Conocer las marcas que practican el Greenwashing o lavado de cara verde es vital para que al llegar a casa tras hacer unas compras no exclames ‘joooooder’ ni maldigas en arameo como hice yo durante mucho tiempo.
Hoy te ayudo a distinguir los sellos de las certificadoras que son reales de los que son inventados y, sobre todo, a saber qué lleva un cosmético natural certificado y uno ecológico.
Lanzarse a la aventura de comprar un cosmético natural o ecológico de verdad es una odisea si no cuentas con unos conocimientos previos: marcas que practican el Greenwashing o lavado de cara verde llenando sus franquicias y tiendas de lavandas, cestos de mimbre, envases verdes y con fotos de frutas y aceites…
Con toda esa orgía de frutas y verduras ¿Cómo distinguir las marcas que son buenas para nuestra piel de las que no?
Te voy a eliminar muchas de la mente.
Así, sin vaselina ni nada.
Ninguna de las que se anuncia en la televisión son marcas ecológicas.
¿Ninguna?
Ninguna.
Y te cuento por qué.
Las marcas que de verdad lo son no tienen presupuestos millonarios para invertir en marketing, porque sus productos son mucho más caros de producir que los de las marcas que se anuncian en la caja tonta.
Las marcas que allí salen pueden hacer anuncios de cifras astronómicas porque venden muchos productos con ingredientes de síntesis muy baratos y tienen márgenes de beneficios amplísimos, unos márgenes que la cosmética natural de verdad no podría soñar a no ser que vendiera sus productos a precio de oro.
Y tampoco hablamos de las marcas de cosmética convencional que ven la dulce y tierna parte del pastel que se pierden si no producen cosméticos bio y se lanzan a hacer una gama certificada bio.
Tampoco hablo de esas.
Así que ya te he quitado todas las de la tele y el 90% de las revistas (hablo de los anuncios, no de las menciones de productos donde, afortunadamente, cada vez se cuelan más productos bio de marcas increíbles).
Pero Nina, yo no entiendo nada.
¿Qué es entonces la cosmética natural?
¡Oh, qué buena pregunta!
Ni puta idea.
Bueno, yo sí.
Me refiero a los legisladores, a las empresas.
Esto es así porque a la Unión Europea le da una pereza tremenda eso de legislar qué es y qué no es un producto ecológico o natural, dejando en las manos de las certificadoras privadas este peliagudo asunto.
Y digo pereza por no decir directamente que lo que no quieren nuestros legisladores es ir en contra del lobby de la cosmética y de las farmacéuticas, eso sería un pensamiento tremendo por mi parte..
Pero al no querer legislar han dejado la decisión o la categorización en manos de empresas privadas, como te contaba.
Y ahí es donde empieza el problema.
No por el hecho de que sean empresas privadas, sino porque hay decenas de certificadoras.
Y eso sólo hablando de las que podemos ver en los productos que se pueden vender en Europa.
¡Ah! Y un aviso a navegantes.
Si alguien piensa que por llevar esos sellos están exentos de cumplir con las leyes de la UE y todas las garantías de los cosméticos están muy equivocados.
De hecho las leyes de cosmética son muy estrictas en relación a ciertos aspectos, como por ejemplo el crecimiento microbiano que una crema puede o no tener.
Por lo que las marcas ecológicas han de usar conservantes que garanticen el ínfimo crecimiento microbiano de sus primos ciclados los parabenos.
Y además de todo eso, han de cumplir las estrictas normas de las certificadoras. Unas garantías dobles que muy pocos cosméticos pueden cumplir. Y que, dicho sea de paso, cuesta una pasta a las empresas que quieren certificar que sus productos cumplen con estas normas.
Como hay cientos de sellos nos vamos a centrar en los que podemos encontrar en los productos que se comercializan en España, que son sellos en su mayoría franceses, británicos, alemanes e italianos.
Cosméticos certificados: las certificadoras europeas
Ecocert
Esta certificadora francesa es quizá la más popular de toda Europa. Comprueba que se hayan usado ingredientes procedentes de recursos renovables y transformados por medio de procedimientos respetuosos con el medio ambiente, así como la ausencia de:
– Transgénicos.
– Parabenos.
– Fenoxietanol.
– Nanopartículas (por su capacidad de atravesar la barrera cutánea).
– Siliconas.
– PEG.
– Perfumes y colorantes sintéticos.
– Ingredientes de origen animal excepto productos naturales como leche, miel, propóleo…, es decir, en los que no se haya sacrificado animales.
– También comprueban que los envases sean biodegradables.
Dentro de Ecocert tenemos dos niveles y para ambos es necesario que el 95% de los ingredientes sean naturales o de origen natural.
Cosméticos certificados como naturales: con un mínimo del 50% de los ingredientes vegetales de la fórmula han de proceder de agricultura ecológica y el 5% total de todos los ingredientes debe provenir de agricultura ecológica.
Cosméticos certificados como ecológicos: además de cumplir los requisitos anteriores, como mínimo el 95% de los ingredientes vegetales debe provenir del agricultura ecológica, y un mínimo del 10% del total debe proceder de agricultura ecológica.
Ciertos ingredientes muy presentes en los cosméticos (agua, sales, minerales) no pueden certificarse como ecológicos puesto que no proceden de la agricultura ni la ganadería. Por ejemplo, los champús y ciertas cremas, compuestos en su mayor parte de agua, contienen entre un 10% y un 40% de ingredientes ecológicos y siempre un 95% de ingredientes naturales. Un aceite esencial, que no contiene agua, puede contener hasta un 100% de ingredientes ecológicos.
En el siguiente link podéis ver todas las empresas que tienen el sello Ecocert.
Cosmebio
Es otro sello francés (NO certifica, es un sello que algunos fabricantes han establecido para promocionar la cosmética ecológica y sólo se pueden adherir a él las empresas ya certificadas por otro organismo). Los estándares son muy similares y en ninguna de las dos etiquetas se permite:
– Ingredientes derivados del petróleo (parafinas, vaselinas, cera microcristalina…).
– Materias primas provenientes de animales, excepto cera de abejas y lanolina.
– Aceites sintéticos (siliconas).
– Perfumes y colorantes sintéticos.
– Se limita el uso de conservantes sintéticos como el fenoxietanol o los parabenos.
– Queda limitado el uso de tensioactivos sintéticos (Sodium Lauril Sulfate o SLS, Sodium Laureth Sulfate o SLES).
Las etiquetas que encontramos están muy bien resumidas en estas imágenes (eso sí, lían un poquito más las cosas al llamar a la cosmética natural cosmética Eco y a la ecológica Bio…, en fin):
Etiqueta Bio: mínimo del 95% de ingredientes de origen natural o naturales, mínimo del 95% de los ingredientes vegetales han de provenir de agricultura ecológica, el 10% del total ha de provenir de agricultura ecológica y sólo puede llevar un 5% de químicos. Ya advierten que los productos con entre un 50 y un 80% de agua no son certificables.
Etiqueta Eco (cosmética natural para otras casas): mínimo del 95% de ingredientes de origen natural o naturales, mínimo del 50% de los ingredientes vegetales han de provenir de agricultura ecológica, el 5% del total ha de provenir de agricultura ecológica y sólo puede llevar un 5% de químicos.
En este link podéis buscar todos los productos y marcas que llevan los certificados Cosmebio.
Natrue
Nacida hace cinco años, Natrue es una asociación internacional de productores de cosmética natural y ecológica que crearon esta asociación sin ánimo de lucro para ofrecer unos estándares de gran calidad a los que las empresas podían acogerse. No certifica, sino que las empresas tras obtener una certificación de un organismo certificador pueden solicitar el sello Natrue en base a unos criterios y, tras pasar una auditoría, se le concede el sello solicitado. Su web es una de las más completas. Natrue tiene tres tipos de sellos para los cosméticos certificados. En ninguno de ellos se admite para la certificación ingredientes como el agua (por lo que os decía de los geles y champús) y no se admiten:
-Colorantes y fragancias sintéticas.
-Derivados del petróleo (parafinas, PEG-, sustancias terminadas o comenzadas por propyl y sustancias terminadas o comenzadas por alkyl-).
– Siliconas y derivados.
–Organismos Genéticamente Modificados.
-Productos irradiados ni sus ingredientes.
-No testado en animales.
Estos son los tres tipos de sellos (antes llevaban una dos o tres estrellitas, pero se ve que los consumidores se hacían un lío y lo han sustituido por una leyenda):
Cosméticos naturales: Los ingredientes han de ser naturales, pero no es necesario que sean orgánicos. Este es el nivel base de Natrue y los productos con este sello deben cumplir con las reglas anteriores, además de haber sido producidos con un determinado número de procesos productivos. Se garantiza un umbral mínimo de ingredientes naturales y un máximo de sustancias derivadas de productos naturales.
Cosméticos naturales con parte orgánica: además de cumplir con todo lo anterior, al menos e 70% de los ingredientes naturales han de ser orgánicos. Se requiere mayor porcentaje de ingredientes naturales y menor de derivados.
Cosmética orgánica: este es el nivel más alto y asegura al menos un 95% de productos naturales orgánicos (por supuesto el número de ingredientes derivados que se permite es bajísimo). Sólo unos pocos productos pueden conseguir este sello y obtenerlo es un desafío para las empresas que producen cosmética orgánica.
Aquí están los productos y empresas que llevan el sello Natrue. Está todo desglosado por empresas y tipos de producto, una maravilla.
BDIH
Es una asociación alemana sin ánimo de lucro que agrupa a diversas industrias farmacéuticas, productos para la salud, alimentación y suplementos y productos cosméticos y de higiene, con casi 450 productores. En 1996 desarrollaron una guía de líneas básicas sobre cosméticos certificados. Bajo estas bases, un instituto independiente ha testado más de 2.000 productos de estas empresas asegurándose de que cumplieran estas estrictas líneas:
-Materias primas vegetales obtenidas de cultivos biológicos controlados o zonas naturales controladas.
-No testado en animales.
-Materias primas de animales vertebrados muertos (grasas animales, colágeno, celulas madre…).
-Se permiten técnicas como hidrólisis, hidrogenación, esterificación, transesterificación u otros agrietamientos y condensaciones en el caso de materias naturales como grasas, aceites y ceras vegetales, lecitinas, lanolinas, monosacáridos, polisacáridos y oligosacáridos, proteínas y lipoproteínas.
-Se prohíbe el uso de conservantes sintéticos, fragancias sintéticas, ingredientes etoxilados (¿os acordáis del Óxido de Etileno y del 1,4-Dioxano, los PEG- y otros muchos?), siliconas, parafinas y otros derivados del petróleo.
-Sólo están permitidas las sustancias aromáticas permitidas en la ISO 9235, que define las materias primas aromáticas naturales.
-Para asegurar la seguridad microbiana de los productos se permiten determinados conservantes idénticos a los naturales (estos son conservantes que existen en la naturaleza pero se crean idénticos en el laboratorio. Sólo se permite en el caso de conservantes y minerales y sólo cuando la sustancia en su forma natural no puede ser recuperada en las condiciones de calidad y cantidad necesarias), además de conservantes naturales: ácido benzoico y sus sales y etilésteres. Ácido salicílico y sus sales, ácido sórbico y sus sales, alcohol bencílico.
– Se prohíbe el uso de materias primas sometidas a radiación para su desinfección.
– Se prohíben los OGM.
Además de toda extensa y pormenorizada lista, el sello BDIH también mira otros aspectos sólo como que las empresas tengan una trazabilidad de sus ingredientes, con unos procesos de manufactura saludables para el medio ambiente, con una degradación óptima de sus materias primas y productos finales, con packaging reciclable, económico y saludable para el medio ambiente y con materias primas provenientes del comercio justo.
Todos estos puntos son auditados por empresas independientes. Este es el listado de marcas que llevan este sello.
Demeter
Otro de los sellos germanos que podemos encontrar en nuestros productos cosméticos certificados (aunque el link os lo ponemos de la sede española, mejor, ¿No?). Para ello sus ingredientes tienen que cumplir con unos requisitos muy estrictos y pasan a ser llamados ingredientes Demeter/Biodinámica. También muy estricto sobre lo que se permite y lo que no, los requisitos para las empresas productoras están enumerados en este documento, aunque como es muy largo (a partir de la página 68 está la parte de cosmética), os lo resumimos. Se prohíbe:
– OGM.
– Productos sometidos a radiación ionizante.
– Nanotecnología (muy habitual en las cremas solares).
– Benceno.
– Hexano.
– Propilenglicol (los famosos PEG-).
– EDTA agentes quelantes y sus sales.
– Sustancias brutas extraídas de animales muertos (grasas, colágeno, células).
– Los Minerales y sales deben llevar un certificado en el que se asegure que no contienen contaminantes como antiaglomerantes o metales pesados.
– Los ingredientes silvestres no pueden sobrepasar el 2% del total de los ingredientes. Esto es así para preservar la biodiversidad.
Aquí también tenemos tres niveles muy diferentes.
En el más básico de ellos no se autoriza el logo, ya que sólo unos pocos ingredientes son considerados Demeter/Biodinámica y el resto son ingredientes naturales u ecológicos.
En el nivel medio el 66% de los ingredientes han de ser Demeter/Biodinámica. Se puede usar el logo Demeter.
En el nivel superior el 90% de los ingredientes deben ser Demeter/Biodinámica.
Este sello es tan estricto que cuando se opta por un ingrediente no ecológico o biodinámico se tiene que demostrar la no disponibilidad por escrito de tres proveedores, se requiere un panel de analítica multiresíduos en base a unos criterios definidos y estos ingredientes no pueden superar el 5%.
¿Es para dejar de leer o no? Creo que ni una madre podría elegir mejor los productos…
Soil Association
Otro de los sellos importantes a nivel europeo es el Británico Soil Association, en cuya división cosmética podemos encontrar dos tipos de sellos:
– Cosméticos que contienen un mínimo del 95% de ingredientes orgánicos (excluyendo el agua, claro)
– Cosméticos certificados cuyo máximo de ingredientes orgánicos está entre el 70 y el 95%, dado que por sus formulaciones, precisan más conservantes. Estos productos no pueden llevar la palabra orgánico en el nombre, pero sí en la etiqueta.
Pues hasta aquí los sellos y certificados europeos más usados en cosmética.
Sin embargo, hace poco cinco entidades se unieron y crearon un certificado más:
Cosmos-Standard
Las entidades que se unieron son:
- The Soil Association – UK
- BDIH – Germany
- Cosmebio – France
- Ecocert – France
- ICEA – Italy
Podéis ver los requisitos para estas etiquetas pero, como siempre, os hacemos un pequeño resumen. Como en casi todos los sellos tenemos varios niveles:
Cosméticos certificados como Cosmos Orgánica:
– Al menos un 95% de los ingredientes vegetales han de proceder de agricultura ecológica.
– Al menos el 20% del total de ingredientes han de ser ecológicos
– Como excepción, en los productos que han de ser aclarado (champús, geles…), productos acuosos no emulsionados (aguas micelares) y productos con al menos un 80% de minerales en sus formulaciones (principalmente maquillaje), se rebaja esta cuota hasta el 10%.
– Se prohíben los OGM, la nanotecnología, los proceso de irradiación porque se aplica el principio de precaución cuando hay una evidencia científica de que un ingrediente, tecnología o proceso puede poner en peligro la salud o el medio ambiente.
Hay muchas normativas, incluso en el envasado, ya que los productos con este certificado no pueden ir en envases de poliestireno ni policloruro de vinilo (más conocido como PVC) ni otros plásticos clorados. Si queréis saber las razones podéis ver esta conferencia del doctor Nicolás Olea.
Como procesos se prohíben la etoxilación, propoxilación, el uso de Óxido de Etileno, óxido de propileno y óxidos de aquileno (adiós polietilenglicoles, los famosos PEG-, los compuestos acabados en –eth como el sodium laureth sulfate presente en casi todos los champús y geles ordinarios), tratamientos con mercurio o tratamientos con petroquímicos como catalizadores, entre otros.
– Para los conservantes sólo se pueden usar los que se incluyen en el documento (por supuesto no se permiten los parabenos) y siempre que no haya una alternativa orgánica.
Cosméticos certificados como Cosmos Natural: Rigen los mismos principios que para la orgánica y no se establece un mínimo de ingredientes orgánicos.
Cómo podéis comprender estos sellos significa poco más que DEJAR DE LEER. Sabes perfectamente a qué atenerte y qué puedes esperar y qué no de una empresa. No sólo sus productos son saludables para tu piel, sino que para su producción no se ha dañado a animales ni se ha contaminado el medio ambiente.
Hay muchísimos más sellos (en Italia, Suiza, el USDA de EEUU es uno de los más famosos al igual que los estándares de calidad de Canadá y Australia…).
En España muchas empresas ponen el logo de la certificadora Bio Inspecta, de la asociación VidaSana (que es la que promueve la feria BioCultura)…, pero no disponemos de sello ni de certificadoras en el ámbito cosmético propias.
Sin embargo en España sí se certifica la agricultura ecológica (muchas empresas optan por poner el sello de agricultura ecológica junto con los sellos de cosmética ecológica). En la asociación VidaSana podéis ver los que hay en España.
Pero, además de los logos que podemos encontrar en los cosméticos certificados y el sello de agricultura orgánica de la Unión Europea se pueden poner otros muchos sellos.
Por ejemplo: si el producto es apto para veganos, se puede poner el logo con la V verde, como ningún sello permite el testado en animales, también se puede poner el sello del Leaping Bunny.
Si el envase es de papel reciclado, otro sello, si además proviene de bosques controlados por la FSC, podemos poner el logo también, y si no continene OGM, sí, otro logo más.
Así que al final un producto puede llevar tantos logos como estándares cumpla que, muchas veces, no hacen sino liar a los consumidores, por no hablar de los sellos ‘because I worth it’ como el de Carrefour Eco.-Planet o Naturally Sephora que no hacen sino despistar más a los consumidores y que no están respaldados por otra cosa que por mis cojones (de los que carezco).
Y eso para el consumidor es terrible, porque tiene mil impactos visuales que no solo no le informan, sino que le despistan más.
Bueno, ahora sabes un poco más de los sellos que podemos encontrar en nuestros cosméticos certificados. Lo más importante de todo es saber que todos estos sellos ofrecen unas garantías en todo el proceso de producción de un cosmético que atañe desde el respeto al medio ambiente y a los animales, el comercio justo, materias primas orgánicas, sin OGM, radiación, nanopartículas, compuestos químicos susceptibles de ser disruptores endocrinos o cancerígenos…
Pero no nos olvidemos que todas estas certificadoras son empresas privadas y que desde que empecé en esto de la cosmética bio he visto cómo se han ido relajando las normas para dar cabida a más productos, como el sello de EWG del que os hablaré en otro momento que es la representación más gráfica del peligro que corremos al dejar cosas tan importantes en manos de empresas privadas.
Pero eso será en otro momento.