A veces parece que la ciencia y la naturaleza estén reñidas. O, al menos, eso es lo que ciertos círculos quieren hacer ver al contraponer la cosmética convencional con la cosmética natural. Como si la segunda careciera de ciencia, de I+D, de investigación. Pero nada más allá de la realidad. La cosmética ecológica y natural es un verdadero laboratorio químico sustancias en constante evolución, de sustancias que interactúan entre ella y establecen sinergias y un bastión de innovación continua.
Y precisamente esas características son las que llevaron a nuestras protagonistas, Ana y Estefanía, dos licenciadas en Telecomunicaciones, a poner en marcha Caredamia, una tienda de cosmética natural que pone el acento en la cosmética de autor, en la cosmética más personalista, en esas marcas que nos enamoran porque detrás de ellas hay corazones que laten en sintonía con nosotras.
¿Cómo nace Caredamia?
Caredamia es una apuesta persona y profesional por un proyecto tiene todo lo que nos motiva: es un mercado innovador lleno de nuevas propuestas basadas en la ciencia, un producto de calidad que ayuda a las personas a sentirse y cuidarse mejor, y una forma decidida de contribuir a hacer de este mundo un lugar más sostenible, respetuoso y saludable.
Nos inspiramos viendo lo que ocurre a nuestro alrededor. Vemos cómo han evolucionado las tendencias en Europa y nos resulta claro que se avecinan cambios. En España ha aumentado la sensibilidad y la información con respecto a la cosmética y los productos que usamos en nuestra piel y que forman parte de nuestras rutinas de higiene y belleza diaria. Nos hace especial ilusión formar parte de un ecosistema tan positivo en valores, tan innovador y capaz de transformar la manera en que nos planteamos la belleza, el bienestar y la salud.
Caredamia es un lugar para la cosmética orgánica, los productos para la piel que estén hechos con ingredientes naturales, ecológicos y procesos productivos respetuosos. En Caredamia estamos continuamente evaluando, descubriendo y trabajando con marcas de autor y laboratorios de cosmética natural que destacan por su personalidad, por los valores que imprimen a su trabajo y a sus productos, por su voluntad de contribuir a una transformación positiva tanto en los usuarios de sus productos como en el planeta en el que vivimos. Una filosofía amable, muy profesional en cuanto a eficacia y muy generosa en cuanto a principios.
Y ¿por qué ese nombre?
Queríamos un nombre que representara, por un lado, la sensibilidad de las personas que eligen preocuparse por su entorno y su futuro, y, a la vez, el apego por las rutinas de belleza y cuidado personal, eligiendo cuidadosamente los productos y los rituales que mejor les sienta. Nos dimos cuenta de que ese “me importa” y ese “me cuido” suenan igual en inglés.
“We care” porque nos importa estar bien y contribuir positivamente con decisiones conscientes y responsables. Por eso nos fijamos en los ingredientes de nuestros productos naturales, prestamos atención a la sostenibilidad y el impacto en el medio ambiente y elegimos cuidadosamente lo que compramos y usamos.
“We care” porque nos cuidamos, cuidamos de nuestro cuerpo y de nuestra salud, de nuestro aspecto y nuestro bienestar y cuidamos de nuestro entorno y nuestro futuro. Nos cuidamos con rutinas de belleza y cuidamos a los demás, creando un mundo mejor.
También nos gustaba la sonoridad de los ingredientes naturales que hemos ido aprendiendo con los años: la camomila, el aloe vera, el aceite de macadamia… Y jugando con esos nombres que evocan naturalidad y bienestar nos dimos cuenta de que “Damia”, sinónimo de la buena Diosa, es uno de los nombres que recibió Cibeles en la antigüedad. Era la diosa que personificaba la fértil tierra y la naturaleza. Las ceremonias que se tributaban a esta diosa y que se hacían con los ojos cerrados y a oscuras se llamaban damias. Nueve días y nueve noches se pasaban en fiestas, danzas, cantos, etc.
Nos dimos cuenta de que era la combinación perfecta: esa celebración de lo natural, el bienestar y las pequeñas cosas que hacemos para contribuir a dejar un mundo mejor.
¿Qué hacen dos ingenieras de telecomunicación al frente de una tienda de cosmética bio?
Nosotras nos formamos como ingenieras de telecomunicación y nos especializamos en I+D+i. La innovación y el emprendimiento son lo que mejor hacemos y, por supuesto, lo aplicamos a los sectores y modelos que más nos apasionan, que están alineados con nuestros valores y con el futuro que queremos construir.
Nuestra especialidad es ver la tecnología como elemento transformador, aplicándolo a cualquier sector. Estamos atentas a los mercados que evolucionan y a identificar sectores donde se está haciendo una labor de liderazgo e innovación, donde podemos contribuir creando un espacio útil para nuestros clientes. En Caredamia hemos creado un proyecto con un equipo fuerte detrás, incluido a nuestro propio especialista en dermocosmética. Creemos en la revolución de lo natural, de lo saludable, del respeto por nuestra piel y sus necesidades, por una belleza más auténtica y duradera.
¿Por qué cosmética natural y ecológica con la de marcas convencionales que existen?
Cada vez estamos más concienciados sobre los productos que usamos, cómo han sido fabricados, qué ingredientes incluyen y cómo afectan a la sostenibilidad. En Caredamia nos aliamos con los usuarios y sus intereses, imprimimos nuestros valores y personalidad y nos aseguramos de que todo lo que está en nuestra web son productos que recomendamos.
En la cosmética convencional existen sustancias que se introducen en los procesos productivos (generalmente industriales) y pueden tener efectos secundarios, especialmente en dosis altas o en pieles sensibles. Nos encontramos alrededor de estas sustancias regulaciones contradictorias (en unos países está prohibido y en otros no) o la ciencia va arrojando información que nos indica que su uso debería revisarse. Hay estudios que están relacionando ingredientes frecuentes en la cosmética convencional con irritación de la piel (porque alteran la barrera natural de la piel), o estableciendo causalidad entre estos y un crecimiento anormal de las células. Incluso las fragancias sintéticas pueden generar problemas, pues pueden incluir alérgenos y otras elementos problemáticos. Tal y como lo vemos, no todo vale, y el hecho de algo no sea ilegal (todavía), no debería ser motivo para usarlo. Nos ponemos el umbral mucho más alto y buscamos la excelencia.
Muchos de los ingredientes que se incluye en la cosmética natural son los mismos que el cuerpo produce de forma natural, generalmente en abundancia durante la infancia y, con la edad, cada vez de forma más escasa. Obtener esos mismos activos de productos naturales y con procesos respetuosos para alimentar tu piel es el gran objetivo de la cosmética natural. Los “ingredientes inadecuados” y la síntesis artificial de productos consiguen peores imitaciones que lo que la naturaleza sabe crear y nuestro cuerpo aceptar.
El uso de ciertos químicos, tanto en el producto como en los procesos de producción, no solo es importante por cómo afecta a nuestra piel, sino por cómo afecta al planeta: estos ingredientes dañinos pasan al alcantarillado y acaban penetrando la tierra, filtrándose al aire, contaminando nuestro entorno.
Por eso, apoyamos la innovación, la búsqueda de nuevos métodos, la filosofía a favor de una cosmética muy respetuosa con el medio ambiente, que defiende estos valores en muchos pequeños detalles: a veces, apostando por la agricultura local, o por la innovación en agricultura orgánica, o por envases reutilizables, o todo ello a la vez. Cada pequeño paso a favor del planeta es también una apuesta por todos nosotros y por nuestro futuro.
¿Habéis tenido que luchar contra quienes piensan que la cosmética bio es una magufada?
Nosotras venimos del mundo de la ciencia, del I+D, de la ingeniería y somos muy analíticas. Sabemos lo que es el greenwashing, los reclamos pasajeros y los titulares de clickbait, pero todo eso no nos interesa. Nos acercamos al mundo de la cosmética natural con seriedad, con respeto, con profesionalidad y con espíritu innovador. Por fortuna, creo que estos mensajes están calando.
No huimos de la química, porque la química lo impregna todo, también el mundo de la cosmética natural. Pero sí nos fijamos en los ingredientes, en los procesos químicos que respetan sus propiedades, en el impacto y la sostenibilidad de su fabricación y deshecho, en la forma en que los ingredientes actúan sobre nuestra piel y nuestro cuerpo. En el universo natural de Caredamia, la química no es más que el arte de juntar ingredientes, crear recetas eficaces, olores y texturas, propiedades y resultados.
Escuchamos, leemos y hablamos con gente que se siente cómoda con la cosmética convencional. Recelan de los titulares apocalípticos y de las modas pasajeras. Se empieza con una voz en el desierto, pero, poco a poco, la información, el conocimiento y la ciencia se abren camino. La revolución de la cosmética natural ya ha arrancado.
Las marcas con las que trabaja Caredamia unen la tecnología a la naturaleza ¿por qué creéis que la cosmética bio ha estado tan denostada en los círculos científicos?
Existe un debate intenso que a menudo versa sobre los detalles: los umbrales, las formas de uso, cómo el producto debe ser retirado o limpiado, el impacto en las cadenas de producción y muchas otras cuestiones que son relevantes para usuarios y productores.
A menudo ocurre que los ingredientes que están bajo la lupa son dañinos en determinadas circunstancias (dependiendo de la dosis, la forma de aplicación y cómo de bien se retira con la limpieza al final del día), como por ejemplo el SLS. En otros casos, se van adquiriendo más y más datos que apuntan en una dirección, pero todas estas conclusiones se tienen que acumular y actuar sobre ellas, y eso lleva tiempo. Por ejemplo, ya se sabe que hay absorción a través de la piel de los filtros químicos en los protectores solares con nanopartículas, y se demuestra en nuevos estudios que la absorción es mayor de lo que se pensaba; además, estos filtros solares suelen llevar ingredientes activos cuya toxicidad está aún en estudio (como por ejemplo: inoxato, dioxibenzona, ensulizole, homosalato, meradimato, octinoxato, octisalato, octocrileno, padimato, sulisobenzona, oxibenzona, o avobenzona, que la FDA ha clasificado en la categoría III, es decir, recomienda más estudios para determinar su nivel de toxicidad en el cuerpo humano). Se sabe, por ejemplo, que esto causa problemas en pieles sensibles y que no son recomendables en bebés. Y, aun así, cuesta dar el salto y decir que productos con estas características no deberían ser de uso común y que hay que poner el foco en alternativas más saludables.
Como ocurre con todas las industrias, los círculos científicos y regulatorios suelen moverse despacio, acumulando evidencias y a menudo retrasando una conclusión que empieza a ser obvia para todos los que están observando. A menudo, estos ingredientes que dan la cara como perjudiciales e inadecuados forman parte de procesos productivos muy ventajosos, bien por el control que da a los fabricantes sobre los olores, texturas y aspecto que están intentando conseguir, bien por las cualidades que aportan para alargar la vida del producto.
Definís vuestra tienda como cosmética de autor, ¿qué es la cosmética de autor?
En Caredamia seleccionamos cuidadosamente los productos y las marcas que ofrecemos, cuidando que detrás de cada apuesta haya un equipo comprometido, independiente, con los que compartamos valores. Son marcas pequeñas, locales, cuya historia y motivación son importantes y explican su forma de funcionar.
Creemos en la cosmética eficaz, moderna, que utiliza la investigación junto con ingredientes naturales y ecológicos para crear los mejores productos para una belleza libre, saludable y respetuosa. Estudiamos qué proyectos están apostando por la sostenibilidad, pues no hay una sola estrategia: procesos productivos respetuosos, evitar ingredientes tóxicos que contribuyen a la destrucción de ecosistemas delicados, deshacernos del plástico, apostar por envases reciclables o biodegradables, priorizar los productos de kilómetro cero y otras muchas acciones que surgen como alternativas de impacto positivo. Si es un paso en la dirección correcta, queremos apoyarlo.
Nuestras marcas son compañeros del camino. Tienen su propia personalidad, que se deja ver en el mimo con que hacen sus productos, el tipo de ingredientes por los que apuestan o el foco en distintos retos de la piel.
¿Qué tiene que tener una marca para ser una marca Caredamia? ¿Cuál es el proceso de selección de las mismas?
Nuestras marcas son nuestros aliados y formamos un equipo. Elegimos siempre profesionales y fórmulasdonde encontrarás un respeto profundo por los ingredientes, por el hecho de que todos y cada uno de ellos sea bueno en sí mismo. Sobre todo: bueno para ti (más que para alargar fechas de caducidad u otras ventajas del proceso productivo); y bueno para tus valores: contribuyendo a un cambio positivo en tu entorno, tu comunidad y tu planeta.
Nuestra primera herramienta es el INCI. Estudiamos la lista de ingredientes, que es la principal fuente de información. Por eso, al que va de cara, con transparencia y con un INCI impecable, nosotros le damos un tipo de sello muy particular: el de nuestra confianza. Nos fijamos también en la calidad de los productos, si han sido evaluados, certificados o premiados por jurados de prestigio, y en las valoraciones de los usuarios, poniendo atención a la eficacia y a la experiencia de uso.
Una vez tenemos claro que los productos son verdaderamente naturales (sin greenwashing de por medio) y verdaderamente eficaces, vemos quién es el alma del proyecto. Nos gusta saber que vamos de la mano de profesionales, emprendedores, innovadores, científicos, estudiosos, amantes de lo natural y conocedores de la piel. Nos importa entender su motivación, sus objetivos y cómo toman sus propias decisiones: qué criterios utilizan para sus proveedores, para sus envases, para sus procesos de elaboración de productos.
La cosmética natural es mucho más que una moda: ha venido para quedarse. Es una cosmética moderna, eficaz, basada en la ciencia tanto como en el conocimiento tradicional de la naturaleza. Hay grandes profesionales, con exquisita formación y los objetivos muy claros, que están innovando el mundo de la cosmética y el cuidado de la piel. Afortunadamente, la gente se está concienciando, cada vez son más los que se apuntan a un consumo responsable y quieren entender mejor qué es lo que están utilizando y cómo están contribuyendo a su salud.
Contadnos cuál es vuestra rutina de belleza y los productos que usáis para ella.
ANA
Mi rutina de belleza empieza siempre con una buena limpieza, que en realidad es la parte más esencial para evitar problemas en la piel y prepararla para los productos que vamos a aportar. Como no podía ser de otra manera, utilizo el pack de doble limpieza facial con el Oleogel limpiador facial de Lamia, el Jabón ecológico de cannabis y naranja de Münnah y el Tóner facial de té verde y jengibre de Khorali. Esta combinación me permite hacer la limpieza en dos pasos. Primero queremos retirar sudor, bacterias, células muertas y utilizamos un limpiador basado en grasa. En la segunda fase queremos penetrar más en los poros para retirar cualquier tipo de impureza, y lo hacemos con un limpiador de base acuosa. Por último, tonificamos la piel, equilibrando el pH y con una fórmula muy potente cuyos ingredientes sentarán fenomenal a tu piel.
El sérum es una fórmula con una alta concentración de activos que tiene una textura ligera y se absorbe rápidamente. En mi caso, voy eligiendo el sérum en función de qué me esté pidiendo la piel. Justo ahora estoy pasando por una fase en que tengo la piel más reactiva (me suele pasar en primavera) y he incorporado el Elixir natural y ecológico para piel castigada o reactiva FUEGO OTOÑAL de Terai. Este elixir está basado en la sinergia de aceites vegetales y proporcionan confort, alivio, nutrición y vitalidad.
Para la delicada piel que rodea los ojos, la más fina y sensible de nuestro rostro, estoy utilizando un contorno de ojos maravilloso: el Contorno de ojos natural de Lamia. Me encanta el formato roll-on, la sensación de frescura y ligereza, muy suave y respetuoso, que me sirve para suavizar arrugas, reafirmar, reducir bolsas y aportar luminosidad.
Para la crema hidratante me estoy poniendo la Crema facial natural anti-edad Luscofusco de Herbolario Bio. Me gusta por su textura ligera, por su eficacia como tratamiento intensivo de prevención del envejecimiento y porque me ayuda a conseguir un tono de piel más uniforme, reducir pequeñas manchas y revitalizar la piel. Además, esta crema ha sido premiada en los Organics Clean Awards, y eso siempre es un valor seguro.
El protector solar es importante siempre, todo el año, pero ahora que empiezan los días fuertes de calor es absolutamente imprescindible. A mí me gusta la Loción de protección solar natural anti-edad para cara y cuerpo PFS 35+ de Wooden Spoon, que, no solo es 100% natural y vegana, sino que contiene un revolucionario óxido de zinc transparente que no deja manchas blancas y es muy fácil de extender. La solución perfecta para una protección alta y una piel nutrida.
Una vez a la semana me aplico la Mascarilla exfoliante natural Pureza Mágica de Terai, que es de grano fino, con aroma natural a canela, 100% natural. Esto me ayuda a liminar las células muertas acumuladas en la epidermis que el cuerpo ha sido incapaz de retirar. Además, gracias a la exfoliación, se puede conseguir ese extra de hidratación en las capas más profundas de la piel.
Y aunque solo me has preguntado por la rutina de belleza, aprovecho para recordaros que la cosmética natural la podemos llevar a todos los pasos de nuestra higiene diaria. Por eso, yo estoy utilizando el Gel de ducha sólido con aroma herbal Nostalgia de Banbu, el Shampoo Bar Be Natural Champú y Acondicionador Sólido de Khorali, el Cepillo de dientes de madera de bambú de Banbu y el Dentífrico Orgánico de Münnah.
ESTEFANÍA
Hay algunos productos de mi rutina que están muy establecidos y otros con los que me gusta mucho ir variando y probar distintos productos. Además, distingo entre la rutina de noche, donde reservo productos específicos, y la de la mañana, que como suelo ir con prisa voy muy al grano.
Mi último descubrimiento es la Leche limpiadora de rostro, ojos y labios de Savages, con una fórmula excelente que ayuda a limpiar y tonificar el rostro, combatir y prevenir las manchas (muy importante ahora en primavera) y que además regulan y tratan la flacidez y las arrugas. Me encanta la textura y es perfecta para limpiar en profundidad, también para pieles sensibles.
Después de retirar bien el maquillaje y la suciedad del día, me pongo el Sérum antimanchas nocturno Luz de Münnah. Lo utilizo como tratamiento nocturno intensivo, que tiene un efecto regenerador en la piel gracias a su alto contenido de vitaminas y aceites.
Por las mañanas me va genial el Contorno de ojos natural Bye Bye Panda’s Eyes, que me ayuda a librarme de los madrugones con ojeras, bolsas u ojos hinchados. Tiene extracto de pepino y agua de hammamelis, que ayudan a descongestionar la mirada. Mi crema hidratante es la Hidratante facial natural para piel mixta Fresh Cream de Khorali. Sin sensación de pesadez, mantiene la hidratación todo el día y tiene una textura crema-gel que me encanta. Suaviza, calma y refresca.
Por las noches, además, intento hacerme un masaje facial con el Jade Roller de cuarzo blanco de Banbu. Ayuda a estimular la producción de colágeno para la piel y aliviar la tensión. Es perfecto para drenar la piel, tonificarla, mejorar su elasticidad y uniformizar su color.
Ah, y… otra cosa. Después de años de pelo que no era ni liso ni con onda bonita, por fin he entendido lo que necesitaba. Me he pasado al método curly. No dejéis de probar el Pack para el cuidado de los rizos que incluye Acondicionador sin aclarado de Rulls y Gel definidor de rizos de Rulls. Ha supuesto una auténtica revolución que por fin le saca partido a mi cabello.
¿Dónde veis Caredamia en 5 años?
Nuestra visión es que Caredamia sea el sitio de confianza al que vamos para encontrar nuestros productos de cosmética natural, sabiendo que todos han sido cuidadosamente seleccionados. El lugar al que acudimos para las consultas personalizadas, que nos ayuden a encontrar el producto que mejor nos encaja. La satisfacción de saber que estamos apostando por marcas con valores y estamos avanzando en la dirección de lo natural y sostenible. Un sitio pensado para un consumo responsable y adaptado a nuestras necesidades y una celebración de las rutinas de belleza y bienestar.
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Y al igual que Ana y Estefanía eligen determinadas marcas como compañeras de camino por compartir con ellas filosofía y modo de ver la cosmética y, si me lo permitís, casi la vida, nosotras también elegimos las tiendas con las que compartimos ese modo de entender la cosmética, esa forma en la que sumamos y miramos juntas hacia un mismo punto. Uno en el que la única cosmética que exista sea aquella que es amable con la piel y, al mismo tiempo, con el medio ambiente. Aquella donde el I+D no está reñido con el km0 y con productos donde aún se respira su artesanía.
Por eso deseamos que Caredamia tenga un viaje largo y apasionado y que apostéis por ella para hacer vuestras compras. Porque con cada euro que gastamos estamos apostando por el mundo que queremos para nuestro futuro. Y el nuestro queremos que esté plagado de tiendas con alma como Caredamia.