Hoy os proponemos una de las rutinas bio más impresionantes que hemos probado en los últimos tiempos, se trata de la rutina bio de Kenza Oil, una marca de la que os hablamos hace poco y que nos ha sorprendido por la pureza de sus productos, aceite de argán purísimo, arcilla y un jabón delicado como él solo, per, sobre todo, por los resultados y cómo deja la piel.
Las que nos seguís desde hace tiempo sabéis que en Orgànics Magazine tenemos dos grandes debilidades: los aceites y los jabones.
Unos productos que en la cosmética convencional son rechazados y ninguneados, arrinconados como los patitos feos de la cosmética. Por su sencillez y, sobre todo, porque en ellos se nota mucho la pureza (o su ausencia).
Pero en cosmética bio todo está del revés o, mejor dicho, del derecho. Como siempre tuvo que estar. El aceite y los jabones de primera presión en frío son perfectos porque requieren poco procesamiento, porque son puros y le cuestan poco al medio ambiente.
Son productos que se llevan elaborando y consumiendo desde hace milenios.
Y por eso hoy de la mano de la marca Kenza Oil queremos rendir homenaje a estos productos (y algunos más) y hablaros de una rutina bio que nos enamora. De tan pura y sencilla os dejará con la boca abierta.
Rutina Bio para el cuidado integral del cuerpo
Puedes incorporar esta rutina bio a tus productos habituales para notar una apreciable diferencia en la piel. Lo primero que vamos a hacer es una mascarilla con la arcilla rassoul contenida en el Pack Ritual Facial Completo Kenza Oil.
A lo largo de estos año hemos usado decenas de arcillas. Las adoramos. Pero pocas hemos conocido como estas.
La mayoría de las arcillas son suaves y dejan la piel limpia pero esta es diferente a todas ellas. Se trata de un polvo finísimo de color beige que mezclamos con agua hasta conseguir una pasta densa. Nosotras lo hemos mezclado con 1/3 de agua de rosas Dadés y 2/3 de agua del grifo.
Recuerda que las arcillas nunca deben usarse con objetos metálicos, ni boles ni cucharillas. Lo ideal es hacerlo con vidrio o porcelana, como el platito y la cucharita artesana de Kenza Oil que nos vuelve locas. Es delicadeza máxima, artesana y única.
No os podéis imaginar la belleza que destila cada uno de los productos Kenza Oil, su delicadeza y la profunda serenidad que infunden.
Hay productos hechos para consumir rápido y hay otros elaborados para saborearlos, para mimarlos y contemplarlos. Siempre he pensado que los objetos tienen ‘alma’ y que son capaces de transmitirnos sensaciones. Y los de Kenza Oil transmiten paz y serenidad.
Una vez mezclada la arcilla rassoul (con una cucharadita tienes bastante para todo el rostro y cuello), la dejamos reposar unos minutos y la aplicamos. Ahora que las temperaturas aún son moderadas la hemos aplicado en frío, pero en invierno la ponemos bien caliente para que se atempere con esos minutos.
La aplicamos y dejamos secar durante 15 minutos.
Si la aplicas con las manos como nosotras, notarás que al enjuagar las manos la arcilla es como una crema, como una gelatina que deja las manos ultra suaves.
Es una arcilla alucinante.
Pasados los 15 minutos en los que te recomendamos que te tumbes o la apliques en la bañera mientras te das un baño con velas y música relajante, la retiramos con cuidado de no estirar de la piel. Humedecemos las manos o una muselina y vamos dando toquecitos hasta que se reblandece la arcilla.
Es ideal para todas las pieles. Los poros quedan 100% limpios, la piel suave y nada tirante. Perfecto para eliminar impurezas, tóxicos y todo aquello que no necesita nuestra piel.
Después de esta mascarilla de uso semanal (si tu piel es muy grasa o acnéica puedes usarla dos veces por semana), procedemos a poner el aceite de argán ecológico Kenza Oil. Si tu piel es grasa o mixta puedes optar por el aceite de argán puro con romero Kenza Oil, con alto poder antiséptico y un aroma que nos precipita a los montes mediterráneos solo con destaparlo.
Entre semana lo ideal es usar el jabón natural con su jabonera de lufa para limpiar la piel con esta rutina bio tan minimalismo y maravillosa. Tanto si es grasas como si es delicada, para rostro y cuerpo, este suave jabón es una verdadera maravilla. Elaborado con aceite de oliva virgen extra, aceite de aguacate, aceite de ricino y aceite de argán Kenza Oil, se trata de una pastilla de jabón suave, sobreengrasada y que no deja la piel tirante.
Perfecto para usar con el guante exfoliante Kessa. Las virtudes y beneficios de este guante son ampliamente conocidas en oriente ya que no solo nos ayuda a deshacernos de las células muertas, sino que activa la circulación, combate la celulitis y deja la piel suave y perfecta.
Lo ideal es usarlo en seco como si se tratara de un cepillado en seco que, además, elimina toxinas y nos ayuda a mantener el cuerpo libre de tóxicos. Pero reconocemos que es algo abrasivo cuando está nuevo, por lo que nosotras lo usamos en la ducha donde sus fibras se reblandecen un poco. Cuando esté más gastado disfrutaremos de sus ventajas en seco ¡además de ser comodísimo de usar!
Es el complemento ideal del jabón Kenza Oil.
Después de limpiar el rostro con el jabón Kenza Oil aplicamos el agua de rosas Dadés. Sabéis que no somos amantes del aroma a rosas y, sin embargo, no podemos sino reconocer que todo lo las rosas tocan lo convierten en suavidad para la piel.
Ese hidrolato es perfecto para pulverizarlo en el rostro. Si tu piel es grasa o mixta, antes de que se seque el hidrolato, aplica unas gotas de aceite de argán con romero en el rostro y masajea hasta su completa absorción. Notarás la piel hidratada y cero grasa.
Si, por el contrario, tu piel es normal, aplica el aceite de argán ecológico Kenza Oil.
Si tu piel es seca o madura puedes esperar a que se seque el hidrolato y aplicar el aceite puro en el rostro y en el contorno de ojos.
Si has usado el jabón para limpiar tu cuerpo, antes de secarte por completo pon varios pumps de aceite en tu piel y deja que se emulsione con el agua. ¡No creerás lo suave que está!
Por la noche, repetimos la operación para eliminar el maquillaje, los restos de la polución que quedan adheridos a nuestro sebo y para permitir que nuestra piel respire y se beneficie de todos los nutrientes que los productos Kenza Oil le aportan.
Como veis no es necesario usar mil productos para tener una rutina bio en condiciones y cuidar nuestra piel de la mejor manera. Menos siempre es más. Menos productos, más pureza, más calidad, más beneficios.
Con Kenza Oil notarás como tu piel está bella y brilla día a día.
Y tú ¿conocías estos increíbles productos?