Por qué debes eliminar los restos de tu solar con un jabón ecológico

Hoy te queremos contar por qué debes retirar tu solar ecológico con un jabón ecológico.

Hemos hablado muchas veces de la relación directa entre lo pegadizo que es un solar (pegadizo, mantecoso y curtiente) y su capacidad protectora. Queremos exponernos al sol 8 horas al día en pleno verano con una capa  de producto fina y transparente. 

Milagros a Lourdes.

Los solares para proteger de forma adecuada tienen que formar una capa gruesa en la piel. Es decir, el SPF de tu solar se cumple si y solo si te aplicas 35-40 gramos de producto en el cuerpo. 

Por lo que un envase de 100ml solo te daría para 3 aplicaciones. 

Si te dura todo el verano no te estás aplicando un SPF50.

Los solares ecológicos que no contienen tóxicos (te lo explico todo en este ebook de solares).

Entonces ya tenemos claro que un buen solar ecológico cuesta un poquito de irse. La idea no es que nos deshagamos la piel intentando quitarlo. La idea es poderlo quitar suavemente.

Para ello vamos a necesitar un jabón ecológico saponificado en frío. Como el de Ringana, que gracias a su pH ligeramente alcalino permite eliminar el solar de forma óptima y, como está sobreengrasado con 4 aceites, la piel queda limpia y suave, sin tiranteces.

Hoy os vengo a hablar de este jabón ecológico y de por qué nos enamora en Orgànics Magazine.

Jabón ecológico Ringana. Lo que no se anuncia.

Hace poco que hemos empezado a colaborar con Ringana como partners y sé que habrás visto a muchas influencers hablar de esta marca. A nosotras Ringana nos enamora no solo por sus productos sino por lo que hay tras ellos. 

Como la etiqueta que luce el jabón ecológico Ringana.

Esta etiqueta está puesta en una toallita de algodón que envuelve el jabón (y también los cosméticos en vidrio para evitar roturas). A simple vista es una toallita de algodón como el resto. Si no fuera por el color beige no apreciaríamos casi la diferencia con cualquier otra toalla de tocador de rizo de algodón.

Pero las realidades que se esconden entre una toallita cualquiera y esta son la clave del mundo por el que apostamos en Orgànics Magazine.

Mientras que una toallita de algodón convencional de 250 gramos puede contener hasta 150 gramos de pesticidas y haber requerido el uso de 2.720 litros de agua para su creación, según la Water Footprint Network, esto no es, ni de lejos, la realidad más amarga que esconde este algodón.

Más allá del daño medioambiental y de que el 90% del algodón que se cultiva sea transgénico, detrás del algodón convencional hay una historia que no nos interesa mirar. Una historia de una tierra empobrecida, labrada por personas que cobran salarios diarios inferiores a un euro en la India. Y esto aún no es lo peor. En Mali comunidades enteras de niños son obligados a ir a coger algodón a cambio de un caramelo. Sin posibilidad de escapar, sin posibilidad de ir a la escuela, sin parar ni jugar.

Y todo eso es lo que alimentamos cuando compramos una simple toallita de algodón convencional ¡sin mencionar los tóxicos que lleva su fabricación!

Ringana con sus toallitas de algodón realiza una verdadera exhibición de principios. 

La certificación GOTS de su algodón es la más exigente del mundo. Porque evalúa desde la semilla (que no sea transgénica) a los procesos de produccion de las toallas: que no sean tóxicos los productos químicos usados para su procesamiento, sin blanqueadores colorados, sin colorantes azoicos, sin PVC, níquel o como… Además las fábricas tienen que tener un control exhaustivo de los vertidos y deben ser procesados correctamente, por lo que esas imágenes de ríos contaminados desaparecen…

Y más allá de eso, GOTS contempla el trato justo a los trabajadores, sin mano de obra infantil, con salarios justos, con respeto al derecho de asociación y sindicalización, sin discriminación, con empleo regular…

Pero a esta empresa le gusta rizar el rizo. Para garantizar la máxima pureza, las toallitas no han sido blanqueadas ni teñidas. El precioso color beige es el tono natural del algodón. Máxima pureza no solo para nuestra piel, con la ausencia total de tóxicos, sino para el medio ambiente que se ahorra un montón de químicos que, en el caso de los productos certificados GOTS no tienen tóxicos, pero no dejan de ser productos innecesarios.

Nos han vendido un mundo de sábanas tendidas en plenos Alpes de color blanco nuclear que no existe en la naturaleza. Y hemos mordido el anzuelo hasta las entrañas.

Este es el mundo por el que apuesta Ringana, tan acorde al que aspiramos a conseguir en Orgànics Magazine. Y todo ese universo contenido en una pequeña etiqueta de la que la marca a penas hace gala. 

¡Ah! Por si no te lo habíamos contado, en el interior de la toallita viene un jabón. Un jabón ecológico, saponificado en frío, con aceites de coco, oliva, comino negro y borraja que son, sencillamente, espectaculares. 

Te limpias, quitas todo lo que tu piel no necesita, eliminas el solar y te secas el rostro con una toallita que a mí me sabe a un mundo mejor. 

Esta toallita, con su jabón ecológico dentro, puedes comprarla en mi tienda Ringana. Con ello tendrás un sublime producto y yo podré seguir ofreciéndote contenido de calidad y hablándote de una vida sin tóxicos.

Dime ¿por qué tipo de mundo apuestas con cada euro que gastas?

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