L’Odaïtès la nueva marca de lujo bio para tu piel

L’Odaïtès, tan difícilmente de pronunciar como fácil de usar.

Acaba de aterrizar en España de la mano de Krous Cosmética una marca de lujo que va a dar mucho que hablar, por sus texturas, sus aromas, sus composiciones faltas de artificio, por el respeto y el minimalismo que se respira en cada producto, en cada pump.

Una marca repleta de coherencia, con un enfoque botánico refinado y por una formulación que va directa al grano.

En un mercado donde abundan los productos verdes de escaparate y las fórmulas disfrazadas de naturales con el beneplácito de la UE, esta firma propone algo más íntimo y honesto: una cosmética que cuida como una infusión caliente, que nutre como una comida hecha con mimo y que trata a la piel como un órgano vivo, que es lo que es, no como un lienzo inerte en el que echarte derivados petrolíferos pensando que nada malo te va a pasar y que vivimos rodeados de seguridad.

Si hace tiempo que dejaste de vivir en el país de la piruleta, esto te interesa.

He probado tres de sus productos más icónicos y hoy te hablo de ellos.

Todo arranca con un gesto tan sencillo como esencial: exfoliar.

Pero no desde la agresividad ni el arrastre abrasivo, sino desde una fórmula suave como la de este exfoliante ecológico que combina semillas de dátil y hoja de olivo pulverizadas hasta el suspiro.

Esta exfoliación física no raspa ni irrita, más bien acaricia.

La base oleosa y untuosa, pero lejos de dejar sensación grasa, crea una experiencia sensorial profundamente placentera, como si te pusieras caramelo en la piel (y de verdad que dan ganas de lamerlo).

No es solo un producto de limpieza, es un tratamiento en sí mismo. La hoja de olivo, rica en oleuropeína, ha sido estudiada por su capacidad para frenar el daño celular provocado por los radicales libres (y aquí arrancando árboles como si no hubiera mañana…), mientras que el polvo de semilla de dátil, además de biodegradable y respetuoso con el medio ambiente, actúa como una carga mineral para la piel, aportando potasio y magnesio que refuerzan su equilibrio.

Piel suave gustosa en un solo gesto.

INCI: Helianthus Annuus (Sunflower) Seed Oil, Glycerin*, Phoenix Dactylifera (Date) Fruit Powder*, Phoenix Dactylifera (Date) Fruit Extract*, Prunus Amygdalus Dulcis (Sweet Almond) Oil, Mel (Honey), Aloe Barbadensis Leaf Extract*, Olea Europaea (Olive) Leaf Extract*, Sucrose Laurate, Sucrose Stearate, Sodium Anisate, Sucrose Palmitate, Aqua (Water), Tocopherol, Ammonium Acryloyldimethyltaurate/Vp Copolymer, Sodium Levulinate, Parfum (Fragrance), Citric Acid, Ascorbic Acid, Sodium Hydroxide

Después, llega el tratamiento puro.

Un sérum bio concentrado sin agua.

Sin rellenos.

Para usar de noche, pero también de día como complemento a tu crema.

Solo aceites vegetales vírgenes de primera presión, como el de higo chumbo, la jojoba, la almendra dulce y el albaricoque. Junto a ellos, antioxidantes y una sinfonía de aceites esenciales como el nerolí que purifica y regenera, el romero que estimula o la lavanda que calma.

Una sinfonía aromática de alto impacto.

Pero, si he de ser sincera, el verdadero protagonista aquí es el aceite de semilla de higo chumbo.

Su altísimo contenido en vitamina E y ácidos grasos lo convierte en uno de los más potentes aliados para combatir la deshidratación, mejorar la elasticidad y reforzar la función barrera de la piel. Hay estudios que confirman su capacidad para frenar la pérdida de agua transepidérmica, ese enemigo silencioso que nos roba jugosidad. Por eso, este ingrediente se conoce como el boto vegetal.

Por otro lado, la jojoba, tan parecida al sebo humano, ayuda a que esta sinfonía de lípidos penetre con naturalidad. Es un producto que no hay que aplicar con miedo.

Aunque sea un aceite, su textura ligera y su afinidad con la piel hacen que se absorba con rapidez, sin sensación pegajosa, sin pesadez.

INCI: Prunus Armeniaca (Apricot) Kernel Oil*, Simmondsia Chinensis (Jojoba) Seed Oil*, Prunus Amygdalus Dulcis (Sweet Almond) Oil*, Propanediol Dicaprylate, Opuntia Ficus-Indica (Prickly Pear) Seed Oil*, Parfum (Fragrance), Ascorbyl Palmitate, Citrus Aurantium Amara (Bitter Orange) Flower Oil*, Tocopherol, Lavandula Angustifolia (Lavender) Oil*, Rosmarinus Officinalis (Rosemary) Leaf Oil*, Helianthus Annuus (Sunflower) Seed Oil, Linalool, Limonene, Geraniol, Farnesol Citral.

Este complejo altamente concentrado de ingredientes activos (nada más y nada menos que un 82%) Revitaliza tu piel y la suaviza, al tiempo que la reforma y le da un halo de resplandor.

De mujer a Diva en cero coma.

Y como broche de oro, la sublime crema facial Ange Sensationnel.

Rica pero ligera, sensorial pero eficaz, fluida pero con cuerpo.

Aquí hay agua, sí, pero no cualquier agua. La fase acuosa está cargada de extracto de dátil, un activo que no se queda en la anécdota exótica. Este néctar contiene polisacáridos con capacidad filmógena que ayudan a reducir la evaporación de agua, antioxidantes que combaten el estrés ambiental y minerales que revitalizan.

Además, el ácido hialurónico hidrolizado aporta hidratación en profundidad, al ser capaz de penetrar capas internas de la epidermis y retener agua como una esponja.

Esto se traduce en una piel más densa, más elástica, más viva.

La parte grasa se apoya, de nuevo, en aceites nobles como el de jojoba, albaricoque e higo chumbo, que garantizan nutrición sin obstrucción. Y lo que se agradece especialmente es la elección de los emulsionantes y conservantes: suaves, biodegradables, respetuosos con el microbioma. Nada que desestabilice, nada que irrite.

En una época en la que la piel está tan cansada que parece reaccionar a todo, encontrar fórmulas que cuidan sin sobreestimular es casi un lujo terapéutico.

Aqua (Water), Propanediol Dicaprylate, Caprylic/Capric Triglyceride, Phoenix Dactylifera (Date) Fruit Extract*, Glycerin*, Simmondsia Chinensis (Jojoba) Seed Oil*, Prunus Armeniaca (Apricot) Kernel Oil*, Glyceryl Stearate Citrate, Polyglyceryl-4 Cocoate, Behenyl Alcohol, Sucrose Stearate, Sucrose Distearate, Opuntia Ficus-Indica (Prickly Pear) Seed Oil*, Sodium Citrate, Hydrolyzed Hyaluronic Acid, Cetyl Alcohol, Caprylyl Glycol, Glyceryl Undecylenate, Xanthan Gum, Sodium Ricinoleate, Tocopherol, Citrus Aurantium Amara (Bitter Orange) Flower Oil*, Helianthus Annuus (Sunflower) Seed Oil, Caprylhydroxamic Acid, Sodium Phytate, Parfum (Fragrance), Ascorbyl Palmitate, Citric Acid, Limonene, Geraniol, Linalool, Farnesol

A nivel formulativo, hay algo que se repite en estos tres productos y que marca una diferencia.

Aquí no se utiliza la naturaleza como coartada estética.

Cada planta, cada extracto, tiene sentido clínico y sensorial.

No se trata de hacer listas interminables de activos para impresionar, sino de elegir bien y en buena proporción. No hay siliconas, ni PEGs, ni perfumes artificiales enmascarados.

Lo que hay es una visión botánica moderna, conectada con la ciencia y con una comprensión profunda de la piel.

En definitiva, exfoliar, nutrir y tratar con tres productos que tienen sentido juntos y por separado. Tres fórmulas que no solo respetan la piel, sino que la escuchan. Tres formas de decirle a tu rostro: te veo, te cuido, te entiendo. Y eso, en un mundo donde la cosmética se ha convertido en un escaparate más, es un regalo.

Uno que no viene envuelto en promesas vacías, sino en evidencia botánica, sensorialidad bien entendida y eficacia sin ruido.

Porque cuando la fórmula es buena, no hace falta mucho más.

Aunque sea una marca que casi no puedes pronunciar.

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