La cosmética con cannabis es una de las tendencias de moda. Pero más que una moda pasajera, se trata de una moda que viene para quedarse. Porque es lo más.
Pero antes de empezar a hablar de productos que contengan cannabis, queremos hablar un poco más de la marihuana, porque seguro que os surgen muchas dudas como a nosotras sobre su seguridad y sus indicaciones.
Para empezar ¿Por qué está permitida la cosmética con cannabis y los suplementos si no se permite su consumo en España?
El cannabis, cáñamo o marihuana tiene unos compuestos específicos llamados cannabinoides. Estos cannabinoides son unos metabólicos secundarios que pueden ser naturales, sintéticos y endógenos.
Dentro de estos cannabinoides, con más de un centenar de ellos, se encuentran los famosos THC y CBD. El primero de ellos, el tetrahidrocannabinol, es el compuesto de la marihuana que tiene efectos psicoactivos, aunque también tiene efectos médicos reseñables.
Por contra, el CBD o cannabidiol no tiene acción psicoactiva, pero sí muchos efectos beneficiosos (es calmante, antiinflamatorio, alivia los dolores de enfermedades crónicas, previene el glaucoma, es antiepiléptico…).
Esta planta ha sido ampliamente estudiada y parece tener un papel importante en muchas enfermedades, sobre todo la epilepsia infantil, donde los resultados son muy prometedores y actúa donde los medicamentos convencionales no alcanzan.
La acción de los cannabinoides en el ser humano es tan efectiva porque nuestro organismo está repleto de receptores de cannabinoides, sobre todo en el cerebro y en la piel.
Es como si nuestro organismo tuviera pequeñas cerraduras repartidas que abren cajas sorpresa, pero solo se pueden abrir con la llave adecuada.
En este caso, estos receptores se abren con los cannabinoides, por eso los productos elaborados con CBD son tan efectivos.
¿Vale, entonces con millones de plantas que hay en la naturaleza y nuestro cuerpo ha desarrollado unos receptores solo para esta planta?
Esa pregunta estuvo en la mente de los científicos durante los años ochenta del siglo pasado, ya que no entendían por qué el ser humano tenía receptores para unos compuestos tan específicos de una planta tan exclusiva.
¿Acaso llevaba nuestro organismo esperando la llegada de Bob Marley millones de años?
Obviamente no.
Como os hemos dicho, hay tres tipos de cannabinoides. El natural sería el de la marihuana. El sintético el que se ha logrado sintetizar en el laboratorio y el endógeno es un tipo de cannabinoide que produce nuestro organismo y que al ser descubierto dio sentido a los receptores de cannabinoides que tenemos en el cuerpo: la anandamida, que proviene del sánscrito ‘ananda’ y que significa ‘felicidad suprema’.
La anandamida es un cannabinoide endógeno, es decir, que fabricamos los seres humanos.
Con ese nombre poco más podemos decir sobre su función. La anandamida es la llave que abre una de esas cajas sorpresa repletas de felicidad.
Y no solo eso, los científicos también descubrieron que la anandamida está relacionada con la neurogénesis, es decir, el desarrollo de nuestras células nerviosas, por lo que se relaciona con la memoria y el razonamiento, pero también con la mitigación del dolor, el apetito y la fertilidad.
El placer, la felicidad y la relajación también vienen de la mano de esta frágil molécula.
Y decimos frágil, porque tal como viene, se va. Se degrada rápidamente y solo sobrevive unos instantes en nuestro organismo (si no seríamos felices de forma constante ¡cachis!).
Pero ¿sabes de qué otra forma puedes incrementar tus niveles de anandamida?
¡Claro, mediante la alimentación!
Y concretamente ¡Mediante el chocolate!
Si es que se mire por donde se mire del cacao no vemos más que virtudes…
Obviamente, ha de ser lo más puro posible, para que tanto la anandamida como la theobromina desplieguen todas su virtudes.
Además, el cacao actúa de dos maneras: estimulando los receptores de cannabinoides endógenos por su contenido en anandamida, y haciendo que nuestra anandamida endógena tenga una degradación más lenta ¡si es que todo son ventajas con el cacao!
Si no te gusta el cacao, también hay otros alimentos que contienen la molécula de la felicidad suprema, toma nota: son la trufa, y el té negro y el apio.
Y ahora que ya sabemos un poquito más de nuestro sistema de receptores cannabinoides y su importancia, podemos entender por qué los cannabinoides naturales del cáñamo tienen tantos efectos en nuestro organismo.
La mala prensa que ha tenido el cáñamo durante tantos años (o buena, según desde donde se mire), está vinculada a la acción psicotrópica del THC, algo que con el CBD no se da.
Pero ¿Cómo separar estos compuestos de la planta?
Se puede hacer de dos maneras. La primera es mediante selección natural.
Al igual que hay variedades de marihuana que tienen altos niveles de THC y que son seleccionadas para su cultivo y consumo como alucinógenos, hay variedades que no tienen casi THC, pero sí mucho CBD, que son las que nos interesan aquí.
La segunda es mediante procesos químicos, como la exacción mediante CO2 que es la misma que se usa para muchos extractos naturales, este proceso extrae el CBD de las plantas cultivadas a tales efectos, uso que ya se permite dentro de la Unión Europea, siempre y cuando tengan un máximo del 0,2% de THC.
Dada la doble faz de esta planta: su uso medicinal sin efectos psicotrópicos gracias al CBD y su uso como psicotrópico gracias al THC, en Europa tenemos una legislación ambigua, contradictoria y bastante complicada de entender en relación con el cannabis, ya que a las leyes generales se suman las de cada estado miembro, teniendo legislaciones muy distintas de unos a otros. Por todo es conocida la apertura de Holanda en este sentido.
España, por contra, es uno de los países más estrictos y con leyes más prohibitivas y, por qué no decirlo, incoherentes. Porque puedes comprar, vender y enviar semillas por internet, independientemente de la variedad que sea y de los niveles de THC que vaya a tener la planta, porque la semilla no contiene estas sustancias y no está penalizada su venta.
Puedes plantar plantas en tu casa siempre y cuando no se vean desde la calle y sea para autoconsumo. No importa si son variedades con THC dentro de la norma de la Unión Europea o son variedades con alto contenido en THC para consumo con fines psicotrópicos. Puedes consumirlas de forma individual, pero no venderla, y solo puedes tener 100 gramos de la misma en casa.
Por lo que respecta a los productos con CBD, en España se pueden vender y consumir productos con CBD, pero nunca para uso alimentario, ya que hay una permisividad tácita, sin una prohibición explícita. Un limbo legal, vamos.
Y eso a pesar de que la defensa del cáñamo para su uso terapéutico ha sido un activo desde mediados de los años 50 del siglo pasado, en la que incluso la OMS emitió un informe en 2017 en el que reconocía que el CBD ni es adictivo (como el THC) ni tiene efectos nocivos para la salud.
Es más, en el estudio se confirman algunas de las posibilidades terapéuticas del cannabis, como el tratamiento de la epilepsia, con una serie de avanzados estudios sobre la materia.
Pero la OMS va más allá: «La gama de afecciones para las que se ha evaluado el CDB es diversa, en consonancia con sus propiedades neuroprotectoras, antiepilépticas, hipoxia-isquémicas, ansiolíticas, antipsicóticas, analgésicas, antiinflamatorias, antiasmáticas y antitumorales […] Otra posible aplicación terapéutica que se ha investigado es el uso del CBD para tratar la drogadicción. En un examen sistemático reciente se llegó a la conclusión de que había un número limitado de estudios preclínicos que sugieren que el CDB puede tener propiedades terapéuticas en la adicción a los opiáceos, la cocaína y los psicoestimulantes, y algunos datos preliminares sugieren que puede ser beneficioso en la adicción al cannabis y al tabaco en los seres humanos».
Gracias a estos documentos de la OMS, la Unión Europea a empezado a abrir la mano al uso del CBD, por siempre con una ambigüedad extrema, incluso con todos los informes científicos sobre sus muchos usos terapéuticos y su ausencia de Cannabinoides con efectos psicotrópicos que hace del CBD una sustancia tan inocua que la podemos encontrar en muchos productos para bebés.
Dentro de poco os hablaremos de la cosmética basada en el CBD ecológico que es una maravilla y que puede ayudarte a controlar y tratar los problemas de la piel de toda la familia, desde los bebés a los adultos. ¡Estate atenta!