Delicados crackers crocantes de pulpa de chufa

Una de las cosas que más nos gusta desde que nos pasamos al lado bio de la vida es elaborar nuestras propias leches vegetales, pero nos da mucha pena todo lo que se desaprovecha de los frutos secos. Y así lo hacíamos hasta que dimos con varias recetas e ideas para no desaprovechar esos maravillosos restos. Si como a nosotras te parece un crimen tirar esos alimentos pero no sabes qué hacer con ellos te damos varias ideas y una receta.

Lo más sencillo es meterlos en un bote de cristal y congelarlos. Luego los puedes usar para espesar cremas. Los restos de almendras sólo tendrás que mezclarlos en una sartén con ajos doraditos para enriquecer ¡y mucho! un buen potaje, que con estos fríos se agradece mucho.

Lo malo es que si haces muchas veces leche al final el congelador no da más de sí. Así que otra opción es convertir esos restos en harina para usar en nuestros bizcochos y panes 100% naturales ¿Cómo?

Lo más fácil es usar un deshidratador, pero a no ser que te dediques profesionalmente a la cocina o que seáis muchos en casa es un electrodoméstico bastante caro y no cabe en cualquier sitio.

Así que te damos nuestra receta: separar la pulpa en una bandeja de horno y pon el horno al mínimo (nosotras lo ponemos a 70 grados). Si tiene función de aire con calor mejor que mejor. Pones la pulpa y lo tienes media hora. Sacas la bandeja y remueves para que la parte que está abajo suba arriba y se seque. Cuando quede suelta y notes que no tiene nada de humedad apagas el horno y esperas a que se enfríe, la metes en un bote ¡y a la alacena! Puede mantenerse así durante varias semanas. Eso sí, si no te ha quedado nada de humedad, si no se enmohecerá, así que si hasta que lo domines úsala cuánto antes.

La de almendras se puede usar para casi todos los guisos que precisen una salsa espesa, ya que aporta cuerpo y un sabor delicioso. La de chufas es más crocante (ya que la cáscara de este tubérculo es dura) y más dulce, por lo que la reservamos para galletas o sopas con boniato u otros platos dulces.

Hoy te proponemos unos delicados crackers que te costará creer que estén hechos de restos…

INGREDIENTES

  • 150 gramos pulpa de chufas, sin restos de horchata pero tampoco secas.
  • 1 cucharada semillas lino molido
  • 1 cucharadita semillas sésamo negro.
  • 1 cucharadita semillas comino.
  • 3 cucharadas de AOVE Eco.
  • 2 cucharadas de agua.
  • Una pizca de pimienta negra.
  • Una pizca de sal negra (también puede ser del Himalaya o en escamas).
  • Papel de horno.

INSTRUCCIONES

1. Precalentamos el horno a 175 °C.

2. Mezclamos todos los ingredientes en un bol menos la sal.

3. Amasamos hasta formar una bola que dejaremos reposar 5-10 minutos.

4. Una vez reposada la masa la extendemos con ayuda de un rodillo sobre un papel de horno. Tiene que quedar lo más fina posible casi como el papel.

5. Cortamos la masa en cuadrados de 6×6 cm.

6. Echamos la sal negra, gorda del Himalaya o en escamas por encima para para que se note.

7. Metemos las crackers en el horno unos 15-20 minutos, hasta que queden crujientes. Si nos han quedado muy gorditas y a lo mejor hace falta darles la vuelta y meterlas otra vez en el horno.

8. Dejamos enfriar y a disfrutar. La textura ideal es como si se tratara de una oblea ¡Mmm! deliciosa…

NOTAS:

Nosotras hicimos estas crackers con restos de chufa pero también hemos hecho crackers sustituyendo la chufa por pulpa de almendras y suponemos que se puede hacer con cualquier, o casi cualquier, resto de pulpa de leche vegetal.
Las crackers se pueden tomar solas o para mojar en cualquier salsa o paté. ¡Ya nos contaréis lo que os han parecido!

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