Sostenibilidad. Una palabra que en la actualidad solemos escuchar constantemente, sobre todo en la industria de la moda gracias a las reformas que las grandes empresas han tenido que aplicar en su producción e imagen debido al impacto del fast fashion en el medio ambiente. Pero, ¿qué tan real es esto? ¿Son tan sostenibles como dicen? La concienciación hacia una mejor tendencia como consumidor está conquistando cada día más la moral de las personas y eso es una buena noticia. Sin embargo, nada es tan bueno como parece.
La mayoría de las empresas están lavando verde (greenwashing) sus valores para así engañar al consumidor eco y que finalmente compre sus productos. Detrás de ese “lavado verde” nos encontramos a las grandes marcas de la industria textil utilizando la palabra sostenibilidad como una herramienta de marketing para aumentar sus beneficios económicos y no para lo que realmente significa.
Darnos cuenta de que alguien nos está mintiendo es difícil de aceptar, pero despertar y ser conscientes de ello es un paso que hay que dar sí o sí, porque sin conocer el error no podemos hacer un cambio. Entonces, ¿cómo saber si una marca sostenible nos miente y cómo prevenirlo?, sobre todo si nos enfrentamos día a día a un bombardeo de publicidad enmascarado con una etiqueta de sostenibilidad. Hoy en Orgànics Magazine te traemos una guía para que puedas descubrirlo.
Pero antes te explicaremos un par de conceptos que debes conocer y aprender a diferenciar
Sostenibilidad, ética y greenwashing
¿Sabías que una empresa puede ser sostenible sin ser ética y viceversa? ¿¡Cómo es esto posible!? Muy fácil, ambos conceptos no significan lo mismo. Como ya habíamos dicho, nos encontramos ante una era de publicidad engañosa masiva con respecto a todo lo que tenga que ver con un mejor consumo. Las empresas se han encargado de «lavarnos el cerebro», provocando que no sepamos distinguir una cosa de la otra.
Entonces, ¿qué significan ambos conceptos?
Una empresa es ética cuando mantienen a sus trabajadores en buenas condiciones laborales. Desde el trato hasta un pago justo, incluyendo evitar siempre el trabajo infantil. De la misma manera deberán evitar el maltrato animal durante todo el proceso de producción.
En cambio, la sostenibilidad significa que las empresas protegen en primer término el medio ambiente. Todo esto a través de la obtención de materiales naturales, de fácil reciclado o de vidas infinitas. Asimismo que utilicen recursos naturales y minimizando los químicos tóxicos que puedan causar un daño al medio ambiente.
En principio, ambas palabras parecen ser iguales porque la verdad es que son términos genéricos: minimizar el impacto medioambiental y respetar a los trabajadores. No obstante, realmente no significan lo mismo y hemos estado utilizándolos indistintamente cuando no es lo correcto. Porque sí, una empresa puede ser ética y no considerar el impacto ambiental así como también una empresa puede ser sostenible mientras que no respeta el impacto ambiental.
Hay una delgada línea que separa ambos términos y hay que respetarla. No significan lo mismo y por tanto, debemos hacer siempre esa distinción.
Ahora bien, ¿a qué se refiere la palabra greenwashing?
Este término usado mayoritariamente en inglés y traducido al castellano como «lavado verde» se trata de un «maquillaje corporativo» que usan las empresas en el momento de presentar un nuevo proyecto o producto, enfocado en el respeto al medio ambiente. En pocas palabras, es cuando las empresas se promocionan como sostenibles sin cumplir con estos criterios. Lo que precisamente hemos estado viendo en los últimos años.
En ese caso, hay algunas señales que nos advierten si las empresas están haciendo greenwashing:
Hablan de sostenibilidad sin nada que lo respalde. Solemos ver marcas plagadas con frases como «somos ecológicos» o «100% sostenible». En ese sentido, cuando las empresas se tildan de sostenibles en términos muy vagos es cuando lo único que tienen para respaldar esas afirmaciones son un par de artículos, secciones en su web o incluso un par de líneas «sostenibles». Esto se le conoce como el efecto de «halo verde», el cual se basa en la promoción de artículos seleccionados hechos con materiales supuestamente sostenibles así como también propuestas que reforman su modelo de negocio.
Un ejemplo claro es el de Primark con su Sustainable Cotton Programme. A primera vista se ve como una gran propuesta, sin embargo, no hay alguna prueba real que pueda verificar todo lo que están diciendo. Ya sea una muestra de algún documento avalado por cualquier entidad responsable relacionada al tema o simplemente una muestra de las condiciones laborales de sus trabajadores.
En el programa de primark del que os hemos hablado hay un artículo donde dicen tener una conversación con uno de sus agricultores en el que él mismo destaca lo beneficioso que ha sido el programa para su vida y lo que ha podido lograr gracias a esto. No obstante, no hay muestra visual de lo que dice esta conversación. Ni audio, ni vídeo. Tampoco si quiera una imagen del agricultor al que han entrevistado. Un poco raro ¿no?
Otra señal importante pero que es difícil de distinguir es cuando las empresas nos venden a través de sus comunicados sus «nuevas» reformas ecológicas como una acción espontánea para mejorar su modelo de producción, cuando realmente se trata de una normativa del país en el que se encuentran. Lo que quiere decir que se trata de algo que deben cumplir por obligación y no por ser una acción reivindicativa como nos lo habían vendido.
Lamentablemente, hay muchas maneras de hacer greenwashing. Si os gustaría conocer un poco más del tema, decídnoslo en un comentario y nos pondremos en marcha para crear un artículo que pueda profundizar en esta cuestión.
Ahora, teniendo claro estos tres conceptos y sabiendo cómo las empresas pueden jugar con nuestra mente para darnos gato por liebre, te dejaremos una serie de recomendaciones para que puedas saber cómo prevenirlo.
¿Preparadas?
Cómo prevenir las mentiras de una marca sostenible
1. Busca tus marcas en Good on you
La primera recomendación que te traemos es Good on you. Esta es una página web australiana en donde activistas, profesionales de la moda, científicos, escritores y desarrolladores se han unido para darle al consumidor una calificación a las marcas que están en el mercado a través de una puntuación fácil de entender, teniendo en cuenta tanto la sostenibilidad como la ética. Desde las emisiones de gases de efecto invernadero y el uso del agua, hasta la seguridad de los trabajadores y los salarios dignos.
La transparencia es el pilar de Good on you. En ese sentido, el equipo de analistas recopila diferentes tipos de información y verifican índices como el de Transparencia de la Moda así como también verifican las certificaciones como EU Ecolabel, Global Organic Textile Standard o Fair Wear Foundation. En ese sentido, es importante destacar que esta herramienta solo utiliza información disponible públicamente. Por eso, hemos querido recomendar esta página que también está en formato aplicación para dispositivos inteligentes, ya que es fundamental que el consumidor tenga acceso de manera precisa y consistente sobre el impacto de la marca que están consumiendo.
Si quieres conocer más sobre su escala de valoración, puedes entrar a su web en el apartado «How we rate fashion brands». Además, podrás descargar la directriz en donde explican paso a paso y con detalle su guía de valoración.
Uno de los puntos negativos de esta herramienta es que no todas las marcas existentes se encuentran valoradas, como es el caso de muchas marcas sostenibles españolas y otras pequeñas marcas, por lo que os recomendamos seguir los siguientes pasos.
2. Revisa la página web de la marca
Este paso va más allá de verificar e indagar las propuestas que tengan las marcas en relación a la sostenibilidad y ética que practican. En ese caso, deberás enfocar también tu búsqueda en los materiales de cada prenda que vayas a comprar. Las marcas deberían tener en la descripción de sus productos los materiales de los que están hechos cada prenda.
Como consumidora responsable, si no conoces lo que significa cada material puedes googlearlo y así conocer que es lo que estás a punto de comprar. Las marcas sostenibles siempre tendrán materiales que sean naturales, reciclados u orgánicos.
Te recordamos que, si la descripción habla de materiales a base de botellas de plástico recicladas, las marcas deberían certificar el uso de las botellas ya que algunas empresas de reciclaje se encargan de falsear el sistema de reciclado ya que el proceso original es mucho más difícil. Por lo que luego venden el material a un precio más alto a las marcas que conocemos.
Para dejar este paso más claro hemos decidido hacerlo utilizando una prenda de Zara.
En la parte izquierda, dentro del rectángulo rojo, podemos ver los materiales de la prenda y sus porcentajes. Con esto se nos encienden las alarmas y ya te explicaremos porqué.
El material que predomina es la viscosa. Una fibra vegetal que nos la presentan como sostenible pero que en la mayoría de ocasiones viene de un proceso de producción irresponsable, porque no todo lo natural es sostenible y viceversa, cosa que complica aún más las cosas y hace que sin información quedemos a merced de las empresas.
Un informe publicado en junio de 2017 por la organización Ecologistas en acción, demostró que Zara es una de las marcas que aplica el modelo de maximización de beneficios en la producción de viscosa, donde sustancias químicas y gases tóxicos que se generan en las fabricas de este material están causando un impacto negativo en la vida y en los hogares de los habitantes de algunas partes de Asia. Este mismo informe detalló que Zara se abastece de tres empresas contaminantes de China y una de India.
Por otro lado, en ese mismo rectángulo podemos ver otro material tóxico que se usa para la elaboración de esta prenda como lo es la poliamida. Esta es una fibra sintética que no es capaz de biodegradarse y que contamina a los ecosistemas marinos, pudiendo ascender a la cadena alimenticia hasta llegar a nuestros platos de comida. Además, esta microfibra puede contener disruptores endocrinos, algo conocido también como sustancias químicas que son capaces de alterar nuestro cuerpo y producir enfermedades como el cáncer o diabetes
Para conocer más sobre los disruptores endocrinos, puedes ir al artículo que hemos redactado hablando del tema en profundidad.
3. Conoce las certificaciones sostenibles y éticas
Probablemente, ya a en este punto te estes preguntando: ¿cómo se supone que puedo estar segura de lo que compro?, ¿acaso hay alguna empresa que pueda ser sostenible y ética a la vez? Para asegurarte de que una empresa está haciendo lo que nos está diciendo puedes recurrir a los certificados de terceros que nos ayudan a identificar este tipo de cuestiones.
Estos los podemos dividir en tres tipos: Las certificaciones ecológicas que nos garantizan que la recolección del material se ha obtenido mediante agricultura ecológica; Las certificaciones de responsabilidad social enfocadas en la ética de la empresa dentro de las condiciones laborales; Por último, las certificaciones ambientales que se encargan de avalar la parte sostenible dentro de la producción y pone límites en los residuos tóxicos utilizados.
Ahora bien, ¿Cuáles son las certificaciones que puedes mirar a la hora de confiar en una marca? En Europa tenemos a Made in green o EU Label como las más destacadas. En el ámbito internacional tenemos a Fair Trade, Organic Exchange, Oeko Tex, Global Organic Textile Standard (GOTS), entre otros más.
La mayoría de estas certificaciones tienen altos requisitos que las empresas deben cumplir para poder llevar sus etiquetas. Además, la mayoría de estos certificados cuentan con unas tarifas de membresía que se deben pagar así como también cláusulas donde las empresas deben dar su consentimiento para se les realice auditorías aleatorias.
Sabemos que puede llegar a ser abrumador darte cuenta que la mayoría del tiempo nos mantienen engañados. Incluso tendrás una sensación de culpabilidad porque probablemente hayas consumido este tipo de marcas. No obstante, queremos que recuerdes que dar este paso hacia un consumo más sostenible y ético no es tan fácil como levantarte un día y decir que ya no comprarás productos de estas empresas.
Hay factores externos que pueden condicionar tu decisión de consumo y que difícilmente puedan ser reemplazados por otras opciones. Pero, todo cuenta. Ser más sostenible es algo más gradual que de inmediatez. Por lo que educarnos y estar conscientes es el primer paso que debemos cumplir.
Y tú ¿compras moda sostenible o aún caes en el greenwashing?