Ubicados en bellos entornos, con la sostenibilidad por bandera y la ecología como compromiso, cuatro hoteles ecológicos para verano muestran a Orgànics Magazine que apostar por el medio ambiente no está reñido con el lujo, el placer y el buen gusto.
Lujo ecológico entre montañas
En el Valle de Guadalest, en Alicante, en perfecta sintonía con la naturaleza se encuentra Vivood Landscape Hotels, la apuesta del arquitecto Daniel Mayo, que quiso crear un exclusivo recinto que se mimetizara con este precioso valle alicantino, donde la sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente fueran los cimientos sobre los que se asentara este hotel, que parece que surge de las montañas, como si se tratara de un árbol más del entorno.
Pedro García, que forma parte del equipo que gestiona Vivood, nos resume a la perfección la filosofía de Vivood: “ecología, emoción, encanto, entorno y exclusividad”.
Este hotel muestra, por tanto, que el lujo y la sostenibilidad pueden ir de la mano, no solo por los materiales de su edificación, sino también por el uso de energías renovables para dejar la mínima huella en este privilegiado entorno. “Creemos que es necesario ofrecer un modelo turístico alternativo alejado del modelo tradicional y ofrecer un modelo basado en la sostenibilidad, la calidad y la experiencia del cliente”, nos asegura Pedro.
Nada más llegar, disfrutas de la naturaleza en estado puro, sin cortapisas, desde las espectaculares panorámicas de las habitaciones, con una decoración minimal que resalta más, si cabe, el paisaje que vemos a través de sus ventanales. Mención aparte merece la piscina. Darse un baño con vistas al valle es un auténtico lujo que no hay que perderse.
Pedro tiene razón cuando nos dice que el huésped “está en todo momento en contacto con la naturaleza y lo que ve, oye y siente cada mañana cuando se levanta es el sonido de la naturaleza”. No en vano, han sido galardonados recientemente con el premio al mejor hotel de Europa en la categoría de establecimientos en la naturaleza, que concede la revista alemana GEO Saison.
Las terrazas son, sin duda, otro de los alicientes de este hotel, donde poder disfrutar de su oferta gastronómica, que, como no podía ser de otro modo, sigue la doctrina slow food y el movimiento kilómetro 0, ya que compran a proveedores locales de menos de 30 km de distancia.
Sostenible hotel vanguardista
Con una cuidada y original, muy original, arquitectura, a base de cubos, integrada en el paisaje de Villabuena de Álava, desde la que se puede disfrutar de unas imponentes vistas al pueblo y a las montañas de la Sierra de Cantabria, encontramos Viura, un vanguardista hotel de cuatro estrellas que también apuesta por el desarrollo sostenible y el respeto por el entorno.
María Navalón, miembro del equipo Viura, nos hace hincapié en que su principal compromiso es ofrecer un servicio de máxima calidad y confort acorde a pautas de responsabilidad medioambiental.
De hecho, es uno de los pocos hoteles que cuenta con una caldera de biomasa para reducir a 0 las emisiones de CO2 y suelo radiante para un mayor ahorro energético. Además, se utilizaron materiales reciclados para su peculiar decoración, donde priman las maderas y los colores neutros para dar una mayor calidez al interior de las habitaciones, comedor y salón, presidido por una impresionante chimenea. No es difícil imaginarse allí disfrutando de una copa de buen vino de su bodega, como no podía ser de otro modo en esta tierra de excelentes caldos.
Si además os encanta la naturaleza, el hotel proporciona bicicletas gratis para realizar rutas cicloturísticas por el entorno.
La comida merece mención aparte. No en vano, el norte de España se caracteriza por su buen hacer en cuestiones gastronómicas. Sus cocinas elaboran suculentos menús, donde el kilómetro 0 juega un papel fundamental. María nos insiste en ello: “Tenemos nuestra propia huerta y trabajamos con la mayor cantidad posible de alimentos ecológicos. Además, contamos con pequeños productores de huevos de oca, de gallinas camperas y miel”.
Esencia mallorquina con certificación ecológica
En la isla de Mallorca encontramos el Hotel Rural & Spa Monnaber Nou, una imponente construcción del siglo XIII, que se alza en un espacio de 225 hectáreas en la falda de la Sierra de Tramontana. Sin duda, la ubicación de este hotel es uno de sus grandes alicientes por su bello entorno y tranquilidad.
En Monnaber se definen como “artesanos de la hostelería, con vuelta a los orígenes de nuestros abuelos”, según Francisco Mayordomo, gerente del hotel.
Francisco asegura que optaron por un tipo de alojamiento sostenible “por propia satisfacción de filosofía de vida para así aportar nuestro grano de arena a este mundo, demostrando que sí es posible, sin ser ni hacer nada excepcional, solo ser constante con nuestras convicciones”.
Esta convicción la trasladan a la gestión del hotel y de la finca, donde prima un consumo ecológico, responsable y ético, con placas solares, balsa ecológica para la reutilización de agua del hotel para jardines y pastos y reciclaje de envases, vidrios y residuos orgánicos.
La finca cuenta con certificación ecológica, por lo que no se usan fertilizantes químicos; reforestan campos y bosques; recuperan especies autóctonas en peligro de extinción, como el porc negre o la oveja mallorquina; producen su propio aceite de oliva y crían corderos y lechonas. ¿Se puede pedir más?
En Monnaber encontramos relax, acompañado por ese maravilloso sol mediterráneo que parece que brilla de forma diferente en las islas, pero también la posibilidad de hacer actividades ecoturísticas, senderismo, cicloturismo o equitación. Todo un abanico de sensaciones para disfrutar de las vacaciones estivales.
Salud y bienestar como en nuestra propia casa
Un concepto diferente de turismo ecológico es La Fuente del Gato, un pequeño y coqueto hotel situado en las proximidades de Olmedo de las Fuentes, un precioso pueblecito con apenas 200 habitantes, que se halla a 50 km de Madrid.
Ana Moreno es la responsable de la puesta en marcha de este hotel rural, que cuenta con, tan solo, cinco habitaciones dobles, donde busca que el huésped se sienta como en su propia casa.
Ana se embulló en esta apasionante aventura “no por negocio, sino como prolongación de mi misma. Fue una apuesta arriesgada porque no lo hacía por negocio, sino por estar en sintonía con lo que creo, con mi forma de entender el mundo. En la misma línea de lo que a mí me gustaría encontrar, es lo que he creado”.
A su establecimiento acude un turista fiel que busca este tipo de estancias, donde se prima la salud, el bienestar, el relax y el contacto con la naturaleza, nos dice, con una sosegada forma de hablar que ya nos trasmite ese relax que, a priori, vamos a encontrar en su hotel, en su casa.
La Fuente del Gato ofrece fines de semana depurativos o escapadas gastronómicas, enfocadas, sobre todo, para parejas, en las que se puede disfrutar de un menú degustación y de un abundante brunch al día siguiente. Todo es ecológico y vegetariano. Apto también para veganos. Sus comidas no contienen lácteos o derivados, huevos o miel, ni ningún ingrediente de origen animal. Además, descartan también el azúcar blanco, la levadura, el trigo o la soja. Los ingredientes son de origen ecológico y comercio justo.
Es consciente de que la oferta gastronómica es su gran baza, “aunque el enclave es maravilloso, la comida es nuestro fuerte. Yo cocino como si la gente que viniera aquí fuera mi familia. No busco ahorrar costes. Lo hago porque lo disfruto y lo siento”.
Para Ana lo principal son sus clientes, a los que trata de forma individual. “Todo se hace pensando en la persona que viene: si tiene alguna alergia, una intolerancia, un requerimiento especial…. No hay nada preparado ni comprado. Todo se prepara según la persona”, nos aclara.
Su formación en Puerto Rico, Nueva York, Tailandia y España se nota en su particular cocina de autor, en la que cuida muchísimo todos los detalles. Si además de comer, nos gusta cocinar, en La Fuente del Gato también podemos asistir a cursos de cocina.
A Ana le gusta mucho mimar al huésped y eso se nota en cada detalle de este hotel, en sus estancias, sus patios, sus comedores. Un sitio donde el sosiego y el relax, la salud y el bienestar están en sintonía. Un sitio donde estar como en casa.
Un consejo: hay que tener la precaución de llamar antes y reservar porque no abre todos los fines de semana.
Y hasta aquí nuestra pequeña selección de cuatro hoteles ecológicos para verano. Como podéis observar, la #RevoluciónBio está en marcha en todas las esquinas de nuestras bellas Comunidades Autónomas ¡y estos sólo son una muestra!