No sé si te he contado que soy adicta a los jabones.
¿Sí, verdad?
Y al resto de productos sólidos.
Creo que tengo tantos en casa que aunque dejara de comprar un jabón podría ducharme durante el resto de mi vida.
Pues mira, hay personas que coleccionan novias, joyas, muñecas de esas que dan miedo o latas de cerveza. Yo colecciono jabones.
Y de entre todos ellos tengo mis preferidos, y entre ellos, están estos de Mainbo. Y no te miento si te digo que me da un dolor profundo tener que usarlo, sacarlo de su bolsita de algodón, desenvolverlo de su papel de seda… Pero es un dolor necesario para poder disfrutarlos.
Porque son aromáticos por fuera, suaves por dentro… Y ¿qué decir de su acondicionador sólido? Pues que todo lo que te diga se queda corto.
Y también te hablo del básico más vital. Ese que puede cambiarte la vida si lo usas y si no lo usas, más todavía.
Y todo con una estética muy cuidada, con sus cucas bolsitas de tela (que luego uso para guardar joyas cuando viajo), sus envases de aluminio o cristal y su alma zero waste.
Hay empresas a las que se les ve el cartón cuando tratan de ser bio. Hay empresas a las que se les ve el alma de plástico cuando tratan de vender sostenibilidad.
Y hay quienes son consecuentes desde el principio al final.
Hoy te cuento más sobre Mainbo y los tres básicos que me llevaría a una isla desierta, no solo para cuidarme por fuera, sino para con sus increíbles aromas, sentirme cuidada por dentro.
Lo primero es lo primero
Empezamos con una tautología para recordarte la importancia de usar un buen desodorante bio.
Porque este producto puede cambiar tu vida aunque no lo creas, aunque no te lo digan en las noticias.
Si alguna vez has probado desodorantes ecológicos y has sentido que te fallaban a mitad del día, te entiendo perfectamente. A mí me ha costado encontrar esos desodorantes que sí y separarlos de los que no.
Este desodorante unisex combina ingredientes tan potentes para el cuidado de la piel como el hamamelis, el aloe vera y los aceites esenciales cítricos, que no solo aportan frescura sino que ayudan a mantener a raya las bacterias responsables del mal olor.
Lo primero que notas al aplicarlo es su textura ligera y su aroma natural, nada empalagoso ni sintético. No deja manchas en la ropa ni obstruye la piel, algo clave porque muchos desodorantes convencionales contienen clorhidrato de aluminio, ese ingrediente maldito que te venden como maná pero que tapa los poros y altera la transpiración natural del cuerpo. El aluminio, además, se ha asociado a posibles efectos adversos sobre la salud hormonal y neurológica. Pero si me lees con asiduidad ya sabes esto de sobra.
INCI: Hamamelis Virginiana Water*; Aloe Barbadensis Miller Leaf Juice & Extract*, Polyglyceryl-10 Laurate*, Triethyl Citrate*, Citrus Sinensis Oil*, Potassium Sorbate*, Citrus Aurantifolia Oil*, Citrus Limonum Oil*, Salvia officinalis*, Zea Mays*, Rosa Moschata Seed Oil*, Rosmarinus Officinalis Leaf Extract*, Helianthus Annuus Seed Oil*, Tocopheryl Acetate*, Lactic Acid*, Tocopherol Beta*, Limonene**, Citral**, Linalool**, Geraniol**, Citronellol** (* Ingredientes de procedencia ecológica / ** Componente natural presente en aceite esenciales)
Jabón artesanal: una joya para la piel
El segundo producto de Mainbo del que quiero hablaros es un jabón que huele a limpio, a hogar, a naturaleza. Su base de aceite de oliva y coco le da una textura cremosa y una espuma suave, sin necesidad de tensioactivos sintéticos agresivos.
Ya te he dicho que soy la loca de los jabones, pero es que si, además, tienen aromas a canela como este… Me pierden de una forma que no te haces una idea.
Por eso, lo que más me gusta de este jabón ecológico es su combinación de rosa mosqueta, canela y pachuli. La rosa mosqueta es un clásico en la regeneración cutánea, la canela aporta propiedades antibacterianas y el pachuli, además de su aroma profundo y envolvente, tiene un efecto equilibrante en pieles mixtas o con tendencia grasa. Además, al ser un jabón saponificado en frío, mantiene intactas todas sus propiedades sin necesidad de conservantes artificiales.
¿Sabéis qué suele llevar un jabón convencional que va de bio por la vida? EDTA, un agente quelante que evita que el jabón se endurezca con el agua calcárea, pero que también es un contaminante ambiental que se acumula en los ecosistemas acuáticos. En cambio, con Mainbo, no solo cuidas tu piel, sino que no dejas rastro tóxico en el agua cuando el jabón se desliza por el desagüe.
Un 10 para tu piel y un 10 para el medio ambiente.
¡Eso es zero waste!
INCI: Olea Europaea Oil, Aqua, Cocos Nucifera Oil, Sodium Hydroxide, Rosa Canina Fruit Oil, **Butyrospermum Parkii Butter, Cinnamomum Zeylanicum Bark Powder, Pogostemon Cablin Leaf Oil, Citrus Aurantium Dulcis Oil. *D-Limonene,*Linalool,*Citral (*Presente de forma natural en los aceites esenciales / ** Ingredientes de cultivo biológico)
El acondicionador sólido más mantecoso que he probado
Lo confieso, encontrar un buen acondicionador sólido me ha costado tiempo. O son piedras imposibles de deslizar por el pelo, o se deshacen en contacto con el agua caliente y duran un suspiro. Pero este acondicionador de Mainbo me ha enamorado. Es sólido, sí, pero mantecoso y suave, lo justo para deslizarse fácilmente sin desmoronarse.
La clave está en su fórmula, pero no solo en los ingredientes, sino en el savoir-faire de la marca. La manteca de karité y el cacao nutren sin apelmazar, los aceites esenciales de lavanda, lemongrass y cítricos dejan un aroma fresco y revitalizante y, lo más importante, no contiene siliconas.
La mayoría de acondicionadores convencionales están cargados de siliconas, que crean una falsa sensación de suavidad recubriendo el cabello con una capa plástica que, a la larga, lo asfixia y lo debilita.
Mainbo opta por una alternativa natural con ingredientes que realmente penetran en la fibra capilar y la nutren desde dentro.
Después de usarlo, el pelo queda suelto, brillante y sin sensación grasa. Me gusta tanto que incluso lo uso para definir las puntas cuando necesito un extra de hidratación. Si estás buscando un acondicionador sólido que realmente funcione, este es EL acondicionador.
INCI: Cetearyl Alcohol, Glicerin, ** Butyrospermum Parkii Butter, Behentrimonium Methosulfate, Distearoylethyl Dimonium Chloirde, Theobroma Cacao Seed Butter, Aqua, Cymbopogon Citratus Leaf Oil, Glycine Soja Oil, Rosmarinus Officinalis Leaf Extract, Thymus Vulgaris Leaf Extract, Camellia Sinensis Leaf Extract, Lavandula Angustifolia Leaf Oil, Aurantium Dulcis Peel Oil Expressed, **Simmondsia Chinensis Seed Oil, **Adansonia Digitata Seed Oil, **Argania Spinosa Kernel Oil, Thymus Mastichina Herb Oil, Citrus Aurantium Amara Leaf Oil, Tocopherol, Beta Sitosterol, Squalene, *Citral, *Limonene, *Linalool, *Geraniol, *Citronellol. ** Ingredientes procedentes de cultivo ecológico *presente de forma natural en los aceites esenciales
¿Por qué elegir Mainbo?
Cada vez que uso estos productos, siento que estoy haciendo algo bueno por mi piel y por el planeta. Sin plásticos innecesarios, sin tóxicos encubiertos y con la seguridad de que detrás hay una marca comprometida con la sostenibilidad real. Mainbo demuestra que la cosmética ecológica puede ser efectiva, lujosa y respetuosa con el medioambiente. Y si a eso le sumamos su compromiso con la calidad, no es de extrañar que haya ganado varios premios en los Orgànics Clean Awards. Porque sí, lo natural también puede ser un placer.
Además, ahora tienes una promoción que no puedes dejar pasar, ya que Mainbo te ofrece un 30% de descuento en tus dos primeros pedidos si te suscribes a su newsletter.
¡¡¡Yo de ti no me lo pensaba!!!!