El tema del sol y la protección solar para niños es algo que a los españoles nos preocupa mucho. Pero hay algo que se me escapa entre los dedos como la arena de la playa. Y sí, hoy os voy a hablar en primera persona. Porque es algo que me rompe el corazón.
En toda mi vida jamás he escuchado a ninguna persona preguntarle a la cajera de Mercadona si el solar para niños que venden allí protege bien.
No he visto ni una mamá en la parafarmacia de El Corte Inglés dubitativa por si el solar que iban a comprar ese año era incompatible con el embarazo.
No veo que los dermatólogos de este país se echen las manos a la cabeza cuando pasan por una farmacia y ven los solares pediátricos que en ella se venden.
Sin embargo son muchas las mamás que nos preguntan si los solares ecológicos son saludables. Si pueden usar solares ecológicos durante el embarazo. Que es un rollo que lleven dióxido de titanio porque es tóxico. Y que prefieren filtros físicos al dióxido de titanio. Que el pediatra les ha dicho que los solares ecológicos no protegen. O que tienen miedo por los aceites esenciales (como si los aceites esenciales fueran radioactivos)…
Y mil dudas más.
Y ninguna de ellas es sobre el solar para niños de Garnier, Nivea, Deliplus, Avène, Isdin…
Por eso hemos querido adelantar este artículo con una pequeña selección de solares ecológicos para bebés y os volvemos a reiterar todo lo que venimos contando desde 2013.
Porque las grandes marcas y algunas que otra influencer no hacen más que marear la perdiz y decir que los solares con filtros químicos son totalmente seguros y que las personas que decimos que los solares con filtros químicos son tóxicos no tenemos ni idea. Que somos unas exaltadas y que carecemos de fundamentos científicos para ello.
Y que si no fueran totalmente seguros no se podrían vender.
Porque vivimos en un país feliz, en la casa de gominola, en la calle de la piruleta, donde estas cosas no pasan…
Y la pena es que esas influencers cuentan con miles de seguidoras a quienes les venden sus libros disfrazados de verdad verdadera, pero al poco que rasques ves que para escribirlo no se han leído ni la mitad de bibliografía que yo, que no soy más que una simple periodista (o lo han hecho y han decidio que preferían mentir, me quedo con la primera opción).
Libros de lectura facilita destinados a mantener el statu quo y que nada cambie, que nadie se exalte, que nadie piense y llege a extraer conclusiones algo más complejas que la expulsión semanal de la casa de Gran Hermano (puedes sustituir casa por isla, trono o cualquier otro destilado aniquilaneuronas por el estilo).
Y los miles de papers científicos publicados en las revistas más prestigiosas del sector que hablan de lo perjudiciales que son los disruptores endocrinos, entre los que se encuentran la mayoría de los filtros químicos, se convierten el papel mojado.
Y Hawaii se convierte en un estado radical por haber prohibido los solares con filtros químicos porque está más que comprobado que estos filtros blanquean (matan) la barrera coralina a pasos agigantados. Pero ya sabemos lo radicales que son los estados estadounidenses en la defensa del medioambiente…
También debemos hacer caso omiso a lo que dice el doctor Nicolás Olea. Licenciado y Doctorado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Granada.
Experto en Epidemiología y en cánceres de mama, testículo, próstata y tiroides. Director científico del Instituto Investigación Biosanitaria de Granada y Catedrático del departamento de Radiología.
Este investigador ha participado en más de 30 proyectos nacionales e internacionales y ha publicado más de 155 articulos en las revistas científicas más prestigiosas.
Además es miembro de la comisión de Disruptores Endocrinos de la Unión Europea en representación de España, así como miembro de otros órganos consultivos de salud.
Y él, y el grupo de expertos en disrupción endocrina, afirman que los solares con filtros químicos son tóxicos.
Pero qué sabran ellos… Ellos no se recorren las radios, no hacen libros de fácil lectura veraniega ni postean en blogs mass media, no tienen redes sociales ni community managers, no se pasean por los photocalls ni foman parte de esta sociedad misterwonderfuliana de cupcakes y unicornios, de fiestas y eventos, de charlas Ted y copywritting buenrrollero.
Desgraciadamente, Nicolás Olea no tiene nada de eso. Solo dispone de un equipo de científicos sumamente preparados al que pagamos con nuestros impuestos para que investiguen y saquen conclusiones que terminan en los cajones de las autoridades de turno por las incómodas verdades que destapan.
Pero los cajones están a reventar y ya no se pueden cerrar. Y cada vez somos más las personas que podemos acceder a esa información con la que, a poco que busques, te tropiezas en PubMed, Sciencie, Scielo, Nature…
Información disponible para quienes quieran escuchar, para quienes estén dispuestos a entender que no se trata de una conjura judeomasónica ni de cosas raras, sino que se trata de ciencia. CI-EN-CIA.
Se trata de que los instrumentos con los que llevamos midiendo los límites toxicológicos son del siglo XX y en 2019 se han quedado más que obsoletos ¿Te imaginas navegar con las redes del siglo XX o tener un móvil de antes del año 2000?
Pues la forma en la que medimos lo que es o no es tóxico está tan caduco como esos zapatófonos de los noventa. Y mientras sigamos afirmando lo que es o no tóxico con unas reglas de las que ya nadie duda sobre su obsolescencia, seguiremos vendiendo al mejor postor la salud de nuestras familias.
Yo hace seis años que decidí salirme de la rueda y contártelo. Y no me cansaré de hacerlo. Pero a veces te juro que me siento tan pequeña e impotente que me dan ganas de echarlo todo a rodar.
Ahora sí, vamos con vuestras dudas más frecuentes sobre vuestra crema solar para niños o para adultos…
En este artículo del año pasado te cuento las 7 razones para dejar de usar solares con filtros químicos de una vez por todas. En él te doy argumentos para que puedas rebatir a tu pediatra (que no tiene ni idea de disrupción endocrina ni de toxicología) cuando te dice «¿Cremas solares ecológicas? No, mujer, que con eso los críos se queman y no son seguras».
O cuando tu hermano te comenta «Si lo venden en las farmacias de toda la vida no pueden ser malos», o cuando tu suegra te mira de arriba abajo cuando le dices que le ponga a tu hijo tu solar y no el que compra ella de la farmacia de Paqui, que lleva cuarenta años detrás del mostrador…
Las siete razones
1. Porque son probados disruptores endocrinos.
2. Porque muchos filtros químicos son inestables y se degradan con el paso del tiempo produciendo, incluso, daño en el ADN.
3. Porque no protegen igual de bien que los filtros físicos contra los rayos UVA y UVB.
4. Porque no permiten la síntesis de vitamina D adecuadamente.
5. Porque no protegen contra los rayos Infrarrojos (IR).
6. Porque no se adhieren a la piel sino que penetran la barrera cutánea.
7. Porque destruyen la barrera de coral y tienen efectos negativos en el plancton marino.
Y todas ellas con sus estudios científicos punteros enlazados, para que puedas hacer ZAS en toda la boca a quien dude de tu forma de criar (¡Eh! y que si quieres bañar a tu prole en solares con filtros químicos, olé tú, pero que puedas leer y decidir por ti misma).
En ese artículo podéis resolver vuestras dudas sobre si son o no mejores que los filtros químicos (que ya os digo yo que sí, no solo que son más saludables, sino que son mejores protegiendo la piel).
Entonces ¿Por qué me quemo con mi solar ecológico?
Este tema lo abordamos el año pasado porque algunas de vosotras nos habíais consultado sobre este tema. El problema está en cómo ponemos el protector solar y la cantidad que usamos.
Muchas personas piensan que el SPF es algo arbitrario que una marca pone en el bote de su crema según se levanta la formuladora. Pero no.
Para poder poner la palabra SPF o FPS tiene que hacer una pruebas en un laboratorio independiente que hace un test para determinarlo. Y lo hace con todo tipo de cremas y filtros solares, porque el procedimiento está estandarizado.
Así que si en tu solar pone que tiene un SPF50 protege lo mismo que cualquier otro solar con SPF50 que se venda en Europa, siempre y cuando se cumplan las mismas condiciones que en el laborario.
Es decir, nunca (por favor lee el artículo de arriba porque a mí me da la risa repetir cómo se hacen las pruebas para determinar el Factor de Protección Solar).
El problema real es que los solares ecológicos al ser más blancos hace que no nos pongamos la cantidad necesaria, y ese es el verdadero problema. No que tu crema no proteja.
De hecho muchas marcas ecológicas o naturales (y en esto lo hacen mal) te dicen que si tu solar te queda blanco que te lo extiendas más. Pero entonces te tendrían que contar que si en vez de poner 1 gramo por cm cuadrado de piel pones 1 gramo por 10cm cuadrados, tu SPF no será 50, sino 5.
Y por eso te quemas.
Vale, vale, pero lo que sí está claro es que el dióxido de titanio es tóxico, ¿no?
Esta parece ser la pregunta del millón.
Toxicidad del dióxido de titanio
Escribí varios artículos al respecto. Está claro que el dióxido de titanio es tóxico si se inhala, y hay dudas más que razonables sobre sus efectos adversos cuando está en formato de nanopartículas.
Respecto a la primera forma, el TiO2 inhalado, no se puede dar en solares, es materialmente imposible. Siquiera en los formatos de spray porque no es un spray tipo aerosol como las lacas, sino que es un spray de líquido que proyecta un chorrito. Así que nada que temer, de verdad.
Respecto a la segunda forma, si bien Ecocert permite el uso de nanopartículas en los solares (o lo permitía hasta su integración en COSMOS), nosotras no estamos de acuerdo con esto, así que desde 2015 decidimos no hablar más de solares con nanopartículas, incluso si estas estaban encapsuladas.
Las partículas encapsuladas son como un Ferrero Rocher. Cogen las nanopartículas de Dióxido de Titanio y las rebozan en algún ingrediente (siliconas, silice…) con el fin de hacerlas más grandes y que no penetren la barrera cutánea.
Así, la nanopartícula sería la avellana del Ferrero Rocher y la silicona (que en cosmética ecológica no se permiten y se hace con silice u otro material) el delicado chocolate que las recubre.
El problema es que no sabemos a ciencia cierta cómo se comporta ese recubrimiento y si en algún momento se va a degradar dejando libre el TiO2 en nanopartícula que, ya libre de su cáscara, atravesará la barrera dérmica e, incluso, la de tus células.
¿Y qué demonios hacen las nanopartículas de Dióxido de Titanio en nuestras células? Dicen que provoca estrés oxidativo. Lo que sí es totalmente cierto es que nuestras células no están diseñadas para contenerlo.
¡Ah! Y por si te queda duda. Si tu solar lleva nanopartículas, encapsuladas o no, lo debe poner en el INCI por Ley. Por lo que si no lo pone, tu solar NO lleva nanopartículas.
Y todos los productos que compres, a no ser que los compres en un mercadillo o de marcas caseras, cosa que no te recomiendo, deben estar dados de alta en el Portal Europeo y son sometidos a las mismas inspecciones y normas que rigen para Nivea, L’Oreal o Chanel.
Las mismas.
Vale, entonces el dióxido de titanio es 100% seguro.
Pues mira, tampoco.
Lo único 100% seguro en este mundo es que todos nos vamos a morir. El resto todo es un mar de dudas.
Pero me explico.
Si bien de momento los solares con TiO2 los uso sin ningún tipo de problema en mi peque y en mí misma, no es menos cierto que todo lo que hacemos los seres humanos tiene un coste.
Muchas de vosotras nos preguntáis sobre el medioambiente y a pesar de que el dióxido de titanio no es el responsable del blanqueamiento de la barrera de coral, tres mil millones de personas (a grosso modo) viviendo en países desarrollados y disfrutando de vacaciones en la playa de turno en la que nos remojamos untados en solares no es sostenible.
Se mire por donde se mire.
Se sabe que los fondos marinos, además de toneladas de plástico, tienen una fina capa de dióxido de titanio. Las algas, los corales, los fondos marinos no tienen de origen esa capa.
Y esa capa es un filtro solar que evita que los rayos de sol actúen sobre aquello en lo que se deposita. ¿Qué le pasará a un coral si se le acumula una capa de TiO2 y no permite que le llegue correctamente la luz solar que precisa?
Por eso, para mí, se impone una nueva forma de tomar el sol, de ir a la playa y de vivir conscientemente de que cada uno de nuestros pasos deja huella en la naturaleza y, por supuesto, abre un campo de investigación sobre solares aún más sostenibles para el medio ambiente.
Pero, de momento, las pocas veces que voy a la playa uso un solar para niños (y adultos, claro) con TiO2 y Óxido de Zinc, el otro filtro solar físico más usado. Eso sí, hago un uso responsable de las playas. No voy a las horas de mayor radiación solar y solo estoy un rato. Así mi piel y el mar lo agradecen.
Los solares ecológicos resecan la piel
Ya nina, pero es que con estos solares la piel de mi peque se queda hecha unos zorros, súper seca.
Pues ahí te voy a dar la razón, para quitártela después.
Tenemos que conocer cómo protegen los filtros físicos y los químicos.
Los filtros químicos (en este artículo os hice un análisis de todos ellos y de los estudios que había sobre su toxicidad) se tiene que aplicar media hora antes de exponernos al sol porque necesitan que tu organismo los absorba (y luego dicen que la piel no absorbe nada…), para que tu cuerpo reaccione a estos componentes creando esa barrera contra los rayos solares.
Como estos solares tienen que ser metabolizados suelen ser muy transparentes, cómodos de usar y sensorialmente maravillosos.
El problema es su toxicidad y que algunos de ellos son alérgenos, es decir, favorecen el desarrollo de alergias al sol.
Por el contrario, los solares con filtros físicos no penetran en la piel (sí lo hacen los componentes de la emulsión como mantecas y aceites, pero no el filtro solar).
Este filtro se queda en la superficie de tu piel creando una especie de traje de millones de partículas. Esas partículas minerales son como diminutos espejos que se quedan en tu piel y en la de tu peque.
Cuantas más haya y más que queden pegadas, mejor protegen, porque en el momento en que se vayan esos ‘cristalitos’ los rayos de sol penetrarán en mayor o menor medida en piel.
Como te he dicho, los aceites y mantecas son ricos y alimentan la piel. Se abosorben dejando los filtros en la superficie y una sensación de sequedad. Al final del día, si el producto es bueno, costará quitar el solar de la piel y la piel puede mostrar signos de sequedad.
Porque en realidad, aunque las partículas sean diminutas, es como rebozarte en arena…
Así que es súper importante hidratar bien la piel antes de la exposición solar para evitar que se reseque, eliminar el solar con un jabón en pastilla ecológico (es lo más efectivo) y volve a hidratar la piel después de su uso.
Y la parte en la que te digo que no, viene con los solares de 2019. Los solares de los que os vamos a hablar en el siguiente artículo son una pasada y no sólo eso, sino que tienen una textura tipo silicona ¡sin llevarlas, claro! y son súper hidratantes, cero deshidratación ni piel reseca.
Vamos, una maravilla. De verdad. Este 2019 los solares se salen por los cuatro costados.
Y ¿Mi solar bio del año pasado áun sirve?
Sí.
Los solares químicos se degradan con el paso del tiempo y, de hecho, a finales de verano muchos de ellos no protegen como cuando los compraste (tienes todos los datos en el artículo sobre los filtros químicos).
De un año para otro hay que cambiarlos porque los ingredientes que reaccionaban con tu piel para producir esa protección solar ya no reaccionan, por lo que ya no te protegen.
Sin embargo, con los solares ecológicos, al tener filtros minerales no se degradan, no pierden eficacia.
Puede ser que los aceites y mantecas se hayan enraciado, pero tengo un solar Alphanova Kids desde 2014 y aún está en perfectas condiciones (y lo sigo usando en mi peque).
Lo bueno de los productos ecológicos es que nada más olerlos sabes si están rancios o no. Ese es todo el problema.
Lo que no entiendo es por qué mi solar para niños lleva perfume y aceites esenciales
Otra de las eternas dudas de los productos ecológicos.
Os he contado miles de veces que tras la palabra Parfum se esconden hasta 3.000 sustancias, muchas de las cuales son tóxicas.
Por eso no debemos usar productos convencionales, porque aunque en el INCI no veas un tóxico, puede estar escondido tras la palabra Parfum, que es como la fórmula secreta de la Coca Cola y que las autoridades permiten para que unas marcas no copien a otras.
Y tras esa palabra hay ftalatos y otros cientos de tóxicos.
Pero en cosmética ecológica no. Porque para eso las marcas pagan un pastizal a las certificadora (y por eso mismo muchas marcas deciden no certificar) para que den fe de que todo está correcto y de que bajo su palabra ‘parfum’ no se esconde ni un tóxico ni medio.
Así que si tu cosmético ecológico lleva Parfum no te preocupes. No contiene tóxicos.
Y lo de los aceites esenciales.
Este es un tema que me duele profundamente. Porque me habéis llegado a preguntar si un solar con aceites esenciales puede dejar manchas en la piel. Una pregunta que agradezco porque me permite responderla aquí.
¿Cómo podría un producto que está hecho para proteger la piel del sol manchar la piel? ¿No es un contrasentido que alguien apueste por hacer una cosmética saludable y formule un solar que te va a manchar la piel?
Son preguntas que no nos hacemos, porque nos han llenado la cabeza de dudas y miedos ¡y lo hacen muy bien!
Lo primero que tienes que saber es que un solar ecológico ha de pasar los mismos controles que cualquier otro cosmético que puedas comprar en una farmacia. Los mismos.
Además de eso se ha sometido a los durísimos criterios toxicológicos de las certificadoras, y lo ha hecho pagando y por voluntad propia. Así que cuenta con una doble garantía para ti.
Y después de esto ¿piensas que puede haberse formulado para que manche la piel o para que una mujer embarazada no pueda usarlo?
Pues no. Los cosméticos ecológicos no los hace una abuela en su casa como la Fabada Asturiana. Los hace una persona con la correspondiente titulación (normalmente farmacia, química, biología…) o los delega en un laboratorio que le hace las cremas (lo que se llama fabricación a terceros).
Esas cremas han de estar dadas de alta en el Portal Europeo, con su fórmula y sus test pasados al igual que si se tratase de una crema de Dior. Las mismas garantías y responsabilidades.
Cuando un cosmético ecológico lleva aceites esenciales los lleva para dar aroma o como conservante y no en la concentración suficiente para causar fototoxicidad.
Dicho esto, he de decir que para bebés prefiero los solares sin aceites esenciales por su potencial alérgeno (el mismo que las nueces, la soja o las gambas), pero a parte de esto, voy totalmente tranquila por la vida con los solares ecológicos, porque están elaborados por personas competentes.
Si conoces a alguien que hace solares en la cocina de su casa, eso no es una marca de cosmética, es un fraude y pone en peligro la salud de las personas.
Los cosméticos siempre han de estar dados de alta en el Portal Europeo y elaborados en salas blancas y manipulados y almacenados con las garantías que exige la ley. Y todas las marcas de cosmética de las que te hablo aquí así lo hacen.
Espero haber resuelto alguna de tus dudas y haberte dado argumentos para poder rebatir aquellas voces que van a invitarte a seguir el camino marcado, a volver al redil tóxico.
En Orgànics Magazine os invitamos a no quedaros con nada, siquiera con lo que nosotras damos por cierto, e investigar, leer y sacad vuestras propias conclusiones.