Qué son los parabenos y por qué te deben preocupar

Últimamente vemos en la televisión muchas marcas de gran consumo que anuncian geles y otros productos cosméticos ‘sin parabenos’, lo cual nos parece estupendo porque así los ciudadanos podemos elegir si queremos o no utilizar estas sustancias, pero estaría mucho mejor si las marcas, los gobiernos, los dermatólogos, los fabricantes…, alguien entendido explicara a los ciudadanos qué son los parabenos.

Desgraciadamente las empresas cosméticas y farmacéuticas se encargan de financiar estudios que desmienten lo que los científicos independientes dicen a voces: los parabenos tienen acción hormonal.

Pero en la red todo es una maraña y cuesta discernir la verdad de los intereses creados, la ciencia de la magufería, los datos y estucdios científicos serios con los que no lo son.

Y si a eso le unimos términos complicados, pues la situación de indefensión de los consumidores es tremenda, sobre todo porque las marcas de cosmética y las farmacéuticas invierten muchos miles de millones de euros en que no sepas lo que te voy a contar.

Pero mejor empezamos por el principio…

Qué son los parabenos

Los parabenos son unas sustancias químicas sintéticas (también están en productos naturales, pero las que se usan en cosmética son derivados petrolíferos) que actúan como excelentes conservantes debidos a que son moléculas inodoras, incoloras, no volátiles, efectivas en un amplio espectro de Ph (es decir sirven para conservar tanto productos ácidos como alcalinos) y , además, son tremendamente baratos de producir.

Es decir, tienen muchas ventajas para la conservación de los cosméticos.

El creador de la marca ZAO Make Up, David Reccole, nos confesó en una entrevista que el kilogramo de parabeno cuesta 10 euros, frente a la microplata, el conservante elegido por esta marca ecológica francesa, que tiene un coste de 10.000 euros el kilo. Teniendo en cuenta que los parabenos se pueden poner en una concentración máxima de 0,8 gramos por cada 100ml de producto, entenderéis cuan productivos son estos ingredientes.

La composición química de los parabenos

Los parabenos son químicamente hablando, ésteres del ácido 4-hidroxibenzoico, también llamado ácido p-hidroxibenzoico o ácido para-hidroxibenzoico, de donde deriva su nombre (para-ben). Los más comunes son metilparabeno (methylparaben), etilparabeno (ethylparaben), propilparabeno (propylparaben) y butilparabeno (butylparaben). Parabenos menos comunes son isobutilparabeno (isobutylparaben), isopropilparabeno (isopropylparaben) y el bencilparabeno (benzylparaben) y sus sales, muchos de ellos prohibidos en 2013 por la UE por falta de datos sobre su seguridad.

Cada parabeno tiene una estructura química diferente que hace que cada uno de ellos tenga unas propiedades distintas. Cuanto más larga es la cadena hidrocarbonatada del éster, mayor es su liposolubilidad y menor su hidrosolubilidad, es decir, se disuelve mejor en los aceites y peor en el agua.

Debido a que la replicación microbiana generalmente ocurre en la fase acuosa (es decir la reproducción de bacterias y virus), la cantidad de parabeno disuelto en cada fase es la que determina su capacidad como conservante, por lo que los ésteres con cadenas más cortas (metil y etil parabeno) son las opciones más eficaces para evitar el crecimiento de microorganismos. Además, cuanto más liposolubles son estos parabenos, mejor penetración tienen a través de la epidermis.

Por eso el metilparaben ha sido durante décadas el ingrediente más usado en cosmética después del agua.

Pero ¿para qué sirven los parabenos realmente?

Ya sabemos que los parabenos son compuestos químicos derivados del petróleo y son excelentes conservantes.

Son ellos los que nos permiten abrir un gel de baño o una crema de cuerpo y que no se estropee ni se enmohezca con el paso de los días, semanas e, incluso, meses.

Actualmente las leyes europeas son muy estrictas respecto a la presencia de hongos, virus y bacterias en los productos de consumo humano, y en este aspecto, los parabenos sacan un sobresaliente. Bajo se puede ver una tabla con las propiedades bactericidas y fungicidas de los diferentes parabenos.

En definitiva, los parabenos son capaces de evitar que nuestras cremas, geles, maquillajes y pastas de dientes se contaminen con bacterias como el estaphylococcus aureus, capaz de provocar desde un leve eccema hasta una meningitis. Y por eso, entre el 80 y el 90 por ciento de lo que nos ponemos en la piel contiene parabenos, desde productos de marcas blancas hasta cosmética de lujo.

Pero los parabenos también se utilizan para conservar bollería, comida precocinada, refrescos, salsas, mermeladas, caviar, encurtidos e, incluso, carne fresca, sin contar con que en la naturaleza hay determinadas frutas que también contienen parabenos, como los arándanos que contiene metilparabeno y cuya función en este fruto del bosque es principalmente fungicida.

Por su lado, la industria de la medicina los emplea en jarabes para la tos, antiácidos, fungicidas, antibióticos y en composiciones de medicamentos tan comunes como el ibuprofeno y el paracetamol, incluyendo las fórmulas para bebés como el Dalsy y el Apiretal.

Sólo que para los productos que se han de ingerir reciben otros nombres según la normativa europea: los famosos conservantes E. Así, el metilparabenos se esconde tras los ingredientes E218 y E219. Para el Ethylparabeno se usan los E214 y E215 y el Propylparabeno equivale a los E216 y E217.

Los más comunes son:

Ethylparabeno: E214 y E215

Propylparabeno: E216 y E217 (parabeno actualmente prohibidos por la UE)

Methylparabeno: E218 y E219

En el siguiente enlace podéis leer más sobre los conservantes. Son fuentes oficiales de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición.

También os remitimos a una reevaluación de los aditivos, entre los que se encuentran los parabenos, que se realizó en julio de 2004, dado que el ultimo estudio era de 1994. Sorprende que en sólo 10 años se haya concluido que los aditivos E216 y E217 (propil p-hidroxibenzoato y propil p-hidroxibenzoato sódico, respectivamente) hayan sido retirados por «tener efectos en las hormonas sexuales y órganos reproductores masculinos de las ratas jóvenes»

Por supuesto, lo más importante de estos excelentes conservantes no está en su papel como conservantes, sino en el hecho de que imitan las hormonas sexuales femeninas, en concreto los estrógenos, y dado que las hormonas tienen un papel decisivo en casi todos los procesos de nuestro organismo y pueden actuar en dosis tan bajas como partes por billón, entenderéis la importancia de eliminar estos y otros compuestos que pueden alterar nuestro sistema hormonal. Pero de eso os hablamos en nuestro siguiente artículo sobre por qué no deberías usar cosméticos con parabenos.

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