¿De bajón porque se acaba el verano? ¿Deprimid@ porque las vacaciones tocan a su fin? Cuando llega el mes de septiembre los medios de comunicación se llenan de consejos para la depresión post-vacacional, de recetas de dietas para perder esos kilos que hemos cogido a base de tapitas y cervecitas. Nosotras no vamos a ser menos y os vamos a dar algunas recetas para que el tránsito hacia la rutina sea menos pesado…
Pero como sabéis en Orgànics Magazine solemos nadar un poco a contra corriente, así que no os vamos a dar mil consejos sobre cómo afrontar septiembre, o cómo estar menos tristón… No. Nosotras os proponemos una espectacular receta de un helado de chocolate raw, alcalino, sin azúcar, ni leche, ni gluten y que está absolutamente delicioso. Obviamente sentarte en tu terraza o en tu sofá preferido a degustar esta maravilla sabiendo que es un bocado saludable no va a acabar con tu melancolía post vacacional, pero va a hacer el camino mucho más dulce.
Tendemos a pensar que tras las vacaciones se acabó lo bueno. Nos han vendido septiembre como el mes de la muerte y destrucción para poder echar la culpa de nuestra desalmada sociedad a alguien o a algo. Y no. Septiembre es un maravilloso mes de verano en el que aún podemos hacer escapadas mientras esperamos a que las hojas de los árboles se doren poco a poco. Es un momento magnífico para viajar, para ver atardeceres eternos, para ir a la playa o a la montaña… Y es un mes para empezar cosas, para comenzar proyectos.
En Orgànics Magazine septiembre, lejos de ser un mes deprimente, es un mes emocionante, ilusionante y lleno de posibilidades. Si eres de las personas que, como nosotras, ve el vaso más lleno que vacío ¡enhorabuena!, te mereces un premio, ¡mira más abajo! Si no, te ponemos nuestra pequeña receta de la felicidad para que te sientes, medites y te tomes tu tiempo para ver que el final del verano es el principio de muchas buenas cosas…
¿Hemos dicho que era nuestra receta de la felicidad? Perdonad. A veces nos dejamos llevar por la pasión. No, no es nuestra receta de la felicidad. Es una adaptación de las recetas que nuestra querida Elka (Lala Kitchen) hace para llenar (inundar) nuestra vida de felicidad con alimentos saludables, alcalinizantes, sin gluten, veganas y en muchas ocasiones raw. Esta receta en concreto la sacamos del e-book de helados naturales de Elka (vale mucho y cuesta muy poco). Gracias a ella hemos aprendido que hay una vida golosa y maravillosa más allá del azúcar y el gluten, del A, B, C para desayunar, comer y cenar. Un mundo de posibilidades hasta ahora inexistentes se nos abre en cada página de su web cuyas recetas, además, están preciosamente ilustradas.
Sabemos que dar el salto a una alimentación más saludable es complicado, sobre todo por la sobre dosis de publicidad que nos vende que para llevar una dieta saludable has de tomar mucho Special K (toneladas), pan tostado con pechuga de pavo, los yogures de José Coronado y tanques de leche desnatada con sacarina. Y luchar contra todas esas mentiras es… agotador. Por eso ir cogidas de la mano de alguien como Elka es una delicia, ya que nos permite relajarnos y contemplar el paisaje. Como cuando de pequeñas tomábamos la mano de nuestra madre y sabíamos que nada malo podía pasarnos guiadas por ella.
Así que si queréis chuparos los dedos sin setimiento de culpa… Tomad nota…
INGREDIENTES
- 1 taza (140 g) de anacardos crudos. Son un poco complicados de encontrar, pero cunden mucho y están de vicio.
- 1,5 taza (375 ml) de leche de coco.
- 1⁄3 taza (80 g) de cacao crudo. En la receta original es algo menos, pero a nosotros nos gusta muy intenso…
- 1/3 taza (80 g) de sirope de agave crudo. Puedes poner azúcar de coco o sirope de arroz.
- 1 cucharadita de vainilla en polvo .
- 3 cucharadas soperas de aceite de coco.
- una pizca de sal
- TOPPING:
- Coco rallado
- Nueces al gusto
- 3 cucharadas de sirope de ágave
INSTRUCCIONES
1. Pon los anacardos en la trituradora de vaso hasta reducirlo a polvo. La primera vez que hicimos la receta los anacardos al estar crudos y tener tanto rico aceite no se pulverizaron, sino que se hicieron una masa. Si te gusta que se noten los grumitos esta textura es perfecta, si la quieres un poco más fina puedes congelarlos para que al triturarlos queden más finos.
2. Añade el resto de ingredientes y tritura hasta conseguir una masa homogénea.
3. Si tienes máquina de hacer helados: Viértela en la cubeta de la heladera y enfríala unas 2-3 horas. Cuando esté bien fría, sácala de la nevera. Bátela un poco y ponla en la máquina heladera unos 40- 50 minutos, o hasta que tenga una consistencia cremosa y helada.
4. Si como nosotras no tienes máquina de hacer helados puedes congelarlo directamente en un recipiente de cristal y removerlo cada hora hasta que se congele. Nosotras lo congelamos y luego lo batimos en la Thermomix para que quedara más cremoso, pero es una receta que a penas hace cristales al ser tan rica en aceite…
5. Si lo tienes en el congelador durante varios días, recuerda sacarlo unos 20 minutos antes de servir para que esté cremoso.
TOPPING:
1. Espolvoreamos con coco rallado.
2. Para hacer las nueces caramelizadas ponemos el sirope de ágave y las nueces al baño María como si de azúcar se tratara y esperamos a que caramelice. Lo notarás por el intenso aroma a caramelo que desprende (unos cinco minutos). Sacamos las nueces y cuando se enfríen las ponemos en el helado.
3. Lo mejor de estas nueces es que al enfriarse no se quedan duras, ya que el caramelo del ágave se queda meloso, como un toffe por lo que está…, indescriptible.
4. ¡¡Buen provecho!!
NOTAS:
Adaptada de Lala Kitchen “Helados naturales” http://www.lalakitchen.com/