En este artículo os vamos a hablar de algunos productos pensados para la piel sensible y atópica. Si bien ambas pieles tienen en común su intolerancia a determinados ingredientes y la necesidad de fórmulas especiales que respeten su equilibrio epidérmico, los productos específicos para pieles atópicas y con eccema (que incluso pueden usar los niños y bebés) estarán escritos en color rojo, con la finalidad de diferenciarlos de los productos ideados para pieles sensibles pero que no presentan patología alguna.
Después de todo lo escrito en los anteriores artículos sobre el tema, no cabe duda de que ninguno de los productos que aquí se os recomendará llevan estos compuestos (excepto algunos alcoholes como el cetearyl alcohol y los compuestos naturales presentes es aceites esenciales como el limonene, linalool, geraniol y demás), pero casi nunca para pieles atópicas (y digo casi nunca porque el alcohol cetílico sí se usa en algunos productos para pieles con dermatitis atópica, pero en cantidades mínimas y siempre teniendo en cuenta que es un alcohol más suave), mientras que los irritantes limonene, geraniol, linalool y demás se encuentran en los aceites esenciales y forman parte de ellos, no son ingredientes añadidos. Pero ambas cosas, en el caso de las formulaciones para pieles atópicas, serán indicadas para que podáis elegir con todos los datos en la mano.
También os he decir que para hacer estos artículos y documentarnos enviamos varios mails a las casas farmacéuticas de los productos más usados para estos fines para que me enviaran el INCI de sus productos, ya que en ninguna de sus webs están colgados (deben pensar que es una tarea inútil porque casi nadie los entiende y para qué necesitamos saber cosas que nuestro cerebro no entiende). Pues bien, la mayoría de ellas rehusaron participar en este artículo o nos han puesto todas las trabas habidas y por haber. Que si teníamos que rellenar un formulario especial para blogs, que si no estaban seguros de qué íbamos a hacer con esa información, que si necesitaban más datos sobre nuestro trabajo, que cómo nos iban a mandar todos esos datos por correo electrónico. ¡Y sólo les habíamos pedido que me enviaran por mail el INCI de sus productos!
También os hemos de decir que ha habido loables excepciones y que, por supuesto, casi todas las casas de cosmética natural y ecológica han colaborado al máximo. Desde aquí les damos nuestra más sincera enhorabuena por sus productos y les agradezco enormemente el trato recibido. La diferencia es abismal…
Casi todos los productos de los que os vamos a hablar los hemos probado o los uso de forma habitual, pero otros sólo los conozco por impecables referencias, por su maravilloso INCI y porque son específicos para las pieles más problemáticas.
Como nuestro deseo es que desterréis de las estanterías de vuestro baño todos los productos dañinos con parabenos, SLS, SLES, siliconas, parafinas, fenoxietanol, Methylisothiazolinone, perfumes sintéticos, etc, os vamos a proponer muchas soluciones no sólo para cuidar y proteger a las pieles sensibles y, sobre todo, a las atópicas, sino también para ayudar a nuestra epidermis a cumplir sus funciones de forma óptima, sin taparla, resecarla o dañarla más.
La limpieza
Ya os hemos comentado en artículos anteriores que algunos dermatólogos aconsejan que las personas con pieles sensibles o atópicas sólo usen jabón en determinadas zonas, pero no en todo el cuerpo. Realmente consideramos que en pleno siglo XXI no necesitamos tanto surfactante agresivo (que no precisamente jabón) y que a fuerza de lavarnos hemos debilitado nuestra piel y la grasa que la cubre. Nuestra higiene desde la época de la revolución industrial allá por mediados del siglo XVIII ha experimentado un cambio radical y hemos pasado de los baños por casualidad a las duchas diarias ¡y a veces dos! y del agua a secas a las llamadas ‘potiduchas’, nombre con el que se conoce en el mundo blogueril las duchas con múltiples potingues destinados a lavarnos e hidratarnos. Es decir, a quitar de nuestra piel lo que le es inherente y sustituirlo por otros ingredientes con mejor olor (o lo que los gurús del mundo cosmético nos han dicho que huele mejor que nuestro cuerpo, ya que el buen o mal olor también es algo cultural).
Pues bien. Tomando como punto de partida que la ducha es necesaria en el siglo de los trenes hacinados a las ocho de la mañana, y un placer tras volver a las siete de la tarde en el mismo tren, pasemos a hablar de los productos destinados a limpiar nuestra piel que van a respetarla al máximo.
Geles de baño
En principio para cuidar una piel sensible bastaría cualquier gel que no llevara ningún sulfato (sodium lauryl sulfate o sodium laureth sulfate -el sodium puede ir sustituido por otros ingredientes como en ammonium-), amén del resto de compuestos etoxilados. Sin parabenos ni fenoxietanol (no basta con leer en la etiqueta el paraben free, lo siento), sin Methylisothiazolinone. Para eso lo mejor es utilizar productos Bio con sello Bio (no con sello de cosmética natural que algunos sí admiten sulfatos. Si quieres saber más sobre los sellos puedes leer estos artículos). Son los únicos que garantizan que no contiene ninguno de estos ingredientes. Como buenos ejemplos os podemos poner el gel de baño de la marca Attitude, al igual que todos los de la marca Sante, Logona, Weleda… El gel para niños y pieles sensibles de Naetura tiene uno de los INCIS más suaaaaves que he visto jamás, al igual que los de Green People o los de Natura Siberica. La lista es muy larga pero ojo con lo de los sulfatos. Sí es cierto que los sulfatos de las marcas de cosmética natural y ecológica provienen de sustancias vegetales (no derivados del petróleo), pero continúan siendo sulfatos y sobre todo los que llevan Ammonium Laurel Sulfate (certificado por certificadoras como Ecocert) no los recomendamos en el caso de pieles atópicas.
A pesar de su mala prensa por dejar la piel reseca, los jabones en barra son otra excelente opción que en los últimos años ha resurgido con fuerzas renovadas y estéticas tan impecables como sus ingredientes. Los enriquecidos con karité o caléndula son los más indicados para las pieles sensibles. Urtekram, por ejemplo, tiene un jabón en barra sin fragancia que es fantástico, como toda su línea No Perfume, así como los de caléndula de Weleda, Fonte Santa o Taller Amapola, una delicia todos ellos. Para los adultos además recomendamos los jabones de alepo, especialmente indicados para pieles con psoriasis y eccema por su capacidad de equilibrar la piel, pero hay que darle un tiempo y usarlos en concentraciones no más allá del 12%. La Mousse de jabón de Matarrania es otro de los jabones en los que se cumple la máxima de menos es más. Formulado con aceite de oliva virgen extra de primera presión en frío y caléndula es profundamente hidratante.
Para pieles atópicas os recomendamos cuatro productos:
Gel de baño de Green People: Sin ninguno de los ingredientes que mencionábamos en la lista e indicado para pieles con SQM es una gran opción. Con certificado orgánico y apto para veganos. Esta línea ha ganado varios premios del Free From Skincare Awards en el Reino Unido, unos galardones que cada año eligen el mejor producto de cada categoría para las pieles reactivas, alérgicas, con DA o eccema, bajo unos estrictos parámetros en los que no entra ninguno de los ingredientes mencionados ni otros muchos más. Lamentablemente la política de esta empresa ha hecho que cada vez se vea menos en España, y es una pena porque es una de nuestras marcas preferidas para pieles problemáticas.
Gel de ducha I+M Naturkosmetic: La línea Freistil de esta marca alemana, con certificado BDIH y materias primas de comercio justo, es una de las más suaves que hemos probado jamás para las pieles sensibles y cuenta con una amplia gama de productos y tiene un delicado aroma a vainilla.
Gel de baño No Perfume de Urtekram: Ahora sí, me descubro ante esta línea de la firma danesa Urtekram que, además, cuenta con el aval de la Asociación Danesa de Asma y Alergia y el sello Ecocert. Formulado con tan pocos ingredientes que te hace pensar lo innecesarios que son los INCI kilométricos.
Cabello
Una de las zonas que más problemas da a las personas sensibles es el cuero cabelludo. La sequedad y el picor pueden llegar(nos) a desesperar y, en el caso de pieles atópicas, ya sabéis la suma importancia de no rascarse para evitar la entrada de patógenos en el cuerpo. Al igual que en los geles y jabones, cualquier producto sin sulfatos, parabenos, siliconas u otro de los ingredientes mencionados en estos artículo es perfectamente viable para los cueros cabelludos algo sensibles (si no lleva nada de eso seguro que no lleva ninguna de los otros ingredientes dañinos de los que no he hablado en el post). Los champús de Sante, Logona, Natura Siberica, Mádara, Pure Essentiel o BioPha son espectaculares, al igual que los de John Masters Organics (El Kérastase de los champús Bio pero que ha empezado a meter tóxicos en sus productos y se está retirando de las tiendas ecológicas de verdad… Una lástima). Pero para tratar las pieles más sensibles os recomiendo varios productos:
Champú sin perfume Green People: los champús de esta marca británica son unos de nuestros preferidos. Dejan el pelo con un brillo de película y este, además, pertenece a la línea sin perfume apta para personas con Síndrome Químico Múltiple. Un diez.
Champú para cuero cabelludo sensible sin aroma Freistil de I+M Naturkosmetik: es uno de nuestros últimos descubrimientos. El cuero cabelludo es uno de nuestros puntos débiles. No sólo voy buscando un champú que nos deje un pelo divino, sino que éste ha de ser suave con nuestro complicado cuero cabelludo. Nada más ponerlo en la cabeza es como un balsamo. Adiós a los picores y hola a la suavidad. Eso sí, el pelo no queda con un brillo Pantene, pero la cabeza descansa de los picores y eso ya es mucho…
Champú suave de Aloe de Lilà Cosmètics: con el Aloe Barbadensis con certificado ecológico como primer ingrediente del INCI (por delante del agua) este suavísimo champú está indicado para las cabezas más exigentes. 100% natural y 66% ecológico con certificado Ecocert sólo tiene una minúscula pega que no le resta ni un ápice de efectividad ni de la devoción que siento por él: lleva perfume natural y sin alérgenos pero no huele bien. No es que huela mal ni mucho menos, pero si le echas perfume a un producto con ese pedazo de INCI al menos debería oler para querer beberlo, si no mejor no ponerlo -pero esa es mi modesta opinión-. Y el olor que tiene es tan sutil que dudo que le hayan añadido perfume para camuflar un desagradable olor de la propia formulación.
Champú neutral para cuero cabelludo sensible de Natura Siberica. Con un montón de extractos naturales y certificación biológica de ICEA, esta firma rusa nos ofrece un champú para tratar la delicada piel del cuero cabelludo. Contiene extracto de regaliz, una de las raíces más utilizadas en los productos para pieles atópicas por su capacidad para calmar las irritaciones y apaciguar la sensación de prurito. El plus que ofrecen estos champús es que, además, dejan el pelo espectacular.
Desmaquillantes
Las pieles sensibles y con dermatitis necesitan un cuidado especial a la hora de desmaquillarse. Mi piel es tan tan sensible que incluso al pasar el algodón con la leche me salen rojeces y me duele (sí, es casi una pesadilla). Los productos que os voy a recomendar no sólo están especialmente formulados para pieles sensibles, sino que además son una delicia aplicarlos por sus texturas y sutiles aromas.
Agua micelar para pieles sensibles de Gamarde. La mejor opción para las personas amantes de las aguas micelares y especialmente indicada para las pieles más reactivas. A mí en verano me apasiona (en invierno me gusta un poco más de hidratación). Es fresca con un sutil olor dulce (casi imperceptible). Un líquido transparente (parece agua) que se aplica con un spray directamente en un algodón. No hace falta aclarar. Me gusta mucho cómo desmaquilla y cómo deja la piel, pero para los ojos tengo que dar varias pasadas.
Desmaquillante sin perfume de Green People: Esta casa ha sacado toda una línea para pieles sensibles, con DA y con SQM. Es decir, es el cuidado de la piel elevado a la enésima potencia. Esta gama, como todas las de Green People, no promete nada que no cumpla. La seriedad y rigurosidad de esta firma me deja fascinada…
Loción limpiadora y desmaquillante Bio 100% de Matarrania: sin alcohol, sin perfume. Sólo cuatro ingredientes para limpiar la piel y dejarla como la de un bebé. Ya os he hablado muchas veces de esta marca pero, de verdad, su formulación me deja con la boca abierta y el packaging más. Un imprescindible para las pieles más reactivas. Eso sí, te ha de gustar la textura de aceite porque Matarrania trabaja con fórmulas a base de aceites de primera presión en frío. Aceites biológicos como la oliva, el girasol o la almendra dulce. Si aún no has introducido los aceites en tu rutina facial te recomiendo que lo hagas, son una joya, y los hay aptos para todas las pieles.
Leche hidratante para piel seca o sensible de Natura Siberica: Es una leche muy muy suave con un maravilloso olor a almendra cruda que dan ganas de comerla. Me encanta porque limpia muchísimo y deja la piel hidratada y confortable pero mate, como recién lavada. Puedo limpiar el maquillaje de los ojos (incluso el que lleva cochinadas) de una sola pasada. Mi último gran descubrimiento.
Loción armonizante de Weleda: es como una leche limpiadora muuuy suave. Yo la aplicaba con las manos dando un masaje y luego la retiraba con dos discos de algodón húmedos. Deja la cara muy suave, pero no desmaquilla tanto como otras. Eso sí, el olor a almendras verdes recién partidas os hará amarla desde el mismo momento en que roce vuestra piel (si es que os gusta el delicado aroma de este fruto seco, claro).
En el próximo artículo os hablamos de cremas y lociones Bio y naturales para cuidar la cara y del cuerpo de las personas con piel sensible, reactiva, con eccema o atópica. Y también veremos como en nuestras farmacias también podemos encontrar productos que respeten nuestra piel al 100%. Son excepciones pero que haberlas haylas.
Hasta entonces os dejamos con una de las imágenes de cine que más ha contribuido a que asociemos la espuma de los sulfatos con la limpieza y el placer. Pero con esa inocente sonrisa ¿cómo le vamos a reprochar nada a la Roberts?