las aceitunas son fuente de grasas saludables y una gran opción como aperitivo. Lamentablemente la mayoría de las aceitunas que encontramos en en mercado contienen potenciadores de sabor como el Glutamato Monosódico, un ingrediente muy controvertido que jamás verás en las aceitunas ecológicas.

Mientras las autoridades sanitarias insisten en su inocuidad en las dosis indicadas, no se contempla el efecto cóctel diario. Es decir, tenemos limitaciones de este aditivo que potencia el sabor de los productos en cada uno de ellos. Pero ¿Y cuando el 50% de los productos que se comercializan en un supermercado contienen este E-621 y nos llevamos a casa varios aperitivos, sopas y alimentos preparados con el máximo permitido?

Diversos estudios apuntan a riesgos importantes para la salud, como el que plasma el incremento de la tasa de oxidación, el que indice en la inducción a la muerte de las células cerebrales, o el que señala este ingrediente como un potente neurotóxico que causa degeneración neural en el eje hipotálamo-hipófisis-gonadal, es decir, en la reproducción.

Un tema muy importante del que casi nadie habla…

Junto con estas aceitunas de sabor increíble sin necesidad de añadirle mierdas, tenemos el aceite de Unolivo. Una marca con la que hemos colaborado muchas veces para hacer nuestras catas de aceites y que nos encanta, tanto por su sabor como por su historia, donde la tradición familiar de generaciones se convierte en una empresa donde la excelencia es el punto de partida. Así obtienen un aceite que ellos califican como ‘soberbio’, y nosotras damos fe de ello.

Para poner en ensaladas, en un plato con pan y lascas de sal, para aderezar verduras y poner un chorizo en nuestras cremas y caldos navideños. Casa con todo.

Y qué decir de la crema de calabacín… La elegimos por su sabor y porque ahora que se acercan días de tomar mucho dulce, mucha comida y muchas celebraciones alrededor de una mesa abundante, poder hacer un pequeño reset con esta crema de calabacín y regalarnos un día de ligereza se me antojaba un regalo divino.

La mermelada de tomate, por su lado, combina con todo y vuelve elegantes platos diarios como una tabla de quesos, pero también está deliciosa con crudités vegetales o con pan a secas. ¡Es un vicio!

Como colofón de fiesta, sacamos los turrones, los cafés y la cascaruja (en Valencia es tradición sacar junto con los turrones algunos frutos secos, dátiles e higos).

Por eso, para esta caja de Navidad he seleccionado el increíble turrón de chocolate crujiente Nutxes (un verdadero vicio como todo lo de esta marca de maestros turroneros de Xixona), el café ecológico de tueste natural (imprescindible para un final de fiesta óptimo para continuar con las conversaciones) y los higos Baby Spanish Figs de Ecoficus, unos higos ‘calabacita’ deliciosos que son la base de la economía local del pueblo cacereño Almorahín, donde se cultivan desde hace generaciones en comunión con la naturaleza.

Unos higos selectos que nos encanta tomar tanto solos como con nueces dentro y que nunca faltan en nuestra mesa navideña, esa que se prolonga hasta altas horas de la tarde o de la noche en el salón de mi madre, con el árbol repleto de luces, recogidos y felices de, un año más, celebrar las Navidades.

Para rematar esta deliciosa caja de Navidad ecológica he seleccionado el chocolate a la taza de Alternativa3. Porque en casa todas la Navidades se hacía una merienda de chocolate a la taza con pan del día anterior. Era la especialidad de mi padre. Es una tradición familiar que continúo cada año y que a Leo le encanta. Y qué mejor que hacerlo con un chocolate de calidad y ecológico ¡no se le puede pedir más!

Así que en esta cajita no solo he seleccionado productos que me enamoran de MeetBio, sino que son productos que dicen algo de mí, de mi historia y de mi vida, y qué mejor que compartirlo con vosotras a través de esta increíble tienda como es MeetBio.

Desde Orgànics Magazine y MeetBio os deseamos unas muy felices Navidades, y que celebréis cada segundo de esta vida que es el verdadero regalo.

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