Os mostramos la cara oculta del glamour de las pasarelas y las grandes marcas con esta pequeña guía de tóxicos en labiales con la que descubriremos todos los ingredientes tóxicos que se esconden tras el INCI de vuestras barras de labios, glosses y bálsamos hidratantes.
Aunque parezca sorprendente, la mayoría de los labiales, desde los más baratos hasta los más caros, están hechos con similares ingredientes y muchas veces la calidad de los de alta gama no distan de la calidad de los labiales de supermercado, por mucho que nos pese. Antes de empezar de lleno con los ingredientes, vamos a recordar cómo es la piel de los labios y sus características.
La estructura de la piel de los labios
Al igual que pasa con el resto de nuestro cuerpo, la piel de los labios forma un complejo sistema en perfecto equilibrio. Es mucho más delicada que la del resto del cuerpo ya que es mucho más fina (de 3 a 5 capas frente a las 16 que llega a tener en otras partes del cuerpo).
De esta forma, el color que tenemos de los labios no es realmente el color de la piel, sino más bien lo transparente que ésta es, ya que al tener pocas capas lo que les da color en realidad son los vasos sanguíneos que se ven debajo de ésta.
Además, los labios carecen de glándulas sudoríparas y de folículo piloso. De esta forma nuestros labios pueden deshidratarse con más facilidad y están más expuestos a los agentes externos. Lo que sí tienen son glándulas sebáceas, pero mucho más superficiales que las del resto de la piel.
De hecho algunas están tan superficiales que forman lo que se llama las manchas de Fordyce, esas pequeñas manchas y bolitas amarillas que a veces aparecen en la superficie de los labios y que nos vemos cuando sonreímos ante el espejo. Uno de los componentes principales de la piel de los labios es el colágeno y, con la edad, vamos perdiendo ese colágeno y los labios se van afinando y perdiendo turgencia, por eso los labios gruesos son los preferidos por los hombres, porque denotan juventud y fertilidad.
Con esta escueta descripción (al final del artículo tenéis algunos links para ampliar información), podemos ver que la importancia de mantener los labios sanos es doble: por un lado son tremendamente sensibles a los factores externos (viento, sol…), por su fineza y ausencia de glándulas sudoríparas y, por otra, son el vehículo de entrada del sistema digestivo y, por ende, de inmediata distribución al resto de cuerpo de todo lo que ingerimos, tanto lo bueno como lo malo.
Guía de tóxicos en labiales
Y hablando ya de los labiales, tiene más sentido si cabe vigilar lo que ponemos en nuestros labios…, pero no siempre es fácil. A la lista interminable de ingredientes que no debemos poner en nuestros labios (ni en ninguna otra parte del cuerpo), se une un enemigo aliado de la desgana y la desinformación: los INCI minúsculos. Vivimos en una sociedad tan confiada en los poderes públicos que siquiera reparamos en que muchos de los labiales que podemos comprar no llevan el INCI. La Unión Europea establece que todos los cosméticos que se venden en el seno de la UE deben llevar diversas informaciones del productor, del tipo de producto, de los ingredientes, de la duración…, pero si la lista de ingredientes no se puede poner en envases pequeños (decisión que dejan al libre albedrío de las marcas) sólo han de poner unas referencias como estas.
La del dedito en el libro indica que nos remiten al packaging de la marca donde debe figurar el INCI (el retráctil donde van los productos si no lleva caja), el bote abierto como todas sabéis es la duración que tiene el producto tras ser abierto en meses, y el reloj de arena (nueva incorporación) la fecha de duración mínima del mismo, aquí debe venir una fecha completa. Vamos a fijarnos un poco en el primer logo.
Pongamos que nos compramos un labial y vemos que pone el dedito apuntando el libro. Imaginad que ese día estamos pejigueras y le pedimos a la dependienta que nos enseñe el retráctil o donde quiera que esté el INCI. Pongamos que no tenemos memoria de elefante y que, yo qué sé, al cabo de ¿treinta segundos? ya se me han olvidado el 90% de los palabros. Ya estamos fuera de la tienda. Ya no tenemos derecho a saber qué ingredientes lleva el artículo que acabamos de comprar. Si al cabo de dos meses nos diera alergia no tendríamos otra que volver a la tienda con la esperanza de que no hayan tirado la caja y respuesto con otro lote en que hayan cambiado los ingredientes.
Pero es que siquiera es obligatorio publicarlo en las páginas webs. Y si le mandas un mail a una empresa preguntando por el INCI es como decirles “sí, sé lo que es el INCI y os voy a poner a caldo”. ¿Y si al cabo de los seis meses de tener el labial en mi casa empiezo a leer sobre un ingrediente presente en los labiales que se ha descubierto que puede ser tóxico?
Vamos que me podemos, y de hecho lo hacemos, comprar un pintalabios que lleve petróleo, siliconas, ftalatos, parabenos, liberadores de formaldehído, trazas de ingredientes cancerígenos, tintes directamente cancerígenos y de dudosa trazabilidad pero en el bar de Pepe no me pueden poner aceite de la aceitera en la ensalada por si las cualidades organolépticas no son las adecuadas.
Resumiendo: nos indigna profundamente que no se ponga el INCI en un labial. Ahora mira los labiales de tu casa. Excepto los que llevan cajita casi ninguno tiene la información de los ingredientes que lleva (oh, sí, adoramos esos de pegatina que se pela y has de leer con una lupa cual Sherlock Holmes). Y no pasa nada.
Ahora, que en el bar de Pepe me pongan el aceite en monodosis con la ensalada o lo denuncio por atentado contra la salud pública, por desobediencia civil y casi por terrorismo moral. Y le cae la del pulpo.
Pues ale, con los ánimos calentitos vamos a ver los compuestos que podemos encontrar de forma común en nuestros labiales tradicionales. Los hemos agrupado por tipos de ingredientes ya que, desgraciadamente, se repiten mucho:
Siliconas:
Las siliconas se han ido incorporando a nuestros cosméticos de forma progresiva hasta poder encontrar productos hechos únicamente de siliconas y conservantes como este primer de Sephora cuya composición son siliconas, perfume y parabenos. Es el cúlmen de lo interte en la piel, un perfecto compendio de tóxicos, un claro exponente de la cosmética actual, de consumo rápido, barato y con cero miramientos hacia nuestra salud. Eso sí, el aspecto que deja en nuestra piel es divina de la muerte.
Las siliconas son muy versátiles y cuando se trata de labiales juegan un papel fundamental. Todas esas texturas de vinilo, esos acabados que no manchan, esos productos long lasting… Las pesadas, o insolubles en agua, tienen la ventaja de que no se van con tanta facilidad y permiten que los labiales persistan un poco más en nuestra piel. No dejan sensación aceitosa en la boca y los labios quedan en apariencia jugosos.
En este labial de Kiko de la colección Digital Emotion podemos ver como se usan varias siliconas en la parte alta del INCI: Caprylyl Trimethicone, Phenyl Trimethicone, Trimethylsiloxysilicate, polypropylsilsesquioxane, methicone, dimethicone…
Todas estas siliconas permiten que sintamos los labios suaves, no pegajosos. Al depositarse en la piel como una suave tela plástica, los recubre y nos da la sensación los protege de las agresiones externas. Además, las siliconas tienen la virtud de actuar rellenando las arrugas (sólo es un efecto visual, por supuesto), pero los labios lucen más lisos y los colores se fijan mucho mejor.
Reconocemos que usar labiales con siliconas deja muy confortables los labios. La cara oculta de esta moneda de plata es que esa misma sensación de confortabilidad y de protección tapona los poros de la piel. Como os hemos dicho antes, los labios no tienen glándulas sudoríparas ni folículo piloso, pero sí glándulas sebáceas que son las que con el sebo que segregan mantienen ese delicadísimo equilibrio de la piel de nuestros labios.
Las siliconas sellan esos conductos y como consecuencia tenemos labios recubiertos por una película plástica que impide que nuestro propio sebo la hidrate. ¿Alguien lo entiende?
A las siliconas tradicionales se han añadido las que se llaman siliconas solubles en agua o siliconas ligeras, los PEG o polyethylene glycol. Estos componentes son más ligeros y se pueden eliminar con mayor facilidad. Son más flexibles y se utillizan para muchos fines en cosmética (como emoliente como emulsificante…). Y tienen dos peligros fundamentales:
El primero es que pueden contener trazas de óxido de etileno y 1,4 dioxano, ingredientes prohibidos por la UE y considerados por el IARC (International Agency for Reseach on Cancer) como carcinógenos (podéis leer un extenso monográfico del óxido de etileno).
Como ya sabéis, el Óxido de Etileno, es un conocido cancerígeno calificado como carcinógeno para los seres humanos. Además de Óxido de Etileno, los productos etoxilados pueden contener trazas de otros carcinógeno como el 1,4 Dioxano, calificado por la IARC como posible carcinógeno en humanos.
Si bien es cierto que estas trazas pueden ser eliminadas mediante un sencillo proceso de vacío, al no estar prohibidas no podemos saber qué empresas las eliminan y qué empresas no. Es más, los grandes laboratorios químicos de cosmética no tienen la trazabilidad de productos que tienen los laboratorios de cosmética natural y ecológica y dudamos que sean capaces de saber si sus PEG contienen trazas de estos agentes cancerígenos.
Más allá de esto, los PEG tienen otro problema: incrementan la capacidad de la piel para absorber otras sustancias. Eso sería genial si todos los ingredientes de nuestras cremas, labiales y demás fueran beneficiosos, pero con la cosmética tradicional no es así, por lo que el uso de productos con PEG hace que nuestra piel absorba mucho mejor todos esos dañinos ingredientes.
Lo curioso del asunto es que los PEG con mayor peso molecular (es decir los PEG más altos) pueden contener más trazas de óxido de etileno y 1,4 dioxano, mientras que los de menor peso molecular contendrían menos trazas.
Paradójicamente, la capacidad de permeabilidad de la piel será mayor cuanto menor sea el peso molecular del PEG, por lo que los ingredientes tóxicos accederán más fácilmente al torrente sanguíneo, y será menor cuanto más grande sea el PEG.
Resumiendo, si un cosmético tiene un PEG alto tendrá más trazas de óxido de etileno y 1,4 dioxano, pero hará menos permeable la piel, mientras que si el número que sigue a un PEG es bajo, su permeabilidad será mayor pero las trazas cancerígenas serán menores. Pues eso, Guatemala o Guatepeor…
Aceites y ceras sintéticas:
Petrolatum, ozokerite, mineral oil, synthetic beeswax, cera microcristalina, vaselina, ceresin… el petróleo se esconde detrás de muchos de los labiales que usamos día a día. Incluso de los de farmacia, sobre todo de los bálsamos labiales. Abajo podéis ver el INCI de un labial de Sephora con diversos derivados petrolíferos:
Y una de nuestras mayores decepciones: el lip balm de Kiehl’s compuesto casi en su totalidad por petrolatum, el más barato de los refinados del petróleo y algunos de los ingredientes de los que hablaremos más tarde:
Pero ¿qué hay de malo en estos ingredientes? Lo primero hemos de pensar de dónde provienen esos ingredientes, es decir, la materia prima. Pues lo volvemos a decir por si a alguien se le ha pasado. La materia prima es ese chapapote que, por desgracia, tuvimos la ocasión de contemplar en las playas gallegas, eso, procesado mil veces con otros químicos, es la materia prima que nos ponemos en la piel.
Eso con lo que se hace la gasolina, los disolventes, los plásticos, las pinturas. Mil objetos cotidianos de uso pero ninguno de ellos compatible con nuestro organismo.
El largo listado de los derivados del petróleo empieza con el número de referencia 763. Y ahí están tooooodos los centenares de derivados del petróleo con todas sus restricciones que podemos encontrar en nuestros cosméticos. Ya sabéis que cuando un producto está encabezado por alguno de estos ingredientes es pura química sintética, pero de la mala (no todo lo químico-sintético es malo).
Pero ¿por qué? En primer lugar porque en esos procesos de refinamiento del petróleo se generan muchas, muchísimas impurezas que ponemos en nuestra piel y, en el caso de los labiales, en nuestra boca.
INCI del Sleek true color con el petrolatum como ingrediente principal
Estas impurezas terriblemente dañinas son los llamados Hidrocarburos Aromáticos Policíclicos (PAH’s) y se encuentran en el petróleo y sus derivados. La IARC los ha catalogado en su mayoría como carcinógenos, mutagénicos y teratogénicos para los seres humanos (Grupo I). Sí que es cierto que estos estudios se han realizado con los trabajadores de diversas industrias que trabajan con estos materiales menos refinados, pero también es cierto que la misma IARC reconoce la existencia de PAH’s en casi todos nuestros cosméticos.
También la EWG los califica como muy dañinos, otorgándoles un 9 de 10 en cuanto a peligrosidad, al igual que la Breast Cancer Foundation, quien advierte de la peligrosidad de estos compuestos (responsables también de que el tabaco sea cancerígeno, puesto que están presentes también en el alquitrán).
Y estéticamente os diremos que son oclusivos y comedogénicos por lo que su uso le hace un flaco favor a nuestra piel. La hidrata en apariencia pero la reseca en realidad. Y luego pasa lo que pasa, que tenemos los labios llenos de pellejitos y nos decimos ‘hay que ver lo que se me resecan los labios cuando no llevo este bálsamo’, y nos lo volvemos a poner. Una y otra vez. Como esa mosca ante el cristal que se da una vez y otra, y otra, y otra. Y la miras y dices ¿pero cómo es que no se da cuenta de que no va a poder salir? Pues eso, labial va, labial viene.
Aceites, mantecas y ceras naturales:
Ahora que os hemos dado las de cal os damos las de arena. Y es que, a pesar de todo eso, los labiales son unos de los productos cosméticos que más ingredientes naturales llevan. Incluso los de cosmética tradicional. Uno de los ingredientes más comunes que se encuentra en los primeros lugares del INCI es el aceite de ricino (castor oil). Y no, no tiene nada que ver con los roedores.
El aceite de ricino, al contrario que las semillas de la planta, no es tóxico y es uno de los mejores aceites para nuestra piel. Su mala fama es debido a que se ha usado durante mucho tiempo como purgante, pero es excepcional para cuidar la piel, incluso las más problemáticas, con eccema, dermatitis, etc. Además confiere brillo y consistencia a los labiales.
Otros aceites que se usan mucho para la elaboración de labiales son el de jojoba, ya que por su composición es uno de los más compatibles con nuestra piel, así como el de girasol y almendras dulces, unos de los más baratos y versátiles del mercado. Avellana, soja, albaricoque, mango, oliva, germen de trigo, coco, y, desgraciadamente, palma…, la lista es casi interminable.
Vamos a detenernos un poco en el aceite de palma. Este ingrediente se ha convertido en un pequeño indicador de la ecología de las empresas, y casi de su moralidad. El aceite de palma supone el 65% de todos los aceites vegetales que se usan en el mundo.
Este aceite se obtiene de las palmeras que crecen en las zonas tropicales del planeta, principalmente en el continente africano, la selva amazónica, e Indonesia y Malasia en Asia, donde el expolio natural de las selvas de Borneo y Sumatra han reducido considerablemente la población de elefantes, tigres, orangutanes y cientos de especies más que, día tras día, ven como nuestro progreso supone su condena. Se calcula que entre 1.000 y 5.000 orangutanes mueren anualmente a causa de la profunda deforestación de su hábitat.
Tanto es así que numerosas organizaciones, entre las que destacan Greenpeace y WWF, han emprendido importantes campañas para detener el consumo de este aceite que se usa para nuestros cosméticos, pero también para hacer margarinas, cocinar, biocombustibles…
Por eso muchas marcas naturales ya lucen en sus envases lemas en los que se advierte de la ausencia de este aceite en sus productos. Otras, sin embargo, se inclinan por usar un aceite de palma sostenible de plantaciones (que representa sólo el 15% del total del aceite de palma que se produce), pero esto sólo está reservado a las marcas que tienen una impecable trazabilidad de sus productos.
Algunas marcas naturales y ecológicas ya advierten de la ausencia de aceite de palma en sus ingredientes como principio básico
Además del labial de Kiko de antes, en estos dos ejemplos de marcas como Elizabeth Arden y Burberrys (entre otras muchas) podemos encontrar aceite de palma (como tal o en forma de aceites hidrogenados –hidrogenated palm kernel en el INCI-, proceso químico mediante el cual conseguimos que un aceite vegetal líquido se conviertan en sólido. Así se hace la margarina de aceite de girasol, por ejemplo.
Así que la próxima vez que compréis un labial (y otros productos), recordad los daños colaterales de ese producto. Sé que muchas de vosotras no usáis maquillaje bio (donde el aceite de palma usado es sostenible), pero tampoco utilizáis productos de marcas que testen, porque no os gusta que se dañe a los animales para hacer un simple cosmético.
Sin embargo, muchas marcas que exhiben su sello cruelty free ya que no contienen derivados animales, sin importarles el hecho de que detrás de los ingredientes de sus cosméticos hay realidades tan duras como esta…
Deforestación en Sumatra para conseguir aceite de palma Orangután quemado por una compañía de extracción de Aceite de palma.
Cuando os recuperéis del shock, podéis leer más en este link sobre el aceite de palma y el aceite bio de palma, así como ver vídeos de las diferencias entre las compañías extractoras de aceite y las compañías bio. Os advertimos que el vídeo de cómo arde el pobre animal (noticia ofrecida por la BBC) es corto pero muy muy duro. Por eso en Orgànics Magazine decimos NO al aceite de palma. Decimos No a esas aberraciones, no con nuestro dinero. No más aceite de palma no Bio.
Después de este triste y largo (pero creemos que necesario) inciso, vamos a ver las mantecas que podemos encontrar en nuestros labiales que le confieren una hidratación y una sedosidad a nuestros labios muy duradera, además de un agradable olor. Entre todas las mantecas usadas en cosmética destaca la de karité que literalmente significa árbol de la mantequilla por la riqueza de sus semillas.
A la manteca de Karité le sigue la de cacao. Con un dulce aroma a chocolate ha sido una de las preferidas para los labiales hasta que el karite casi la desbancó. No en vano muchas de nosotras seguimos llamando a los bálsamos labiales con el nombre genérico de cacao. El cupuacú se usa en menor medida, al igual que la manteca de mango, pero todas ellas tienen en común la consistencia que aportan al producto, así como la hidratación de nuestros labios.
Y subiendo en el nivel de consistencia, llegamos a las ceras, de las que principalmente distinguimos tres: la cera candelilla, la carnauba y la de abeja. La cera candelilla proviene de la planta Euphorbia antisyphilitica que crece en desiertos áridos de América del Sur, principalmente. Tiene un alto contenido en resinas (más del 40%), por lo que es ideal para los labiales, a los que aporta consistencia.
La cera de abeja, por su lado, es más suave y tiene propiedades antiinflamatorias y cicatrizantes y un delicioso aroma dulce. Por último, la cera carnauba se saca de la palmera Copernicia prunifera, planta endémica del noreste de Brasil y es usada para múltiples aplicaciones. Entre sus propiedades destaca ser un suave bactericida y fungicida, lo que nos ayuda a preservar la salud de nuestra piel y evitar infecciones.
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Hasta el momento hemos visto compuestos más o menos blandos que se juntan para obtener una labial que se deslice, que sea brillante, que deje los labios hidratados (o al menos en apariencia). Pero ¿cómo conseguimos que todas esas ceras, aceites y mantecas no se enrancien? ¿Y cómo las mantenemos en estado sólido en nuestras barras? Además ¿qué otros ingredientes podemos encontrar en un labial? y ¿los filtros solares de mi labial son buenos? Todas esas preguntas las responderemos en nuestro artículo sobre tóxicos en labiales.
59 comentarios
¡Hola! Madre mía… qué tela!! Muchas gracias por el post y hay que tener un cuidado… Me gusta mucho pintarme los labios para ocasiones especiales, es mi maquillaje preferido. Pero tengo dudas con los labiales eco si son aún así seguros porque algunas marcas ecológicas tienen ingredientes malos… ¿me podéis recomendar alguna?
¿Qué pensáis de los ingredientes de esta? ¡Muchas gracias por la ayuda!
Hola Isa. No podemos ir a cada web que no referís, pero Avril es una marca ok.
Hola, leí todo el articulo, me parecio super interesante, una pregunta has escuchado la marca omnilife seytu que sabes o que referencias tienes de ellos por favor
No la conozco
Hola, hace unos meses me compre el lip balm de kiehl’s, ahora leo este artículo y como lo habéis mencionado antes no me a quedado muy claro, lo puedo seguir usando? Es bueno para el ser humano? Muchas gracias, muy interesante este post 👏💕
No es bueno, es un producto hecho con petrolatum, o sea, derivados del petróleo.
Hola, felicito su página. Acabo de comprar la crema “milagrosa” Inno Gialuron y me doy cuenta de que uno de sus principales ingredientes es el PEG 40, que lástima.
Hola, felicito su página. Acabo de comprar la crema ‘milagrosa’ Inno Gialuron, y me doy cuenta de que uno de sus principales ingredientes es el PEG-40, que lástima.
Ains, lo lamento. En Orgànics Magazine no encontrarás ninguna con PEG…
Un post muy muy interesante. Gracias x abrirnos los ojos
Gracias a ti Esther por comentar!!
Hola, acabo de compara unas barra de labios de fency Beaty y en la tienda me han asegurado que es natural, sin parabenos,etc. Tengo dudas de si los ingredientes son seguros.
Aluminium starch octenylsuccionate, calcium aluminum borosilicate, titanium oxide…. Son algunos de los ingredientes más llamativos.
Me puedes ayudar? Sabes si esas barras son naturales?
Gracias
Hola Sara. Nos conocemos esa marca, puedes comprobar los ingredientes en laveritesurlescosmetiques.com Un saludo!
Hola Nina,polyethylene glycol y propylene glycol son igual de dañinos? Los he buscado en Ewg y La verite y no aparecen con un alto riesgo?
Gracias de antemano.
Hola Bárbara. No son lo mismo. Los Polyethylene Glicol son los famosos PEG que son más conocidas como siliconas solubles, además de ser etoxiladas.
Excelente el post y ahora mismo y sin pena a tirar todo lo que no sea bio y respete la vida de los animales y personas. Gracias y voy a mirar productos de Zao.
Gracias Eterna. Ya me contarás que tal en el lado bio de la vida…
Bueno, aquí el aceite de palma no quema a nadie pero no es menos peor la situación, en sitios como Montería, las grandes empresas de palma tienen terrenos que fueron despojados por los paramilitares hace unos años y no los quieren devolver, así que el problema no esta en la palma si no en quienes son los dueños de su producción, claro esta gente sin escrupulos.
Compré un labila de larga duración color fix pero tuve que dejarlo porque la larga duración era fabulosa y el color también, sin embargo resecaba mi boca al límite de reventarla, es la razón por la cual estoy entrando en esta onda, gracias por el pos.
Está visto que el preciado aceite de palma despierta lo peor que hay en los seres humanos. Respecto a lo del labial, no me extraña. Ya verás qué bine te van los bio…
Hola Nina,
En primer lugar darte una vez más la enhorabuena; es un artículo impecable, completo y contrastado y nos alegra leer este tipo de información y darle la máxima difusión.
Además consideramos que tu inciso sobre el aceite de palma y cómo se consigue ha sido muy acertado así que…¡muy bien hecho!
Creo que alguna vez te hemos comentado cuán loca noa tienen los bálsamos labiales y nuestra sana obsesión con ellos. Y nosotras, al igual que tú, lupa en mano y si hace falta macro… Nos lo leemos todito todo todo. Y nos indignamos mucho con las microletras o cuando la etiqueta del INCI viene cubierta por la del código de barras… 🙁
Gracias Nina. Vamos a compartilo.
Sí, es una rabia tremenda, jajajaja. Y lo de la adicción a los labiales, qué os voy a contar… He tirado más de cien!!!
Guau!!! Vaya post más completo, pero como te lo curras Nina… cuanta información útil para ver como nos engañan las marcas no bio… lo del orangután me ha dolido el corazón…
Ahora a esperar con ganas el siguiente post mientras me deshago de mis pocos labiales, soy (bueno era) de cremas de cacao (que también tienen porquerias y eso que son incoloros y los usan los niños…) ahora en mi lado bio estoy usando protector labial de rosa mosqueta y me va genial, no se me han cortado los labios en todo le invierno 🙂
Gracias Nina por guiarnos al lado Bio de la vida
Gracias a ti, guapaaaa!!!
Muy, muy buen post, gracias por toda la información. Casi me muero de pena al ver el orangutan 🙁
Importantísimo todo.
Bicos.
Sí, Cris, una verdadera pena… Besos…
muy interesante el post y super informativo. Gracias Nina! Lo comparto!
Muchas gracias Mygdonia. Me alegra que os guste.
Hola nina como siempre muy buen post me ha encantado saber mas sobre la cosmetica bio y de donde viene la “tradicional”.
Ya se que no viene al caso de tu post, pero una pregunta que quisiera hacerte, que opinas de las marcas One Love Organics y Pai , me las han recomendado y me gustaria tu opinión. Gracias.
Hola Ara. Gracias por el comentario. Pues las dos marcas son estupendas. De Pai Tengo una crema para pieles sensibles ya que esta marca es especialista en pieles problemáticas. de One Love Organic he probado un beauty starter con varios productos y estoy totalmente enamorada de la crema y del exfoliante. El serum también me gusta mucho. Es una marca increíble. Quien te haya aconsejado lo ha hecho muy bien… Si necesitas saber dónde comprar te digo tiendas de confianza. Besitos.
Ok gracias nina. Si no te es mucha molestia me gustaria me recomendases tiendas. Gracias un besin
Claro, Ara. Para las dos marcas que me preguntas te recomiendo la tienda de thecosmethics, ya que tienen ambas marcas y te pueden aconsejar cuál de las dos te va mejor según tus necesidades. Además Ana y Sofía son unos verdaderos amores y seguro que quedas más que encantada. Espero que encuentres el producto que tu piel necesita. Un abrazo.
Excelente post, muy completo!!! Madre mía que trabajazo!!! Estoy orgullosa de utilizar a diario maquillaje bio!!! Tan sólo me quedan algunas sombras convencionales que utilizo puntualmente, el resto ya no existe para mí. Lo mejor es que mi hija crecerá conociendo los productos naturales y no toda esa basura que nos han vendido siempre como la panacea. Las imágenes son muy duras y es una lástima que haya gente que lo desconozca! Muchísimas gracias Nina por proporcionarnos una información tan completa! Un abrazote! Por cierto 😀 Encantada estoy con la base de maquillaje y el corrector de Zao!!!
Sí Raquel. Que tu nena crezca rodeada de productos sanos en su neceser es muy importante, no sólo por su piel sino por la ética personal que eso implica. Y de lo de ZAO me alegro muchísimo de que te guste, es una marca 10. Besos gordos a ti y a tu princesa.
como te has lucido nena!!!me ha encantado el post, ole y ole y ole!!!Todo está muy bien explicado (lo siento mucho pero no me atrevo a ver el video) y sinceramente estoy aprendiendo mucho contigo. Antes utilizaba cosmeticos sin mirar los ingredientes (tonta de mí,que me fio de todo lo que nos dicen para vender ) y no estaba contenta con los resultados porque mi piel estaba irritada…hasta que encontré este blog y empeze a indagar por la cosmetica bio. Ahora antes de comprar algo siempre leo los ingredientes y como no, siempre compro en tiendas de confianza o solamente marcas con certificados, porque todavía hay un monton de marcas que se venden como si fuesen Bio, sin serlo. Ole de nuevo por ti!!un besote y quedo a la espera del siguiente post!
Muchas gracias por el comentario WonderWall. Tener lectoras como tú es lo que me hace seguir adelante e indagar para poner a vuestra disposición toda la información que encuentro. Un abrazote!!
Que ansias por que llegase este segundo post! Como muchas, me quedo con el corazón encogido…Poco a poco voy pasando mi cosmética a bio, mi próximo objetivo es la base de maquillaje. Muchas gracias por tu esfuerzo.
Hola Ergo. Pues cuando te pases al maquillaje Bio vas a alucinar… Te lo recomiendo al 100% Yo antes tenía que dejar de usarlo cada cierto tiempo (daba igual el tipo y el precio) porque notaba la piel acartonada y se me veían pellejitos en la nariz y entrecejo, pero desde que me he pasado al lado bio de la vida, es una maravilla. Ya verás como no echas en falta los maquillajes anteriores. La cosmética bio ha dado un salto cualitativo en los últimos cinco años que me deja pasmada…
Madredelamorhermoso como nos la cuelan… Por cierto, exitazo de los labiales de zao, mis Clientas encantadas y yo más. Muchas gracias por tus enseñanzas Nina.
Sí, Casilda, es una pena… Y lo de ZAO…, ya te lo dije, es una pasada de marca ¡y lo que está por llegar! Un abrazo y me alegro mucho de que animes a tus clientas a pasarse al lado Bio de la vida! Un abrazo.
Se me olvidaba, ayer mismo tiré TODOS los cosméticos no bio que aún pululaban en mi baño, y sin remordimientos ni na de na……Besos
Yo tampoco sentí remordimientos, y sí una gran liberación. Dios cuánta cosa acumulada!!!
Muchísimas gracias Nina por explicarnos todo con tanto detalle, aunque sea duro de ver, especialmente para mí que adoro los orangutanes de Sumatra, pero es que hay tanta desinformación……. Estoy deseando que nos cuentes todo lo relativo a los labiales, es mi cosmético preferido.
Aprovecho para decirte que he probado por fin la cosmética Zao, y no sabes lo contentíiiiisiiiiimaaa que estoy. Ha sido un gran descubrimiento, de momento sólo he probado un pintalabios y los polvos terracota pero he de decirte que me gusta todo, la sensación que me deja en la piel, el olor, todo. Muchísimas gracias por descubrirnos tantas cosas nuevas. Besazos
Me alegro mucho de que te guste Silvia. Pronto ZAO traerá novedades poco vistas en el mundo de la cosmética bio… Lo de los orangutanes, sinceramente, haces bien en no verlo. Yo estuve llorando de rabia e impotencia…
Muchas gracias Nina! qué gran trabajo haces! yo también ya hice limpieza de potis y sólo compro cosméticos bio o al menos que no contengan ingredientes tan dañinos. Sobre los labiales me gustaría saber qué marcas bio nos recomiendas o que te estén dando buen resultado. Muchas gracias!!
Hola Concepción. Los dos últimos post de labiales son sobre marcas y productos que he probado ¡pero hay cientos que no y son estupendos, eh!
Hola Nina,
Hace poco que te sigo, pero me he convertido en una apasionada de tu blog, tus explicaciones son claras y concisas y nos hacen darnos cuenta realmente de que hay otra alternativa al consumo masivo de productos que son perjudiciales, aunque nos quieran vender otra cosa… He empezado a probar productos de cosmética orgánica y hasta ahora lo único que puedo decir es que realmente me están funcionando.
Hola Isabel. Gracias por tus palabras. La verdad es que cuando pruebas la cosmética Bio no quieres otra cosa… Un abrazo.
Nina,
Otro excelente post al que debes haberle dedicado horas y horas de investigación… Genial!
Un besote!
Uf, Natalia… Tu mejor que nadie sabes lo que cuesta documentarse, sobre todo siendo de letras puras. Reconozco que esta serie me ha costado mucho, pero espero que arroje un poquito más de luz sobre los labiales…
Hola Nina, la verdad es que me he quedado alucinada, porque nunca me había parado a pensar los ingredientes que hay en los labiales que utilizamos a diario!!! Por no hablar de los daños colaterales como el caso del aceite de palma no bio y los orangutanes (No me atrevo a ver el video….) Tenemos muy poca información al respecto y usamos cosméticos con ingredientes que asustan sólo con leer los nombres. Gracias, gracias y mas gracias por todo lo que nos explicas. Aunque aun me cuesta entender, como tu bien dices todos los “palabros” que existen, tengo una idea general y me dan ganas de tirar a la basura absolutamente todo lo que tengo!!!!!
Hola Mónica. Entiendo perfectamente la impotencia que sientes. A mí al principio me costaba mucho, pero ahora es más sencillo (todo y que aún me queda mucho por aprender). Yo no he echado en falta ninguna de mis antiguas cremas desde que me pasé al lado Bio de la vida… Un abrazo…
Dios mío nina!
Me has dejado con el corazón en las manos y un dolor muy grande. Que triste es ver que por culpa nuestra tantos animales sufran y otros mueran. Hoy la mayoría de la gente solo piensa en consumir, y en tener cosas materiales, sin importarles de donde vienen, de que están hechas, y de lo malas que estas puedan ser. Yo tengo 22 años, y desde que empecé a usar cremas para la piel (no hace mucho) y maquillaje empecé con productos bios. No porque sabía que la comética tradicional tenía tantas porquerías, y mucho menos porque testan sus productos en animales, sino porque sentí desde un inicio que era lo mejor. Así que nunca he extrañado lo que no he tenido.
Un beso grande, y sigue ahí acercandonos cada día más a nuestra naturaleza.
Ojalá que mucha gente lea este post, y no para que sepa lo malo que pueden ser los labiales, eso es lo que menos importa, sino para que seamos más conscientes de el daño que sin darnos cuenta (y sin ningún derecho) podemos causar.
Yo no lo hubiera expresado mejor, Rosy. Con todo esto de la cosmética bio lo que está en juego no es sólo nuestra salud, sino el medio ambiente y nuestro propio futuro. Me alegra mucho leer comentarios de personas tan jóvenes como tú, que se preocupen de lo que se ponen en la piel no sólo por su propio bien, sino como un acto de responsabilidad social y medioambiental. Un besote y gracias por el comentario. Saber que hay gente que jamás ha comprado cosmética no ecológica me pone la carne de gallina de la emoción…
Olé. Como de costumbre contigo, gran artículo… comparto 😉
Gracias preciosa!!! Muaks!!
Da gusto leer post tan bien explicados, yo ya hace tiempo que compro cosmetica bio, el problema es que como siempre e sido poti-adicta tengo un montón de productos acumulados que no lo son y tambien los voy gastando, aunque leyendo tus entradas me dan ganas de tiralos a la basura… Me abstengo de ver el video del oraguntan ardiendo, la fotografia ya me a traumado bastante, creo k no lo soportare..
Hola Laura. Muchas gracias por tus palabras. La verdad es que hacer este post ha sido bastante duro. Muchas semanas de investigación porque ¡¡¡soy de letras puras!!! y me cuesta un montón entender algunas cosas, pero hasta que no las entiendo no paro 😉 Además cuando vi el vídeo reconozco que me derrumbé. Haces bien en no verlo. No dura mucho, pero es muy duro verlo. Yo ya he tirado todos mis labiales no bio aunque, para no mentir, me he dejado cuatro o cinco ‘por si acaso’, aunque no me los voy a poner, me da pena tirarlos. Las bases, coloretes, rimel y demás, todas están tiradas. Yo también era poti adicta y te juro que ahora no los echo de menos ni un solo segundo. Aún más sabiendo lo que gana mi piel y el medio ambiente. Pero de eso hablaremos más en el siguiente post… Un abrazote.
Muy buen post! me ha gustado mucho.. como todos los que haces 🙂 Siempre aprendo algo nuevo cuando leo una entrada tuya, jejeje. Un besito!
Gracias preciosa!!! Otro besote para ti, curranta, que no paras!!!!