Esta es la primera parte de un artículo en el que te quiero presentar una nueva marca de cosmética bio que acaba de aterrizar en España de la mano de mis amigos de Krous.
Es una marca francesa que se inspira en el conocimiento botánico de la familia holandesa Huygens, una de las más influyentes del renacimiento neerlandés.
Una familia erudita como pocas y donde la botánica y la astronomía eran el eje central de sus muchos estudios, creaciones, invenciones…
Me encantaría poder mirar por un agujerito esos momentos ¡ajá! de esta familia, ya que no fueron pocos.
Esta familia que inspira la marca de la que te quiero hablar Constantijn Huygens diseñó un jardín que era mucho más que un pasatiempo: era un microcosmos del universo donde cultivaba plantas medicinales, árboles frutales, flores raras y especies exóticas.
Ese jardín no era solo un espacio de belleza sino una biblioteca verde donde cada planta tenía un propósito. De hecho ¡aún no se sabe con exactitud la cantidad de plantas que tenían cultivadas! Allí, Constantijn enseñó a su hijo Christiaan a observar la vida con rigor y sensibilidad, a encontrar en la naturaleza las claves del conocimiento.
Ese jardín fue su primer laboratorio, su primer refugio, hasta su primer poema.
Christiaan Huygens, que con el tiempo descubriría la luna Titán y reinventaría la forma de medir el tiempo, aprendió a mirar el mundo desde la raíz, dede la tierra, desde la semilla.
Caminaba entre lirios y lavandas con la misma devoción con la que más tarde recorrería los cielos con su telescopio.
Su mirada científica no surgió en una sala oscura llena de fórmulas, sino al aire libre, entre perfumes naturales, entre estaciones que pasaban como páginas de un libro invisible.
Su ciencia tenía aroma a tierra húmeda y geometría vegetal.
Dicen que quizá por eso su física y su óptica son tan armónicas, tan precisas y tan bellas.
Hoy, cuatro siglos después, hay una marca que recoge ese legado de forma sutil y profundamente coherente. Huygens París no es solo una firma de cosmética orgánica francesa: es una declaración de principios. Su nombre rinde homenaje a esa visión integral de la naturaleza como fuente de saber, bienestar y armonía.
Ingredientes puros, ya que está certificada por Cosmos, plantas medicinales, texturas sensoriales y una profunda convicción: que cuidar la piel también es una forma de cuidar el alma.
Huygens no copia la historia, la encarna. Como aquel jardín de Hofwijck, sus productos invitan a la contemplación, al gesto pausado, a la belleza que nace del equilibrio.
No es solo cosmética ecológica, es una forma de volver al origen.
De honrar el conocimiento ancestral de las plantas con los avances actuales de la ciencia.
De tratar la piel como parte de un todo vivo, que respira, que siente, que escucha.
Que lo he dicho mil veces, que no somos meras piezas de Lego que poder ensamblar de diferentes maneras. Somos un todo, como el propio cosmos.
Entre sus productos encontramos ingredientes activos vegetales, fórmulas veganas (casi todas ellas, ya que en algunas usan cera de abejas), diversas rutinas para pieles a partir de 35 años y una estética que enamora: colorista y divertida. Desde productos para pieles grasas y mixtas, a una línea de colágeno para redensificar la piel y actuar contra las arrugas o la línea para pieles más secas, con ingredientes para aportar nutrición y flexibilidad a las pieles más delicadas.
Y entre todos ellos, algunos productos que me han dejado alucinada.
Pero eso te lo cuento dentro de poco y te desvelo mis must de Huygens marca que puedes encontrar en Krous.