No sabemos cuál es el secreto para que una empresa dure cien años. Pero Jabones Beltrán no solo lo ha conseguido, sino que han crecido y se han convertido en un referente en cuanto a limpieza del hogar ecológica se trata. Son muchos los ingredientes para la receta del éxito de Jabones Beltrán, pero casi me atrevo a decir que la pasión es el eje sobre el que gira el resto de esta empresa centenaria.
Pasión por el jabón, por encontrar ese punto dulce entre la innovación tecnológica y la artesanía donde cada uno de los productos lleva parte del alma de quienes los fabrican. Amor por la naturaleza, por crear productos eficaces para nuestro día a día pero que no dañen el medio ambiente y sean biodegradables. Compromiso con los clientes y con el futuro, mirando siempre hacia adelante pero sin perder de vista los 100 años que llevan a sus espaldas.
Una empresa con unos valores fuertes que se alzan al cielo como las copas de los árboles y hunden sus raíces en el Castellón de hace cien años. Sin duda, Jabones Beltrán tiene la fórmula para durar otros cien años. Y eso es una suerte para nosotras, que podemos disfrutar de un hogar limpio, sin tóxicos y sabiendo que no hipotecamos el futuro de nuestros hijos y del planeta.
Hablamos con Mara Beltrán, directora comercial de la marca, que nos cuenta más sobre Jabones Beltrán, Biobel y Essabó.
Acabáis de hacer 100 años y estáis como nuevos. ¿Cuál es el secreto para que una empresa nacida hace un siglo siga manteniéndose al día e innovando constantemente?
Pues diría que la clave es el producto y las personas en torno a él. Es primordial tener un buen producto de calidad. Y junto a esto, debe acompañar siempre un equipo humano motivado e ilusionado con el proyecto, en todas sus fases, desde el desarrollo de fórmula, packaging, producción, comunicación y ventas. Esfuerzo, constancia y adaptación al cambio van también de la mano para seguir mejorando y creciendo como empresa.
Hablando de innovaciones. Acabáis de lanzar una máquina para posibilitar que los usuarios rellenen sus propios envases para reducir el consumo de plásticos ¿se os ocurrió esta idea? Y ¿Qué acogida está teniendo?
La verdad es que no fue idea nuestra. Nosotros hemos estado muy centrados en mejorar nuestra actual oferta de venta a granel con los bag in box, pero una empresa nos planteó este desarrollo y la verdad que no lo dudamos, porque está totalmente alineado con los valores de la empresa y de Biobel, combinando sostenibilidad con funcionalidad e innovación. Presentamos el prototipo en Madrid y estamos acabando de aplicar mejoras; esperamos en breve empezar a ofrecerla, porque ya tenemos puntos de venta interesados en ella.
En vuestro centenario editasteis un libro sobre los inicios de Jabones Beltrán y su historia, ¿Cómo surgió la idea?
El libro lo ha escrito Ramón Feenstra (que es mi pareja), profesor e investigador en la UJI y se ha publicado por la editorial Dykinson. Pero la idea inicial era otra… Todo empezó cuando mi padre le pidió que investigara un poco a ver si encontraba algún otro documento antiguo, y que escribiera un pequeño texto sobre la historia de la empresa para el libro de fiestas de la localidad de Xert, coincidiendo con el centenario. La búsqueda empezó como un hobby pero al final fue cogiendo envergadura, y los descubrimientos e información fue tanta, que el pequeño texto acabó siendo un libro. Lo bonito es que el libro no es publicitario, no va de en nuestra historia, si no en la historia del jabón en España contada a través de nuestra empresa como hilo conductor y uniendo otros diferentes temas relacionados en cada capítulo.
Jabones Beltrán ha pasado de ser una empresa tradicional a tener Biobel, la primera marca certificada de España para la limpieza del hogar. ¿Por qué esa apuesta por lo ecológico y por qué certificar cuando nadie lo hacía en España?
Hacia finales de la década del 2000 nosotros producíamos y comercializábamos desde hace muchos años jabones tradicionales para la limpieza de la ropa. Al ser tan natural encajaba muy bien y quisimos ofrecerla en el sector especializado bio pero no estaba certificada y esto era una barrera. Así que vimos claro el objetivo de desarrollar otra línea, con la que además mejoramos la formulación, y la certificamos con Ecocert, saliendo al mercado en 2011. Costó mucho esfuerzo por las altas exigencias de esta certificadora pero fue todo un acierto y tuvo muy buena acogida.
Ahora que está de moda lo ecológico ¿Qué os parece que no haya ningún tipo de regulación por parte de la UE de lo que es natural y ecológico fuera de la agricultura y la ganadería?
Pues me parece algo desfasado. Hace años es verdad que más allá de la alimentación, apenas había oferta de otros productos ecológicos, pero desde hace ya un tiempo hay muchas nuevas categorías de productos ecológicos. La cosmética y la droguería son muy demandados por el consumidor que quiere un estilo de vida sostenible y saludable. Aunque hay certificaciones privadas, una regulación pública que armonizara todo sería lo suyo.
¿Qué os parece la Ecolabel europea?
Para la categoría de droguería es una opción, pero bastante light. Desde luego es mejor que un detergente sea Ecolabel que convencional. Pero para Biobel queríamos ofrecer calidad máxima tanto en eficacia como en sostenibilidad, y en este sentido Ecocert se ajustaba más a lo que queríamos y es una garantía mayor para quien conoce sobre certificaciones.
Biobel es una empresa muy comprometida con el medioambiente ¿por qué no usáis bioplásticos para vuestros envases?
Muy buena pregunta. Nosotros queremos, pero el mercado no lo facilita. Es un tema aun algo verde en España, por lo menos para envases grandes. Hace unos años ya estuvimos mirando opciones, y las pocas que encontramos de acceso a bioplásticos, el mayor problema fue que no pudimos encontrar empresas fabricantes de envases (sopladores de botellas en nuestro caso) que quisieran trabajar con estos nuevos materiales, y las que aceptaban era con unos mínimos y precios inviables para una empresa como la nuestra. Envases pequeños para cosmética empiezan a haber más moldes y opciones, pero para detergentes aun es complicado.
El tema de reciclaje de algunos plásticos sí que ha ido mejorando más en los últimos años, y plástico PET reciclado es ya más común y accesible. De hecho, nuestros envases PET (plástico más fino totalmente transparente de las referencias como vajillas, limpiahogar, limpiacristales…) son ya un 50% de R-PET.
Mientras tanto, conscientes de la problemática del exceso e impacto de plásticos y envases, en estos años nosotros nos hemos estado focalizando mucho en concienciar, potenciar y facilitar un uso responsable de los envases con la práctica de las tres R’s. Hemos reducido el gramaje de los envases todo lo posible, ofrecemos sistemas de venta granel en bag in box de todas nuestras referencias líquidas en tiendas, para poder reutilizar los envases (y reducir el consumo de nuevos), y hemos mejorado también la reciclabilidad de nuestras botellas con varias medidas, para que cuando finalice su vida útil (que es muy larga) se pueda reciclar y genere plástico reciclado de calidad óptima para su nuevo uso.
Además de esta preocupación medioambiental, Biobel está en constante innovación siempre desde la óptica de la practicidad. Habladnos de las novedades de producto para 2022.
Pues acabamos de lanzar hace nada una nueva referencia que es el gel vajillas para lavavajillas automático. La versión en líquido de las tabletas, y con eficacia mejorada. Además, estará disponible también en venta a granel con unos nuevos grifos más cómodos para productos más espesos. Y andamos también con otros proyectos, pero están en fases muy iniciales, por lo que aún no te puedo contar… 🙂
Essabó es otra de las marcas certificadas que integra la familia Jabones Beltrán. Y está certificada por Bio Inspecta. ¿Por qué ese cambio de certificación con respecto a Biobel?
Para cosmética estuvimos valorando las opciones de certificación (que hay bastantes más que para droguería) y la verdad que nos convenció más Bio.Inspecta con la norma Biovidasana por su estándar y cercancía.
Vemos que acabáis de lanzar una nueva línea de jabones ¿qué diferencias tiene con la anterior?
Sí, se trata de la nueva gama es Essabó Natural, que se diferencia de los Essabó Eco porque su fórmula se queda en el nivel de natural. Sería un escalón menos en cuanto a sostenibilidad, pero manteniendo igualmente una calidad muy buena y un producto certificado como 100% natural. La principal diferencia des que el aceite de coco no es de cultivo ecológico como con los eco, las fórmulas llevan menos ingredientes cosméticos añadidos y su tamaño es un poco menor. El objetivo era mejorar y certificar una antigua línea de jabones que teníamos y, a su vez, ofrecer una gama más asequible de jabones cosméticos certificados, para dar opciones a todos los bolsillos y exigencias pero sin renunciar a la calidad.
La relación calidad-precio de vuestros productos es una de cosas que más sorprende a nuestros lectores ¿es posible crecer haciendo productos de calidad a precios aptos para todos los bolsillos?
Bueno, eso intentamos! Nuestra prioridad es siempre desarrollar fórmulas eficaces y sostenibles, con el mayor tanto por ciento de ingredientes naturales o eco posible. A partir de ahí, nos esforzamos mucho por encontrar los mejores precios de las materias primas y por reducir nuestros costes de producción, que no siempre es fácil porque tenemos muchos procesos muy artesanales. Aplicamos los márgenes justos y necesarios para poder seguir trabajando y ahí sale el precio, unos más altos y otros menos, según los ingredientes principalmente. Como explicamos en nuestro código ético, nuestra misión es fabricar productos a base de jabonería tradicional que sean respetuosos con la salud y el medio ambiente, y lo más accesibles posible para el consumidor final.
Vamos a soñar un poco ¿Dónde os gustaría estar dentro de otros cien años?
Uy pues eso ya no lo veré, pero ojalá la empresa continúe en activo, nuestros productos sean marca referente a nivel internacional, y todo esto, manteniendo la esencia y los valores actuales.
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La verdad es que nos sentimos muy afortunadas por trabajar con empresas como esta. No os imagináis lo que es visitar la fábrica y ver que todos y cada uno de los trabajadores van a una. El mimo con el que se hacen los jabones, se cortan, se envasan, el ‘entendimiento’ que se tiene del jabón del que casi hablan como un ser vivo. En alguna época lo que se hacía llevaba parte del alma de quienes lo elaboraban, y Jabones Beltrán lo ha unido de forma magistral a la innovación y el I+D.
Si la pasión es el secreto del éxito, Jabones Beltrán a pesar de tener ya un siglo de vida no ha hecho sino empezar su andadura. Y para nosotras es un orgullo formar parte de ella y poder contaros su historia.