Cuando te pones la crema corporal Lur de Mainbo, no estás simplemente aplicando una hidratante más.
Lo que tienes entre manos es una formulación cuidada, eficaz, con ingredientes naturales que no solo hidratan, sino que respetan profundamente tu piel y el entorno.
Ojo, y todo eso sin despeinarse.
Lur se presenta como una crema corporal con una textura ligera pero nutritiva, que aporta elasticidad, suavidad y confort incluso a las pieles más exigentes.
Su secreto está en la sinergia entre el gel de aloe vera y el aceite de argán, dos ingredientes con una larguísima tradición en el cuidado de la piel y con respaldo científico. El gel de aloe vera, listado como aloe barbadensis leaf gel en el INCI, tiene propiedades humectantes, calmantes y regeneradoras. En estudios dermatológicos recientes, se ha demostrado que su uso regular incrementa la hidratación del estrato córneo y mejora la función barrera de la piel, sin alterar negativamente la pérdida de agua transepidérmica.
Y eso, con los calores del verano, mola.
Además, cuenta con una alta concentración de mucopolisacáridos que ayudan a retener el agua en la piel, lo que lo convierte en un ingrediente clave para mantenerla suave y saludable. El aceite de argán, por su parte, es uno de esos ingredientes que no necesitan presentación.
¿O sí? Por si vives en otro planeta, te lo cuento.
Conocido como el oro líquido de Marruecos, este aceite vegetal obtenido del fruto del argán es rico en ácidos grasos esenciales, vitamina E y antioxidantes. En un estudio publicado por la Universidad de Fez, se demostró que la aplicación diaria de aceite de argán durante 60 días mejoró significativamente la elasticidad de la piel en mujeres postmenopáusicas.
La piel recupera tonicidad, mejora su firmeza y gana una luminosidad que no viene del brillo superficial sino de la salud profunda. Junto a estos dos ingredientes principales, la fórmula de Lur incluye glicerina vegetal de origen ecológico, que actúa como humectante natural ayudando a atraer agua hacia las capas más superficiales de la epidermis.
Los aceites de oliva, girasol y rosa mosqueta completan la parte lipídica de esta exquisita crema intensamente aromática.
INCI: INCI: Base Crepito Humectantis*; Aloe Barbandensis Leaf Juice Powder*; Glycerin*; Olea Europae Fruit Oil*; Helianthus Anuus Seed Oil*; Aloe Barbadensis Leaf Juice & Extract*; Argania Spinosa Kernel Oil*; Squalane*; Ascorbic acid*; Aloe Vera Essentia*; Potassium Sorbate*; Tocopheryl Acetate*; Zea Mays*; Rosa Moschata Seed Oil*; Rosmarinus Officinalis Leaf Extract*; Helianthus Annuus Seed Oil*; Tocopherol Beta*. (*) Ingredientes de procedencia ecológica.
Los ingredientes marcados con asterisco provienen de cultivo ecológico.
Lo interesante de esta crema no es solo lo que lleva, sino también lo que no lleva. No hay perfumes sintéticos, siliconas, derivados del petróleo, conservantes controvertidos ni ingredientes plásticos. Y eso no es solo una promesa de marketing: es una realidad que se percibe desde la primera aplicación.
Porque Mainbo es una marca redonda.
Su textura ligera se extiende con facilidad, se absorbe rápido y deja la piel suave al tacto, sin rastro de residuo graso ni sensación de pesadez. En pocas aplicaciones se nota una mejora evidente del confort cutáneo, especialmente en zonas secas como piernas, brazos o codos.
Además de su eficacia, Lur representa una forma distinta de consumir cosmética.
Mainbo apuesta por una producción local, ética y respetuosa con el medio ambiente.
Sus envases son reciclables y no contienen componentes plásticos innecesarios, lo que convierte a esta crema en una aliada no solo para tu piel, sino también para el planeta.
Su formulación sencilla pero efectiva es una respuesta clara al exceso de cosméticos sobrecargados, donde lo importante parece ser el número de ingredientes y no su calidad o sinergia real. Aquí no hay relleno, no hay humo, solo ingredientes útiles en proporciones equilibradas.
Y eso se nota.
En tiempos donde la palabra natural se ha desvirtuado, encontrar un producto que la encarne de forma honesta y con evidencia detrás es casi un acto revolucionario.
Y sin embargo, Lur no pretende parecer lo que no es.
No se viste de moda ni de greenwashing.
Es lo que ves: una crema corporal hidratante, respetuosa, eficaz y comprometida, como todo lo que hace Mainbo.
Para quienes buscan una piel hidratada de verdad, para quienes tienen piel sensible y están cansadas de promesas que acaban en rojeces, para quienes quieren cuidar su cuerpo sin dañar lo que les rodea, esta crema es una opción real.
No lo decimos nosotras, lo dice su fórmula, lo dicen los estudios científicos sobre sus ingredientes y lo dicen las personas que la han probado y ya no quieren volver atrás.
Porque cuando la piel se siente cómoda, tú también.
Y eso, no lo da cualquier crema.