Qué duda cabe que las plantas son el elemento decorativo por excelencia. Un salón perfectamente decorado y ordenado puede resultar frío y poco acogedor, pero si ponemos en él aunque sea una pequeña planta natural la cosa cambia, el ambiente se vuelve más amable y agradable.
Lo mismo pasa en nuestra ciudades. Los parques y jardines la hacen más humana, más acogedora, por no decir lo útiles que resultan para limpiar el aire que respiramos o como reducen la contaminación acústica . Pero esto de tener jardines en las ciudades parece que no, pero es nuevo, solo hay que ver el centro o casco histórico de las actuales ciudades, sin un solo jardín o parque públicos… así que para paliar estas carencias de espacios ajardinados en el centro de la ciudad el botánico francés Patrick Blanc empezó por los 90 a crear maravillosos jardines verticales o muros vegetales en las fachadas de edificios. Hoy en día hay muchos creadores de jardines verticales que hacen verdaderas preciosidades.
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Pero la idea de ocupar las fachadas y paredes con plantas para decorar no es para nada moderna, basta pasearnos por nuestros pueblos y ver lo bonitas que lucen las fachadas y los muros de los patios.
[adicional text=»Podemos tener un jardín vertical reutilizando botellas de plástico, latas, palets, bolsas de tela, tuberías, canalones…»]
Pero claro está como dicen en ocasiones «no hay nada nuevo bajo el sol», simplemente se mejora o perfecciona lo que la naturaleza nos muestra a diario. ¿Quién no ha visto crecer plantas en el cortado de un acantilado, o entre las rocas de una pared, o esos edificios antiguos totalmente cubiertos de hiedra o incluso los templos de Angkor colonizados por las plantas trepadoras de la selva? Y es que una planta solo necesita luz, un poquito de tierra a la que cogerse y agua de vez en cuando.
Obviamente todos estos fantásticos jardines verticales ocupan también un espacio considerable, pero nosotros en nuestras casas también podemos tener un jardín vertical reutilizando un montón de cosas que de otra manera acabarían en un contenedor: botellas de plástico, latas, los versátiles palets, bolsas de tela, tuberías, canalones…
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Para que no pesen demasiado nuestras estructuras de jardín vertical deberemos poner unos sustratos más livianos que la tierra de jardín o huerto normales, usaremos perlita, vermiculita, fibra de coco, corteza de pino… Además si en vez de poner plantas decorativas siembras semillas de hortícolas ya tienes tu propio huerto vertical.