¿Buscas un champú sin sulfatos y un acondicionador sin siliconas? Münnah tiene la respuesta

¿Buscas un champú sin sulfatos y un acondicionador sin siliconas? ¿Estás harta del greenwashing de las marcas que te dicen una cosa y luego ponen lo que les da la gana en sus productos? ¿Quieres pasarte al lado bio de la vida pero te armas un follón con tanto ingrediente y tanto claim marketiniano?

Pues respira hondo porque Münnah tiene la solución a tus problemas.

Pero hoy no solo os vamos a hablar de su champú sin sulfatos y su acondicionador sin siliconas. No. También os vamos a hablar de su sérum capilar en aceite.

Vamos por partes

Champú sin sulfatos ecológico Münnah

Muchas veces nos preguntáis por champús sin sulfatos, porque os han vendido que los sulfatos son malos. 

Pero no es cierto. O no del todo. 

Cuando hablamos de sulfatos hablamos de un tipo de tensioactivos muy concretos con una buena capacidad de detergencia y una particularidad que nos encanta: hacen mucha espuma. Y la espuma, en nuestro imaginario colectivo, es igual a limpieza. 

Pero es mentira. La espuma no es equivalente a la limpieza. 

Pero si usas un champú que no hace espuma, gastas medio bote y piensas ‘vaya mier** me han vendido, esto no limpia’. Échale la culpa a las películas americanas y sus bañeras con un metro de espuma. Sobre todo a ella, a la Roberts en Pretty Woman.

De un tiempo a esta parte se ha empezado a hablar mucho de si los sulfatos son malos o buenos. Y todo por culpa del Sodium Lauryl Sulfate (SLS), uno de los surfactantes más agresivos del mundo de la cosmética. Tanto que durante mucho tiempo se ha tomado como base para saber si un ingrediente era agresivo o no. 

Y la industria, después del aluvión de casos de dermatitis, decidió darle al mercado un hermano menor y suave: el Sodium Laureth Sulfate (SLES). Un ingrediente sintético que está detrás de la mayoría de los champús ‘no más lágrimas’ para los peques.

Ya tenían el ingrediente perfecto: barato, con gran capacidad de detergencia, altamente espumante, suave con la piel y las mucosas… Solo tenía un pequeño problema. Para elaborarlo se había llevado a cabo un proceso de etoxilación, es decir, se había hecho pasar al SLS por un proceso de óxido de etileno. Un gas polivalente catalogado por la IARC como carcinógeno seguro. 

La IARC es la rama de la OMS centrada en el cáncer. Sus monográficos analizan los estudios que hay sobre determinados ingredientes y en base a ello establecen unas conclusiones. El óxido de etileno está catalogado como Grupo 1, carcinógeno seguro para el ser humano.

Por eso está prohibidísimo en la cosmética. Como ingrediente. Pero no como traza, ya que al elaborar el proceso de etoxilación pueden quedar trazas de óxido de etileno y de un subproducto que se genera en el proceso, el 1,4-Dioxano, otro ingrediente carcinógeno clasificado como 1B por IARC, probable carcinógeno para el ser humano.

Y todo eso te lo llevas con tu champú ‘No más lágrimas’. 

Así que, igual que la industria de la cosmética convencional se ha adueñado de todos y cada uno de los movimientos sociales para pervertirlos, también con el movimiento en contra de los sulfatos ha hecho lo mismo. De esta forma ha creado champús con grandes eslóganes de champú sin sulfatos, pero lo único que han hecho es eliminar el Sodium Lauryl Sulfate, el sulfato ‘padre’ de todos los demás (y sí, muchos champús que se anuncian sin sulfatos pueden llevar SLES, yo me quedo de pasta de boniato). 

Pero no solo eso. Algunas marcas entienden que los sulfatos como el Ammonium Lauryl Sulfate o el Sodium Coco Sulfate, admitidos por las certificadoras, no son sulfatos.

Pero sí lo son, y si te dicen que no lleva sulfatos, no debe llevar ninguno de ellos, a pesar de que no todos ellos sean malos. Pero ya sabemos, ante la confusión del público, vamos a hacer caja.

Porque detrás de tu champú sin sulfatos convencional están otros surfactantes no menos dañinos, como las sales de amonio cuaternarias Quaternium-22, Cetrimonium chloride, Behentrimonium cloride, o los tensioactivos aniónico (con carga negativa, como los sulfatos) como los sulfonatos (Sodium alkylbencene sulfonate), aunque son menos comunes. 

En definitiva, que un champú sin sulfatos no tiene necesariamente que ser mejor que uno con sulfatos. 

Y ahora que ya os he hecho un lío monumental os hablo del champú sin sulfatos de Münnah.

Oye Nina, pero si nos has dicho que no todos los sulfatos son malos.

Y es cierto. Pero entre que algo no sea malo y poder optar por lo mejor. Hay un trecho. 

Y Münnah no solo ha hecho un champú sin sulfatos, sino que ha hecho uno de los mejores champús que he probado.

Cuando leí el INCI casi me pongo a llorar de alegría. Buscaba un sulfato certificado, aunque fuera a final del INCI. 

Pero nada.

Solo un glucósido de coco. Un surfactante tan suave que hasta te podrías beber el champú. Para mí el mejor agente limpiador.

Con los dos primeros ingredientes del INCI, la goma xantana para darle viscosidad y que no sea líquido totalmente, el ácido láctico para regular el pH y permitir un cabello suave y sedoso, y los dos conservantes que lleva, pues ya tendríamos un champú sin siliconas de 10.

Pero Nuria, de Münnah no se caracteriza por dejar las cosas a medias. Siempre busca la excelencia, y eso nos encanta. 

Porque este champú lleva hidrolato de lavanda, que calma el cuero cabelludo sensible (y el peques les ayuda a relajarse), aloe vera y glicerina vegetal, me mantienen el cabello hidratado y, por lo tanto, flexible, aceite de jojoba y de ricino, el primero una cera vegetal perfecta para nuestro cuero cabelludo y el segundo es el aceite más usado para el tratamiento de las pestañas por su compatibilidad con la queratina de nuestro cabello, así como aceite de coco. 

Como sabéis, para nosotras el aceite de coco es uno de los ingredientes mágicos para el cabello. Y completamos la parte grasa con la manteca de karité.

Después tenemos una serie de extractos naturales como el Fucus, que inhibe la respuesta infamatoria en casos de dermatitis atópica, por lo que es perfecto para personas con esta dolencia, además de tener un potencial como antioxidante y proteger el cabello frente a la radiación ultravioleta. En el mismo sentido actuaría el extracto de hibisco, mientras que la caléndula ¿qué os voy a contar de la caléndula? Pues que es la reina de todas las flores para el cuidado de la piel atópica (con perdón de la manzanilla). 

Todo este es-pec-ta-cu-lar INCI va envuelto en la delicadeza aromática del plan plan, la mandarina y el ciprés, otorgándole un aroma único, dulce, cítrico y balsámico al mismo tiempo. 

Coco glucoside, Water, Lavandula angustifolia flower water* (hidrolato de lavanda), Aloe barbadensis juice leaf* (aloe vera), Glycerin* (glicerina vegetal), Simmondsia chinensis seed oil* (aceite de jojoba),  Ricinus communis oil* (aceite de ricino), Cocos nucifera oil* (aceite de coco), Butyrospermum parkii butter* (manteca de karité), Fucus vesiculosus extract (extracto alga fucus), Hibiscus sabdariffa flower extract* (extracto de hibisco) , Calendula officinalis flower extract* (extracto de caléndula), Xanthan gum, lactic acid, Sodium Benzoate, Potassium Sorbate, Cupressus sempervirens oil*(aceite esencial de ciprés), Cananga Odorata Flower Oil* (aceite esencial de ylang-ylang), Citrus reticulata peel oil* (aceite esencial de mandarina)

(*) Ingrediente ecológico certificado

¿Y los resultados? Bueno, los resultados son asombrosos. Asombrosos porque jamás hubiera pensado que con semejante limpieza de INCI pudiéramos tener un champú tan efectivo. Obviamente, si es tu primer champú en el mundo bio quizá no sea el más adecuado (a no ser que quieras ir a por todas y apostar por la excelencia), pero si ya llevas tiempo en esto, si tienes la piel muy delicada, sufres rosácea, eccema o dermatitis o, simplemente, quieres el champú más inocuo del mundo para tu familia. Este, sin duda, es tu champú.

Tan suave que lo puedes usar en tu bebé y será mil veces mejor que esos que anuncian para ellos en la tele.

El precio de este champú sin sulfatos certificado por Bio Inspecta es de 12,90 euros el tamaño de 250 ml en la web de Münnah, y también tienes el de medio litro por 22,90 euros.

Acondicionador sin siliconas Münnah

Junto con el champú sin sulfatos siempre buscamos un acondicionador sin siliconas. Son la pareja perfecta.

Y de nuevo la industria de la cosmética convencional te la da con queso. 

Dentro de lo que se llaman siliconas tenemos un gran número de ingredientes. Sin embargo, químicamente hablando solo hay unas pocas siliconas auténticas (las que acaban en -cone o -xane). Por eso, cuando las mancas convencionales te dicen que sus champús no llevan siliconas, imaginamos que no lleva ninguno de esos compuestos plastificantes que recubre nuestra queratina natural y convierte nuestro cabello en un tubo de plástico brillante, suave y totalmente artificial. 

Pues no. 

Cuando una marca de cosmética convencional te dice que tiene un acondicionador sin siliconas solo se refiere a las que químicamente lo son. Y no te está engañando, solo está diciéndote una verdad a medias. 

Porque se deja las siliconas hidrosolubles, como los polyquaterniums o los PEG que actúan de la misma forma (y son derivados petrolíferos igual) pero no son siliconas. Desgraciadamente la inmoralidad en la UE es legal. 

Por eso tenemos que aprender a leer un INCI o confiar en marcas certificadas como Münnah, donde su champú sin sulfatos es un champú sin sulfatos de verdad y su acondicionador sin siliconas es un acondicionador sin siliconas ni otras muchas porquerías que le ponen para que tu cabello sea tan real como el del papel couche.

Pero Münnah no. El de esta marca madrileña sí es un acondicionador sin siliconas de ningún tipo. Y no solo no lleva ingredientes perjudiciales, sino que está repleto de otros muchos que son divinos para tu cabello, tu organismo y la naturaleza.

Muchas veces olvidamos que todos esos agentes derivados del petróleo son tóxicos para el medio ambiente. Que son plásticos que se acumulan a todos los demás. La perspectiva medioambiental está muy poco contemplada en general, pero en cuanto a toxicología mucho menos y, de nuevo, el ser humano solo se preocupa por aquello que le puede herir a él, como si viviéramos aislados en una burbuja…

Por eso las marcas ecológicas, y lo digo mucho pero es para que se os quede bien grabado, te benefician aunque no las consumas. Porque no utilizan tóxicos que acaban en nuestros acuíferos, en nuestras verduras, en nuestra carne y pescado, sino que ayudan a conservar la biodiversidad, una biodiversidad cada vez más amenazada por los pesticidas y los tóxicos. 

Así que, este acondicionador sin siliconas deja tu cabello reluciente, suave y perfecto.

La verdad es que hace tiempo que no uso acondicionador. Me hice un tratamiento con henna y el cabello me quedó muy brillante, por lo que no tenía la impresión de necesitarlo. Lo primero que me encantó fue su aroma, dulce y delicado al mismo tiempo.

La textura es  suave, cremosa, ni demasiado sólida que se quede a pelotones ni demasiado líquida que se escurra por el cabello. 

Particularmente no me importa el color de los productos cosméticos, es algo que he aprendido a pasar por alto porque sé lo que esconde cada bello color, pero en el caso de este acondicionador sin siliconas es un color nude-beige precioso. Su composición contiene los extractos y grasas del champú, por lo que es perfecto para toda la familia, incluso para personas con dermatitis atópica. 

El resultado es un cabello muy suave, brillante (muy brillante, realmente no sabía cuánta falta me hacía), suelto y flexible. Probablemente de los mejores acondicionadores que he probado.

Hidrolato de lavanda*, Agua purificada, Manteca Karité*, Aceite Ricino*, Aceite de aguacate*, Aceite de Jojoba*, Extracto de Hibisco*, Extracto de Malva, Extracto de Fucus, Goma xantana,  Aceite esencial de Ylang Ylang*, Aceite esencial de Mandarina, benzoato sódico, Sorbato potásico, tocopherol (vitamina E)

El precio de este maravilloso acondicionador sin siliconas de Münnah es de 16,90 el envase de 250ml que cunde muchísimo.

Sérum capilar en aceite Münnah

Si aún no has incluido un aceite en tu rutina capilar, esta es una gran oportunidad. 

El sérum capilar de Münnah está elaborado con dulces aceites para aportar al cabello nutrición y tiene tantos usos que se convertirá en un aliado de tu cabello rápidamente. 

Para nosotras el uso más destacable de los aceites capilares es como tratamiento per-lavado.

Los aceites que contiene no solo nutren en profundidad el cabello y el cuero cabelludo, sino que ayudan a controlar problemas como picores y dermatitis. A nosotras nos encanta aplicarlo y dormir con él puesto. Si tu piel es reactiva te recomiendo que empieces por una exposición corta, ya que al contener aceites esenciales siempre hemos de ir con cuidado, a pesar de que los aceites seleccionados por Münnah son muy suaves y dermocompatibles.

Después de tenerlo el tiempo deseado has de lavar el cabello bien lavado. Notarás cómo está más hidratado, los rizos se recuperan mejor, está brillante y flexible. Y todo eso sin usar mier** en tu cabello.

El segundo de los usos que más nos gusta es para definir el cabello. Adiós al frizz. Eso sí, aquí te recomendamos que la primera vez lo hagas en casa cuando no vayas a salir. ¿Por qué? Porque dependiendo de la porosidad de tu cabello, su grosor y sus condiciones necesitarás más o menos aceite. 

Si has puesto poco a penas notarás la diferencia y si te has pasado, lo notarás. El cabello se quedará como a mechones y estéticamente bastante feo. El punto dulce del medio es muy sutil y hace que tu cabello esté libre de frizz, suelto y precioso. La diferencia puede estar en una gota, por lo que te recomiendo que pruebes con una sola gota en tu palma, la frotes contra la otra palma y pases las manos suavemente por el cabello.

Nina, ¿una gota en la palma de la mano? Pero si eso no se va a notar…

Créeme que sí. Si te falta, repites con otra gota. Así hasta que tu cabello quede perfecto para ti.

Si lo que quieres es evitar las puntas abiertas solo tienes que hacer lo mismo, aplicas una gota en la palma y la esparces con los dedos, después coges tu cabello como si fuera un pincel y pasas las puntas por la palma de la mano con el aceite. En este caso con una gota es suficiente.

También lo puedes usar para nutrir pestañas y cejas. 

Incluso lo puedes usar como aceite facial o corporal. Sí, sí. Su composición es tan limpia que puedes usarlo para lo que quieras. 

Y como se aplica tan poquito te dura una vida entera. 

Ingredientes: Simmondsia chinensis seed oil* (aceite de jojoba), Argania spinosa kernel oil* (aceite de argán), Helianthus Annuus Seed Oil*(aceite de girasol), Calendula Officinalis Flower Extract (extracto de caléndula), Citrus Reticulata Peel Oil (aceite esencial de mandarina), Cananga Odorata Flower Oil* (aceite esencial de ylang-ylang), Cupressus Sempervirens Leaf/Nut/Stem Oil* (aceite esencial de ciprés), Benzyl Benzoate**, Linalool**, Limonene**

El precio de este sérum capilar en aceite es de 19 euros en la web de Münnah.

Gel de baño dermoprotector de Münnah

Y no podemos terminar esta review sin hablar de otras dos pequeñas maravillas de esta marca de cosmética certificada Made in Spain: su gel de baño dermoprotector.

De nuevo la máxima pureza hace aparición con un único surfactante: el coco glucoside. Tan suave que es perfecto para toda la familia, incluso para el recién nacido. Mucho más suave que los productos que se venden en farmacia llenos de ositos y fotos de bebés. 

Se trata de un gel de baño que al ponerlo no hace casi espuma, solo se nota suavidad, como si pusieras una dulce gelatina aromática en la piel. Al enjuagar la piel notas que está limpia, pero suave, delicada. 

Sus ingredientes están sabiamente seleccionados para aportar lo mejor a la piel atópica, a la de los bebés, a la de las personas que atraviesan procesos oncológicos… a todos. 

Contiene hidrolato de manzanilla, extracto de caléndula y ácido láctico para mantener la microbiota de la piel sana y calmar las más delicadas. La glicerina retiene la humedad de la piel impidiendo que se reseque y el aceite de oliva la nutre y repara.

El aceite esencial de naranja no solo es suave con la piel, sino que tiene grandes propiedades bactericidas y aromaterapéuticas mejorando los problemas de sueño, de estrés y de ansiedad

En definitiva, un gel que no solo limpia la piel, sino que la cuida, pero de verdad. Sin añadir nada innecesario a tu cuerpo, sin eliminar nada imprescindible de tu piel.

Ingredients:

Coco glucoside, Water, Glycerin* (glicerina vegetal), Santolina chamaecyparissus water* (hidrolato de manzanilla), Aloe barbadensis leaf juice* (aloe vera), Olea europaea Fruit Oil* (Aceite de oliva), Calendula officinalis Flower Extract* (extracto de flor de caléndula), Lactic acid, Xanthan gum, Citrus sinensis peel oil expressed (aceite esencial de naranja), Sodium Benzoate, Potassium Sorbate.

El precio de este gel de baño dermoprotector ecológico es de 9,90 euros la botella de 250ml. 

Jabón natural Ph neutro  de Münnah

Y hemos dejado para el final el producto más sorprendente de todos. 

Un simple y sencillo jabón.

Para quienes amamos con locura los jabones naturales es un básico en nuestra ducha. Pero este de Münnah no lo termino de comprender… 

Me explico.

A pesar de que los jabones naturales son el mejor producto de limpieza que conozco, no es menos cierto que el proceso de elaboración (siempre en frío para no aniquilar las propiedades de los aceites, mantecas y extractos) da como resultado jabones maravillosos, normalmente sobreengrasados, pero con un pH alcalino (de 9 para arriba).

Nuestra piel tiene ese famoso manto ácido que es el que mantiene a raya muchos de los patógenos que habitan en ella (es como una especie de campo de batalla constante donde las bacterias buenas y malas bregan por ganar terreno). Pues bien, un pH alcalino inclina la balanza hacia los patógenos. Aunque no se sabe con precisión el mecanismo por el cual nuestra piel tiene un pH ácido (y depende de la zona de la piel, de la edad y de otros muchos factores, no es un todo), se sabe que los pH alcalinos no favorecen el manto ácido, y menos si hablamos de pieles con dolencias o personas que tengan infecciones ginecológicas recurrentes. 

Hasta que ha llegado Münnah y ha creado un jabón natural, ecológico y de pH neutro.

¡Ojo! Neutro no es igual al pH de la piel que es ligeramente ácido, pero sí es mucho más ácido que los jabones convencionales.

De hecho al usarlo no tenemos esa sensación de limpieza profunda (y algo abrasiva) de los jabones convencionales, sino que es mucho más suave y al terminar la ducha la piel está suave, cero tirante y no precisa crema hidratante. 

Así podemos tener el placer del jabón tradicional sin esas pequeñas molestias de algunos jabones excesivamente alcalinos.

Además, este jabón está elaborado con aceites y mantecas ricas y nutritivas, como los aceites de oliva, coco, girasol o cannabis, así como las mantecas de cacao y karité. Un toque de naranja pone el punto final a un jabón tan suave como excepcional. 

Perfecto para la higiene de toda la familia.

Ingredientes: Water, Olea europaea fruit oil* (aceite de oliva), Cocos nucifera seed oil* (aceite de coco), Helianthus annuus seed oil* (aceite de girasol), sodium hydroxide, Cannabis sativa seed oil* (aceite de semilla de cannabis), Butyrospermum parkii butter* (manteca de karité), Theobroma cacao seed butter* (manteca de cacao), Citrus sinensis peel oil* (aceite esencial de naranja), limoneno**, linalol**, citral**, geraniol**

El precio de este jabón natural de pH neutro es de 8,90 euros en la web de la marca Münnah.

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