Cómo elegir el champú sólido adecuado para tu cabello

Zero Waste. Esa es una premisa sine qua non para poder continuar en este planeta. Con más de 7.500 millones de humanos en el planeta y un crecimiento cercano al dos por ciento, el horizonte de un mundo justo y ecuánime no puede concebirse como una suma del tercer mundo al carro del consumismo, sino más bien al contrario, un aprendizaje intenso sobre la falacia en la que hemos vivido desde la Revolución Industrial: tener más no nos da mas felicidad.

Está claro, todos queremos vivir mejor. Pero cuando vivir mejor se basa en metas totalmente materiales estamos cayendo en las redes de la mentira de la que se alimenta este sistema: hacernos creer que si tenemos una casa más grande, un coche mejor y un armario repleto de ropa seremos felices. Y cuando tenemos todo eso y no alcanzamos esa felicidad la tele nos vuelve a decir que aun nos falta algo. Ese viaje inolvidable, esa figura de Diosa, esa cena en un restaurante de Estrella Michelín.

Y nos encontramos en una casa tan repleta de objetos como de infelicidades e insatisfacciones.

Zero Waste no es sólo un movimiento ecológico con el planeta. Es un movimiento de amor hacia nosotros mismos. Es dejar de mirar nuestro ombligo para empezar a mirar nuestra alma.

Muchas personas piensan que no pueden hacer nada para mejorar el planeta. Pero se puede hacer miles de cosas. Hoy empezamos por los champús sólidos. Una forma de ahorrarle al planeta plástico. Una forma de llevar una vida más consciente. En Orgànics Magazine vamos dando pequeños pasos hacia el zero waste, pero reconocemos que aún nos queda mucho por andar.

¿Hacemos el camino juntas?

Cómo elegir el mejor champú sólido

Elegir un champú sólido no es tarea fácil. Pero en Orgànics Magazine os vamos a ayudar a ello.

Para empezar os diremos que tenemos dos tipos de champú sólidos: los jabones sólidos para cabello y los champús sólidos propiamente dichos.

Los jabones sólidos para cabello no son más (ni menos) que jabones hechos a base de hidróxido de sodio, agua y aceite. Son los jabones más puros. Os hablamos de ellos en nuestros artículos sobre jabones en pastilla:

Los distinguimos por su aspecto de pastilla tradicional y por su dureza. Suelen llevar aceites (bien saponificados o sin saponificar) y un álcali (si no son aceites saponificados). Se complementan con aceites esenciales y extractos específicos para el cabello.

Su poder de limpieza es muy grande y son perfectos para hacer la transición hacia champús ecológicos, ya que son capaces de eliminar las siliconas de forma eficaz.

Por el contrario, son jabones que tienden a dejar el cabello más áspero y apagado de lo normal ¿queréis un truco para aportar brillo y suavidad? Muy sencillo. Es un truco de toda la vida: añade en el último enjuagado un buen chorro de vinagre. El vinagre al ser ácido equilibra la alcalinidad de estos jabones e incrementa el Ph del cabello y el cuero cabelludo, dejando el cabello suelto, brillante y sedoso.

No sirve de nada (o de poco) usar en este caso suavizases, mascarillas etc. Lo que nuestro cabello necesita es recuperar el Ph óptimo para brillar y estar perfecto. Cuando encuentras este tipo de pastillas es muy común que la gente piense que no funcionan, que dejan el cabello apelmazado o que no limpian bien.

Nada más lejos de la realidad (bueno, ¡alguno habrá mal formulado, eh!). Haz la prueba y añade vinagre al agua del último enjuague. Y si no te gusta el aroma que deja en el cabello (para nosotras es casi imperceptible, pero si no te gusta el vinagre lo notarás), siempre podéis hacer vinagre aromatizado: con limón, fresas, frambuesas… ¡Quedará espectacular el cabello y con un aroma delicioso.

Son ideales para personas con el cabello fino, ya que este tipo de champús aportan volumen y dan la apariencia de que el cabello es más abundante y gordo, sobre todo si no equilibras el Ph al final del lavado. En este caso, también es un producto fantástico para personas que tengan mucho cabello y quieran un acabado tipo mechas surferas, ya que con este tipo de jabones el cabello queda menos suelto. Pero sólo para ocasiones puntuales, sobre todo si vives en zonas de aguas calizas.

Así, en aguas muy calizas es importante aclarar muy bien el cabello y hacer el último enjuague con agua y vinagre, ya que las aguas muy calcáreas precipitan las sales de los jabones dando lugar a esa especie de espuma que flota (en el Levante sabéis bien de lo que hablo). No es el jabón son las sales precipitadas, y si no enjuagamos bien el cabello lo vuelven fosco, lo dejan con sensación de estar sucio y pueden, incluso, llegar a provocar caspa y picores.

Por su lado, los champús sólidos son eso, champús sólidos. Usan los mismos surfactantes que los champús líquidos con la diferencia de que no usan tantos conservantes al no llevar agua, o, directamente sólo usan vitamina E y aceites esenciales y extractos como el romero o el pomelo como conservantes. El resultado de estos champús, por tanto, es casi idéntico al de los champús ecológicos convencionales. Su textura suele ser mucho más pastosa y maleable.

Como parte negativa de estos champús destacaríamos su facilidad para deshacerse en pequeños pedacitos y su mayor solubilidad en agua, por lo que si no se dejan bien secos cuando volvamos a usarlos podríamos encontrarnos un champú mermado y reblandecido, pero nada que no podamos solventar con un poco de cuidado.

Tanto de uno como de otro tenemos pros que superan, con mucho, los pequeños contra. Conocerlos es amarlos.

Disclaimer: El Sodium Cocoyl Isethionate (SCI). Si tuviera que hablar de un ingrediente que me trae de cabeza, sería este. El Sodium Cocoyl Isethionate es uno de los ingredientes más usados en champús naturales no certificados, y lo as a encontrar en cientos de marcas maravillosas que amo profundamente.

De momento, la única certificadora que lo admite es la española ACENE. ¿Por qué? Porque son ingredientes etoxilados. Como el Sodium Laureth Sulfate.

Bien es cierto que parte de su origen es natural, pero otra es sintética y etoxilada, y aunque que esas trazas de ingredientes etoxilados pueden ser eliminadas de manera que el producto final no contenga esos tóxicos (y en todas las marcas que he probado es así 100% garantizado), el proceso de elaboración del SCI no puede considerarse química verde y por eso los sellos ecológicos más prestigiosos no lo permiten (pero eso es hoy, junio de 2024, veremos dentro de unos años).

Antes de saber del SCI usaba champús naturales maravillosos con este surfactante, porque es suave, hace mucha espuma…, pero ahora ya no. Yo no lo recomiendo ni lo admito en los Orgànics Clean Awards. Pero esto es un aprendizaje constante, no te digo NO para siempre. Es uno de los pocos ingredientes que está en el purgatorio, a la espera de un veredicto final.

Ah! Y no lo confundas con el Sodium Cocoyl Glutamate que es ok.

Essabó: champús sólidos para toda la familia

La intensidad aromática de los champús Essabó sólo es comparable a su dulzura. Los tienes en 3 aromas y para tres usos diferentes (cabello graso, cabello seco y uso frecuente). Mi preferido es el de uso frecuente porque deja el cabello muy suave (los tres lo hacen) y tiene un aroma a mango que quita el sentido. Muy logrados, con un envase precioso y resultados increíbles.

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Sante Champú Sólido Abedul

Me encanta cómo este champú sólido Sante deja el cabello, su aroma, la suavidad, el brillo. Sin duda Sante es una de las marcas de cosmética bio de gran consumo que más me gusta, por su relación calidad-precio, por sus resultados y por cómo se adentran en las novedades y tendencias con éxito y con productos sobresalientes.

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Banbu, el midas de la cosmética zero waste

Nació con el alma sólida. Esta marca vasca ha hecho de los productos sólidos su bandera y lo cierto es que lo bordan. Este champú para cabellos grasos Banbu, al igual que el resto de la línea, es una verdadera maravilla: cabello limpio, de esos que ‘chirría’, cero grasa, cero picores y mucho equilibrio.

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Secrets de Provence champú juguetón para cabellos con caspa

Secrets de Provence es una marca francesa de maestros jaboneros que en 2005 lanzó su gama de champús sólidos, con los que consiguió el trofeo a la Excelencia Cosmética en Cosmebio 2014 en la categoría Medio Ambiente.

Son muy originales, tanto su embalaje, como el concepto es muy innovador. Uno de los pequeños problemas de los champús sólidos es que se deshacen al contacto con el agua, por lo que mantenerlos alejados de ella es vital para su conservación.

Secrets de Provence ha solucionado este problema elaborando unos champús con forma de donut y un colgador que nos permite colgar el jabón después de cada uso. En este caso tenemos un Champú sólido anticaspa muy original y efectivo.

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Rosenrot, la marca que tienes que probar sí o sí

Me enamoré de esta marca nada más conocerla en Vivaness, y es una de mis preferidas en cuanto a cosmética sólida se refiere. AMO todos sus champús, pero si tuviera que elegir uno sería este champú sólido 3 en 1 especial para hombre.

Y para mujer.

Porque deja el pelo sin frizz, limpio, brillante, maravilloso. Una marca bastante desconocida a la que yo le pondría un monumento.

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Bioturm, un 2 en 1 para piel delicada

Bioturm tiene una gama de champús sólidos que me encantan pero, de todos ellos, este es el más especial. Porque es un champú y gel sólido 2 en 1 especialmente indicado para pieles delicadas.

Deja el cabello suave y la piel limpia, perfecto para llevar de vacaciones y los fines de semana y no tener el neceser repleto de productos.

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Organyc Shop, el acondicionador más loco

Organyc Shop es una marca de cosmética certificada low cost muy divertida, con aromas y productos novedosos que me encantan, como este acondicionador sólido 5 en 1 de plátano y coco. Con sus cinco beneficios: hidrata, nutre, repara, efecto anti frizz y suavizante, es un producto excelente para quienes adoran los acondicionadores sólidos.

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