El sol. Ese astro que nos da la vida y sin el que nada sería posible. Ha estado brillando durante unos 4.650 millones de años y aún le queda casi el doble de vida. Ha alumbrado a todas las forma de vida de la Tierra (vale, igual a las de la zona abisal no) y sólo en los últimos siglos los seres humanos hemos hecho posible que sus rayos sean más dañinos que nunca al llenar nuestro ecosistema de tóxicos que han afinado la capa de ozono que nos protege de sus súper rayos, y sin la que la vida sería reducida a cenizas.
Y de aquellas lluvias vienen estos lodos. Y a pesar de que sigue siendo imprescindible el sol para nuestro correcto desarrollo, hemos de aprender a andar por esa cuerda de funambulista entre esa necesidad y las devastadoras consecuencias de un exceso de sol.
Ya no vale aquello de ‘de toda la vida en mi familia nos hemos ido a la playa de sol a sol y no nos ha pasado nada’ o ‘antes no había tanta tontería, salíamos a la calle sin solar y no nos hemos muerto’. Aquel sol, no era este. O mejor dicho, aquella Tierra no era esta.
Sólo entre 1930 y el año 2000 se incrementó la producción de tóxicos de 1 tonelada anual a 400 millones de toneladas (sí, 400.000.000 de toneladas) anuales en todo el mundo. Tal y como dice la doctora Marisa López-Teijón, Jefa del Servicio de Reproducción Asistida del Instituto Marqués de Barcelona, «cuando se diseñó el organismo humano no estaba previsto que supiera eliminar el metacrilato, o que supiera eliminar el plástico. Todas esas sustancias dentro del organismo se quedan acumuladas porque no las puede degradar. Lo mismo que cuando vemos una bolsa de plástico en medio del agua del mar, sigue nadando pero no hay posibilidad de que la naturaleza sepa cómo eliminarla».
Así, estos tóxicos están presentes en el agua, el aire, la tierra y todos los organismos vivos del planeta ¿Alguien cree que esta carga tóxica no tiene nada que ver en las crecientes dolencias de nuestra sociedad? ¿Alguien piensa que esa carga tóxica y esta forma de consumo desaforado era gratis? Desgraciadamente, los tóxicos se encuentran detrás del hecho de que cada vez tengamos que protegernos más del sol.
Pero, ojo, el doctor Nicolás Olea advierte de las trampas de los solares, ya que nos dan una falsa sensación de seguridad y nos permiten que prolonguemos nuestra exposición al sol. Y es que los solares nos protegen del sol hasta cierto punto. De ahí en adelante todo son pérdidas. Por eso ante el sol el mayor factor de protección solar es el factor SC. Sentido Común. Si no se puede tomar el sol de 12 a 17 en el sur de Europa, no se puede tomar el sol de 12 a 17. Ni con SPF50++. Ni poniéndolo cada dos horas. El solar no nos protege de todos los rayos del sol, ni del 100% de los rayos, ni al 100%. Porque con los solares sólo evitamos las quemaduras, que es la forma que nuestro cuerpo tiene de alertarnos, pero eso no significa que nos protejan al 100% del sol. Es como cuando tienes una contractura muscular y te tomas una pastilla para el dolor. Que no tengas dolor no significa que no tengas contractura. Pues con el sol lo mismo, que no nos quememos no significa que nuestro organismo esté 100% protegido. Venga, va, que sabemos que echáis de menos este vídeo donde el doctor Olea lo explica mucho mejor que nosotras…
Una vez recalcado todo esto, hoy os queremos hablar de unos solares que nos han enamorado totalmente, ya que se trata de los solares faciales con color. Siempre decimos que los solares son para protegernos del sol, pero que no debemos usarlos siempre, a todas horas, en todo el cuerpo. Nuestro organismo necesita sol para tener unos huesos fuertes. Cinco minutos al sol nos proveen de la dosis necesaria para sintetizar la vitamina D necesaria para que el calcio se fije en nuestros huesos. Entonces ¿cómo es que España es uno de los países del mundo con más bajos niveles de vitamina D? Pero eso es harina de otro costal…
Pues bueno, como suponemos que si has llegado hasta aquí ya tienes suficiente Factor de Protección Solar de Sentido Común, os hablaremos de los otros SPF de los solares con color:
Alteya Organics Rose Otto Face Sunscreen SPF25 (NO NANO)
No es la primera vez que os hablamos de esta excelente marca Búlgara que tiene como base de sus productos la rosa búlgara. Un país encantador con una fiesta dedicada a este tesoro cosmético que es una parte importante del PIB de este precioso país europeo.
Y con cada uno de sus productos Alteya Organics nos sorprende. En este caso se trata de su solar SPF25 con color. Con una textura suave y cremosa, este solar hecho con óxido de zinc como única pantalla (también tiene TiO2 pero como colorante, no como pantalla solar), este producto está repleto de aceites (girasol, coco, calabaza, jojoba, macadamia, aguacate, açaí, rosa canina, onagra, lavanda, palmarosa y camomila), ceras y mantecas, así como los extractos de caléndula y espino amarillo para proteger la piel de los efectos de los rayos del sol.
Sin duda un INCI que aleja este solar del resto de solares y lo convierte en un auténtico tratamiento de belleza con un poder antioxidante muy importante, tal y como veremos en el último artículo de esta serie.
En cuanto al tono de este solar, éste es perfecto para pieles blancas y su textura permite poner una cantidad normal de solar, por lo que nos aportaría una protección mayor que otros solares con un SPF más alto pero que hemos de extender en demasía, bien porque son muy líquidos, bien porque tienen un tono muy oscuro, bien porque son muy aceitosos y hemos de extenderlos más para evitar esa sensación grasienta en la piel.
Es un producto que aporta un mínimo de brillo que podemos contrarestar perfectamente con unos polvos matificantes sin perder un ápice de naturalidad y sin crear ese efecto máscara tan poco agradable en estas fechas. Os dejamos el INCI completo para que veáis lo fantástico que es y la cantidad de ingredientes bio que tiene.
Distilled Thermal Water, Zinc Oxide (uncoated, non-nano), Helianthus Annuus (Sunflower) Oil*, Cocos Nucifera (Coconut) Oil*, Glycerin*, Butyrospermum Parkii (Shea Butter)*, Simmondsia Chinensis (Jojoba) Oil*, Cucurbita Pepo (Pumpkin) Seed Oil*, Copernicia Cerifera (Carnauba) Wax*, Polyglyceryl-6 Stearate (and) Polyglyceryl-6 Behenate, Caprylic / Capric Triglycerides, Cera Alba (Beeswax)*, Lecithin*, Isoamyl Laureate, Macadamia Integrifolia (Macadamia) Oil*, Glyceryl Caprylate, Glyceryl Undecylenate, Cyamopsis Tetragonoloba (Guar) Gum*, Aloe Bardensis Leaf Juice*, Persea Gratissima (Avocado) Oil*, Rosa Damascena (Rose) Flower Extract, Rosa Damascena (Rose) Flower Oil*, Pistacia Lentiscus (Mastic) Gum, Oenothera Biennia (Evening Primrose) Oil*, Rosa Canina (Rose Hip) Oil*, Euterpe Oleracea (Acai) Fruit Oil*, Iron Oxides (CI 77492, CI 77491, CI 77499), Tocopherol (Vitamin E), Hippophae Rhamnoides (Seabuckthorn) Fruit Extract*, Calendula Officinalis (Calendula) Flower Extract*, Lavandula Angustifolia (Lavender) Oil*, Cymbopogon Martini (Palmarosa) Oil*, Anthemis Nobilis (Roman Chamomile) Oil*, Linalool**, Geraniol**, Citronellol**, Eugenol**.
* certified organic ingredients
** from natural essential oils (rose flower, lavender, palmarosa, roman chamomile)
Dhyvana Eco Suncare SPF30 (NO NANO)
Esta jovencísima marca española nos tiene enamoradas con cada producto. Una cuidada formulación con un packaging precioso, de esos que da pena abrir ¡y mucho menos tirar! Pues bien, Dhyvana nos sorprende este año con dos solares faciales con color. El primero de ellos con SPF30 es muy transparente y tiene un shimmer bastante pronunciado, por lo que el rostro queda muy iluminado, perfecto si tu tez es apagada pero si tienes el rostro muy graso quizá lo veas demasiado rutilante, aunque es un destello lujoso y glamuroso a mucha distancia del brillo por exceso de aceite. De hecho al ponerlo más bien para un bronceador que un solar con color. Su consistencia es muy suave y delicada y nos permite aplicar una cantidad de producto razonable (aunque siempre inferior a la recomendada por los test que, como os hemos dicho muchas veces, es irrealizable). Entre sus ingredientes destacan el aloe vera en primer lugar del INCI, el aceite de frambuesa (gran protector solar y muy antioxidante), así como el suavizante bisabolol y la humectante glicerina.
Nos gusta mucho porque puedes poner capa sobre capa para asegurarte una buena protección solar, lo que hace que este solar se pueda acercar un poco más a su SPF30.
INGREDIENTS: Aloe barbadensis Leaf Juice*, Caprylic/capric Triglyceride, Titanium Dioxide, Maltodextrin, Propanediol, Decyl Oleate, Alcohol*, Mica, Zinc Oxide, Cetearyl Alcohol, Polyglyceryl-6 Distearate, Coco-caprylate, Rubus idaeus Seed Oil*, Bisabolol, Alumina, Stearic Acid, Glyceryl Caprylate, Cetearyl Glucoside, Tocopherol, Polyglyceryl-3 Beeswax, Xanthan Gum, Glycerin*, Aqua, Cetyl Alcohol, Glyceryl Undecylenate, Citric Acid, Sodium Citrate, Phytic Acid, Benzyl Alcohol, Sodium Benzoate, Potassium Sorbate, Parfum**, Farnesol, Linalool, Limonene, CI 77891***, CI 77492***, CI 77491***, CI 77499***.
Dhyvana Eco Suncare SPF50 (NO NANO)
Certificado por BDIH como el anterior solar, Dhyvana nos presenta su solar facial con SPF50 y color.
Con un INCI algo diferente del anterior (se sustituye el aceite de frambuesa por el extracto de salvia, tomillo y romero ), este solar es mucho más denso que el anterior. De hecho los finos tubos tienen un dispensador que nos recuerdan más a los de los contornos de ojos que a los de los faciales, por lo que nos permite una dosificación mucho mejor pero, en el caso de este solar, hemos de apretar un poco más para que salga producto. Se trata de un producto denso, con un tono más claro que el anterior, más mate y si a penas shimmer. Los solares de esta marca nos recuerdan mucho a los de Acorelle, sobre todo por esa diferenciación de colores y tonos según el SPF elegido. Una opción, como antes hemos señalado, muy inteligente.
Deja una piel confortable, poco grasa, cubre perfectamente y su alta densidad nos permite poner una cantidad cercana a la recomendada para tener ese SPF50, por lo que es una muy buena opción si queremos una buena protección. Eso sí, al ponerla parece que vaya a quedar muy blanco y tenemos la tendencia a esparcirlo demasiado. Si tenemos paciencia y dejamos un par de minutos veremos como si ponemos una buena capa de solar la piel queda perfecta en cuestión de minutos sin tener que extenderla demasiado y garantizando así una protección óptima de nuestra piel.
INGREDIENTS: Aloe barbadensis Leaf Juice*, Caprylic/capric Triglyceride, Titanium Dioxide, Propanediol, Cetearyl Alcohol, Zinc Oxide, Alcohol*, Coco-caprylate, Maltodextrin, Mica, Decyl Oleate, Alumina, Stearic Acid, Cetearyl Glucoside, Rosmarinus Officinalis Leaf Extract, Thymus vulgaris Flower/Leaf Extract*, Salvia officinalis Leaf Extract, Bisabolol, Glycerin*, Aqua, Mica, Polyglyceryl-6 Distearate, Tocopherol, Glyceryl Caprylate, Xanthan Gum, Polyglyceryl-3 Beeswax, Glyceryl Undecylenate, Cetyl Alcohol, Citric Acid, Sodium Citrate, Phytic Acid, Benzyl Alcohol, Potassium Sorbate, Sodium Benzoate, Parfum**, Farnesol, Linalool, Limonene, CI 77891***, CI 77492***, CI 77491***, CI 77499***.
* Procedente de agricultura ecológica.
** Procedente de aceites esenciales naturales.
*** Pigmentos minerales.
Y de nuevo os tenemos que dejar con la miel en los labios, pero el lunes mismo volvemos con la segunda parte de este especial ya centrado en las BB Creams con SPF, en el que os hablaremos de las novedades que más nos han sorprendido.